Hope|Regulus Black [Editado]

Capítulo 35: el fin [Editado]

Capítulo 35: El fin. 

Todo a su alrededor era caos. En algún momento aurores del ministerio habían aparecido para ayudarlos a luchar contra los mortífagos.

—Regulus, Layla. —Hope señaló hacia donde Layla luchaba contra tres mortífagos y Regulus asintió acudiendo a ayudarla. Hope no estaba tranquila alejándose de él, pero en una guerra a veces era necesario.

—¡Hope! —El graznido de dolor de su hermano la hizo reaccionar. 

En su tiempo su hermano la había abandonado, pero previo a eso siempre había cuidado de ella. No tenía claro si podía confiar en él o no, pero desde luego no podía dejarle herido y solo.

—Justin. —Sin apenas preverlo, Justin la tumbó atrapándola contra el suelo. Hope intentó moverse, pero algún hechizo la dejaba justamente donde estaba. —¿Justin?

—Yo no quería hacer esto Hope, pero tenías que meter las narices en donde no debías. —Hope le miró sin entender y un escalofrío recorrió su espalda al ver la sonrisa en el rostro de Justin. —Todo el que se rodea de ti sufre Hope, Jade murió por tu culpa.

Jade, su pequeña hermanita. A la cual recodaba cada día, la cual echaba de menos cada día.

—Tuve que deshacerme de ella, pero lo hice por ti. —Hope subió la mirada asqueada. ¿En qué monstruo se había convertido su hermano? ¿O acaso siempre había sido este monstruo?

—Era nuestra hermana... —Justin se agachó para quedar a su altura. En sus ojos solo había maldad y rabia contenida. 

—Era un estorbo, mientras siguiese viva tu defenderías sangre sucias en lugar de acatar órdenes. Eras tan poderosa Hope, y lo aprovechabas tan poco.  

Justin paró relamiéndose los labios y se alzó mirando a Hope con repugnancia. 

 —Pero ni eso fue suficiente, así que desaparecí y empecé a utilizar a Ashley a mi antojo. Hice cosas terribles poniéndolas a su nombre. —Suelto un jadeo, mi cabeza da vueltas intentando entender todo. —Pero aún así seguías teniendo fe en ella, intentando salvarla. Su lealtad se resquebrajaba, así que ataqué a donde más duele, a tus amigos.

Hope recordó a los padres de Emma y su muerte, el accidente del Regulus Potter.

—Pero Ashley... —Siempre pensó que había sido ella. Todas las pistas apuntaban a ella. O quizás siempre quiso pensar que era ella. 

—Siempre fui yo Hope. Era sencillo echarle la culpa a Ashley, ella no era una santa y la culpa le impedía confesar. Pero siempre fui yo y el problema siempre fuiste tú. —Justin se acercó a ella lentamente. Hope intentó moverse, pero el hechizo la mantenía inmóvil. Recordó la conversación que tuvo con Regulus cuando le contó que era druida.

—¿Algo más que deba saber?

—Bueno, podría romper todos tus huesos solo con pensarlo.

—Bueno saberlo.

Solamente necesitaba hacer que su hermano soltase la varita. Con toda la concentración que pudo se olvidó del ruido de la batalla, se olvido de que sus amigos estaban luchando por sus vidas y se olvidó de que no sabía si Regulus estaba bien o no. Toda su concentración la usó para imaginar los huesos de la muñeca de su hermano y uno a uno visualizó como se rompían por la mitad.

El grito de Justin le hizo saber que estaba funcionando. En cuanto la varita cayó al suelo y el hechizo se rompió se levanto rápidamente sacando la suya, pero cuando levantó la vista se heló en el sitio. Todas sus pesadillas parecían hacerse realidad, todos sus miedos se volvían reales ante sus ojos.