Hope|Regulus Black [Editado]

Capítulo 24: Quizás los muggles no estén tan mal [Editado]

Capítulo 24: Quizás los muggles no estén tan mal. 

Hope miró a Regulus riendo y negó con la cabeza.

—¿Qué pasa?

—Toma. —La chica le tendió lo que parecía ser unos pantalones y una camisa.

—¿Para qué?

—No puedes ir con túnica Blacky, vamos a estar rodeados de muggles. —Regulus hizo una mueca.

—No me lo recuerdes. —Hope puso los ojos en blanco, el chico llevaba refunfuñando acerca de los muggles desde que habían llegado al bosque. —¿Dónde quieres que me cambie?

La única respuesta que Hope le dio fue ponerse las manos sobre los ojos. El chico sonrió y empezó a cambiarse.

—Ya puedes mirar. —Hope abrió los ojos y se encontró a Regulus sin camisa. Se sonrojó de inmediato, pero no apartó los ojos.

Ante ella podía ver el abdomen que anteriormente había tocado. Regulus estaba fuerte, tenía los músculos del abdomen marcados pero lo justo y suficiente. No tenía una gran espalda, ni grandes brazos. Todos sus rasgos parecían haber sido esculpidos cuidadosamente, lo suficiente para marcarlos, pero no para que resultase vulgar.

—¿Encuentras algo que te guste? —Hope se sonrojó aún más y Regulus rio poniéndose la camisa.

—Creo que legalmente tengo derecho a mirar. —Regulus alzó una mirada.

—¿Ah sí? —La chica asintió y él se acercó rodeando su cintura con las manos. —Entonces creo que ese derecho es mutuo. —Hope sintió como algo nuevo despertaba dentro de ella, por alguna razón a pesar de estar con sus cuerpos prácticamente pegados, no le parecía lo suficiente cerca.

—Va...Vamos a perder el tren. —Tuvo que toser para que su voz volviese a la normalidad.

—Vamos entonces. —La voz de Regulus sonaba ligeramente más ronca que de costumbre. Cogiendo la mano de la Hufflepuff echó a andar.

***

—¿Vas a parar ya?

—No estoy haciendo nada. —Hope le miró mal.

—Estás bufando a cada persona que se te cruza, pareces un burro. —Regulus volvió a bufar. Hope harta de su actitud, pero entendiéndole, tiró de su mano echándole a un lado de la calle.

Londres estaba a rebosar, la nieve cubría las calles y la gente andaba rápidamente de un lado a otro intentando evitar el frío del exterior.

—Reg, relájate y ya verás como te lo pasas bien. —Dejó un beso en su nariz, que estaba roja por el frío, haciéndole sonreír. —Confía en mí, Blacky.

Cogiendo su mano volvió a tirar de él. Sabía que a Regulus le gustaba la música y por eso precisamente había elegido llevarle a un teatro. Quería demostrarle que los muggles podían hacer cosas maravillosas sin magia, y qué mejor que el arte para ello. Además, así podría comprobar que a pesar de ser magos y ellos no poseer magia, los problemas que poseían eran los mismo.

Cinco minutos después de que se sentaran en las butacas una anciana, que llevaba una niña de no más de cinco años encima, se sentó al lado de Regulus. El chico miró hacia Hope, no parecía feliz por la cercanía de estos.

Las luces se apagaron y la obra empezó. Un foco iluminó el centro del escenario. Una mujer vestida de negro lloraba arrodillada en el suelo. El foco se apagó. Cuando volvió a iluminar el centro del escenario, una mujer vestida de blanco levantaba suavemente a la mujer vestida de negro, pero cuando esta estaba apunto de levantarse, la volvió a dejar caer.