Estamos unidos (Staxxby) | Segunda temporada de Me gustaría conocerte

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La noche había corrido, Alex y Luis estuvieron hablando por un largo rato, divirtiéndose, e incluso intercambiaron redes sociales para no perder el contacto, hasta que Alex sintió que ya era muy tarde.

-Creo que ya va siendo hora de irme, fue un placer Luis –Sonrió ampliamente-, yo tengo que buscar a mi amigo.

-Hey pero ¿Vives muy lejos? –Preguntó Luis.

-Más o menos, vivo a las afueras.

-Puedo ir a dejarte, ya sabes... por lo de los dormitorios –Ofreció Luis, Alex recordó ese pequeño detalle-, sí, no me gustaría estar en tu lugar, por eso te ofrezco la ayuda que me gustaría recibir si me pasara.

-¿No te molesta?

-Para nada, es mi modo de agradecerte, estaba algo aburrido antes de hablar contigo.

-Pues te lo agradecería mucho –Sonrió.

-Ven, vamos a despedirnos de Samuel y nos largamos –Dijo poniendo su mano en la espalda de Alex y comenzando a caminar.

No tardaron en encontrar a Vegetta, se despidieron deseándole que haya pasado un muy buen cumpleaños y se fueron. Alex estuvo buscando a Frank con la mirada todo el tiempo para por lo menos avisarle que se iría con Luis pero no pudo divisarlo por ningún lado, eso le molestó mucho. "Luis tenía razón".

Alex le indicó el camino para llegar a su casa. Al arribar ambos se bajaron del coche, Alex caminó delante y se detuvo frente a su puerta, se volteó para ver a Luis que había quedado un peldaño más abajo que él, sus alturas estaban casi igualadas.

-Luis –Comenzó a hablar nervioso-, gracias por acompañarse, no pensé que mi amigo me fuese a dejar así, de verdad te lo agradezco.

Luis tomó con delicadeza la cintura de Alex, como si se tratara de la cosa más frágil del mundo- No me lo agradezcas, tú fuiste quien me animó, quien convirtió una noche aburrida en una fantástica con una simple conversación.

Alex se sonrojó, y sonriendo bajó la mirada. Luis levantó la cabeza de Alex por la perilla y divisó sus ojos, tan brillantes y a la vez obscuros. Alex deslizó sus manos por el pecho de Luis, pasando por sus hombros, hasta llegar a su cuello, acariciando la mejilla de Luis con el pulgar.

Y lo que debía pasar, pasó. Se fundieron en un beso lento, sin intenciones mayores. Ambos pasaron de tomarse con delicadeza a estrecharse mutuamente entre sus brazos con fuerza, se besaban tranquilamente, como si hubiesen estado esperando encontrar alguien como el otro durante mucho tiempo, como si se conocieran desde siempre y tuviesen miedo de perderse. Hacía mucho que Alex no se sentía así con alguien que no fuese Frank, de hecho, era la primera vez que alguien, que no era Frank, lo hacía sentir bien sin sacar sus miedos al aire. Y es que Luis había sido muy delicado con él, incluso más que Frank.

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