79/*

363 48 13
                                    

-No me digas, crees que se arrepentirá y que por eso está tardando –Dijo Vegetta con una sonrisa.

-Ahora entiendo lo que sentías hace dos años –Respondió Frank, inquieto-, estoy aterrado ¿Y si se fue?

-Esa época fue hace meses, Frank –Dijo Willy-, él te ama muchísimo, no se iría de pronto.

-Diablos... estoy muy nervioso...

En ese momento, el móvil de Willy comenzó a sonar, él se apartó un momento para contestar y no tardó en volver. Dijo algo al oído de Vegetta, algo que Frank no pudo escuchar y que hizo a Vegetta irse un momento, Frank estaba temblando.

-Bueno Frank, mírame –Willy sacó un pañuelo y lo deslizó por el saco azul de Frank, pues al ser una boda al aire libre, precisamente en el parque al que siempre iban, este tenía algunas motitas pegadas-, tienes que estar tranquilo, te prometo que todo saldrá bien ¿Sí?

-¿Y qué tal si no?

-No te hagas esas preguntas, si sigues así vas a entrar en pánico, respira... -Willy inhaló por la nariz y Frank lo hizo con él, luego ambos exhalaron- Ahora quiero que estés relejado, serénate.

-Está bien... -Dijo respirando hondo.

-Porque Luis ya está trayendo a tu novio –Dijo Willy con una sonrisa que se ensanchó divertida al ver cómo los ojos de Frank se abrían completamente.

En ese momento Frank, notó que Vegetta les estaba diciendo a todos lo mismo que le dijo Willy y estaban tomando sus lugares.

-¡Willy, no voy a poder! –Dijo entrando en pánico.

-A ver, déjame esto a mí –Jairo se puso delante de Willy y se paró frente a Frank-, viejo, ese nene te ama mucho, lo sabes ¿No? Claro que lo sabes y tú lo amas a él enormemente, dime ¿Qué es lo que te enamoró de él?

-Su... su risa, su voz, su personalidad –Comenzó a relatar, mientras lentamente una sonrisa se iba asomando por su cara-, luego lo conocí en persona y... me encantó su estatura, su piel pálida, su cabello, su sonrisa, sus lunares, su humor... amo como hay veces que necesita que alguien sostenga su mano con fuerza, amo cuando algo lo asusta y se refugia en mí, amo cuando se enoja y cuando se pone meloso, cuando tiene que ponerse de puntillas para besarme... lo amo a él completamente, amo todo de él.

-Pues ahora la persona que tiene todo eso que dices va a convertirse en tu marido –Dijo tomándolo por los hombros-, van a casarse... ahora piensa en todo lo que les queda por hacer, van a arrugarse y a engordar juntos por el resto de sus vidas, y tú vas a tener todo eso que amas de él junto a ti, así que fuera nervios, este momento es única y especialmente para ustedes dos, disfrútalo y no dejes que el miedo te lo impida ¿De acuerdo?

Frank asintió con la cabeza, con sus ojos sutilmente cristalizados, no dudó en abrazar fuertemente a su primo, quien le correspondió de igual forma. Frank ya estaba tranquilo, y vio con una sonrisa a su prometido llegar escoltado por Luis. Estaba precioso, llevaba un traje color beige, con una corbata roja y una camisa blanca, se veía muy lindo ante los ojos de Frank. Alex llegó al lado de Frank y ambos se miraron con una sonrisa enamorada.

-Estoy terriblemente nervioso –Susurró Alex con una sonrisa, encogiendo los hombros.

-Sólo sostén mi mano y estaremos bien –Dijo de la misma forma, luego levantó su mano y Alex no tardó en poner la suya encima, entrelazaron sus dedos y así se mantuvieron durante toda la ceremonia.

La boda fue increíble, luego de meses preparando todo para su gran día se dispusieron a disfrutarlo con ganas. Uno de los momentos más clásicos de las bodas es el lanzamiento del racimo y del guante, pero en esta boda había algo diferente, Alex no quería lanzar un racimo, al final decidió lanzar un guante también pero para las chicas. Fue genial, el guante de Alex lo alcanzó una amiga suya de la infancia, pero el de Frank tenía una trampita, se contó hasta tres pero no lo lanzó, en realidad, Frank se dio vuelta y se dirigió hacia Luis, ambos estrecharon sus manos con el guante entremedio. Luego Luis, con el guante en la mano, se dirigió hacia una confundida chica, su nombre era Anaís, quien vio atenta a su novio ponerse de rodillas frente a ella con una cajita y un anillo. Así es, Luis ahora tenía novia y habló con Frank para que le ayudara a pedirle matrimonio, Alex estaba muy feliz por Luis, y Frank, sabiendo lo que había hecho por Alex, no dudó en ayudarlo. Mientras Anaís comenzaba a romper en llanto de la emoción, Alex fue con Frank, ambos se abrazaron tiernamente mientras veían sonriendo aquella escena.

-Eso fue muy lindo Frank –Dijo Alex, reposando su cabeza en el hombro de Frank-

-Supongo que es un buen hombre –Comentó sonriendo.

-Te lo dije, es una buena persona –Ambos rieron-, qué tierno, a ella sí le preguntaron si quería casarse.

Frank rió, luego deshizo el abrazo para tomar las manos de Alex y arrastrarlo afuera de la sala de eventos, en donde tenía como únicas testigos a las estrellas de una bellísima noche, ahí Frank se arrodilló y miró a los ojos de su pequeño- Alex... mi pequeño hermoso... ¿Quieres casarte conmigo?

Alex rió ahora- Me encantaría... casarme contigo.

Frank se levantó y ambos se besaron lentamente entre sonrisas, fue el mayor el que se detuvo primero, sólo para separarse una mínima distancia del rostro contrario.

-Menos mal, no hubiese sabido qué decir si me decías que no ahora.

Ambos rieron una vez más, no tardaron en unir sus labios de nuevo, sin dejar de sonreír nunca más.

Ya ves que hay personas que están destinadas a estar juntas y que no importa lo que hagan, estarán unidas de por vida.


*****FIN*****

Estamos unidos (Staxxby) | Segunda temporada de Me gustaría conocerteWhere stories live. Discover now