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Alex, aún en el suelo, cubrió su rostro con sus manos y comenzó a llorar desesperadamente.

-¿¡Qué crees que estabas haciendo!? –Se dio cuenta de que Alex estaba llorando mucho, así que suspiró y lo tomó entre sus brazos, apretándolo contra su pecho- Ya pequeño, cálmate.

Alex continuó llorando un rato sobre el pecho de aquella persona, una vez se calmó se despegó lentamente del pecho de ese hombre para llevarse la sorpresa de su vida al reconocer esa melena rubia.

-¿¡Jairo!? –Exclamó alejándose súbitamente de él.

-Oye niño, tranquilízate ¿Sí?

-¿Qué estás haciendo aquí?

-De pie –Ordenó mientras se ponía de pie y extendía una mano hacia Alex- ¿Qué pasó?

-¿De qué hablas?

-¿¡Cómo que de qué hablo!? ¡Estuviste a punto de suicidarte! –Alex bajó la mirada- ¿Dónde está Frank? La última vez que los vi creí que estarían juntos toda la vida.

-Pues no fue así... cuando te fuiste nosotros nos separamos, te teníamos miedo, pero en los últimos meses Frank quiso volver conmigo... en fin, arruiné las cosas y ahora se va a casar.

-¿De verdad? –Alex asintió- No me digas que va a hacerlo con la zorra de Claudia.

El menor soltó una risa sarcástica- Pues entonces no te lo digo.

-Esa estuvo detrás de Frank desde que eran pubertos, parece que al final sí consiguió lo que quería.

-Oye, no me estás ayudando.

-Sólo estoy diciendo lo que es, no me culpes a mí.

-Sigues siendo un pesado ¿Te hicieron alguna cosa durante esos cinco años?

-Pues los cinco años completos de terapia –Bufó-, la odié mucho, pero creo que ya estoy bien... supongo que ya no tienes nada que temer.

-Aún así no me fío del todo.

-Como quieras tesoro –Respondió indiferente.


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Estamos unidos (Staxxby) | Segunda temporada de Me gustaría conocerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora