Estamos unidos (Staxxby) | Segunda temporada de Me gustaría conocerte

75/*

Frank conducía su auto muy concentrado por las calles de Madrid, había comenzado a tener un leve mareo, pero él sentía que debía arriesgarlo todo por Alex, por eso se mantenía muy atento a sus síntomas; a si su mareo aumentaba; a si sus ojos comenzaban a cerrarse; a si tenía que parar un momento para no perder la consciencia, además de también estaba pendiente del camino, para no terminar atropellando a alguien, pasándose una luz roja o incluso chocando. Llegó a la casa de Jairo y tocó la puerta suavemente un par de veces, pues tenía en cuanta que no debía hacer movimientos bruscos o comenzaría a decaer. Su primo fue quien abrió la puerta.

-Te habías tardado –Fue lo primero que dijo Jairo.

-Tuve algunas complicaciones para venir.

-¿Qué te pasó en la cabeza? –Preguntó notando la tremenda herida cubierta por una venda que, a su parecer, era demasiado pequeña como para esa inmensa abominación.

-Es por eso que no había podido venir, pero no importa... –Frank hizo una pausa y tomó aire- quiero ver a Alex.

-Él ya se fue, Frank.

Frank sintió que su sangre se helaba y que el sudor frío que sentía por haber conducido con semejante mareo se volvía aún peor, tanto que le erizaba la piel.

-Tienes que decirme dónde está –Balbuceó.

-Frank, él me pidió que no te lo dijera –Dijo, apartando un poco la mirada y arqueando sus cejas.

-Jairo –Frank lo tomó de los brazos-, a ti también te preocupa lo que pase con él, lo veo en los gestos que haces, en tu rostro, en tus ojos, por favor... tú tampoco quieres que desaparezca.

-Él... -Comenzó a hablar con una voz temblorosa que Frank jamás había oído, Jairo estaba teniendo un debate interno muy grave- Él me pidió que no te lo dijera...

-Por favor... -Imploró, Jairo suspiro.

-Pero si no lo hago él se irá por mucho tiempo, tus amigos estuvieron distrayéndolo estos días, pero él se fue, hace veinte minutos, partió a su casa a recoger sus últimas cosas ¡Detenlo rápido!

Frank miró aterrado a Jairo por un momento, luego no perdió un segundo más y corrió hacia su coche, se subió rápidamente, pero justo cuando giró la llave su cabeza comenzó a dar miles de vueltas. Frank comenzó a entrar en pánico. Sólo pudo sujetar su cabeza con sus manos y cerrar sus ojos con fuerza. 

*****