Prólogo

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- Mamá, cuéntame la historia otra vez. - Pidió el pequeño niño castaño, sentado sobre las piernas de su madre - ¡Porfi!

- Está bien. - Concedió su madre, con una sonrisa, mientras acariaba el pelo de su hijo - Ejemp, El hilo rojo del destino. Se dice que todas las personas, estamos destinadas a encontrar a nuestra alma gemela. Tenemos un hilo rojo conectando nuestro meñique con el de esa persona. El hilo puede enredarse, retorcerse, desenredarse de nuevo, pero nunca romperse. No importa el tiempo, lugar o circunstancias, en algún punto nos encontraremos con esa persona. Lo sabrás, Light, porque sentirás una conexión especial, casi mágica.

Los ojos de Light brillaron con emoción, un resplandor rojo notándose en estos. Su mirada se dirigió hacia el meñique de su madre y siguió ese escurridizo hilo rojo que salía por la ventana. Luego se fijó en su padre que los observaba a ambos con una sonrisa, su hilo salía por la puerta y no se veía en donde acababa.

- Entonces, ¿por qué tu hilo no está conectado con el de papá?

La pregunta le había salido natural. Por una parte se sentía confuso y por otra algo triste.

- ¿Pero qué tonterías dices hijo? - Se rió su padre sentándose en el suelo junto a ellos, con la pequeña Sayu de dos años en brazos - Tu madre y yo nos queremos mucho, ya lo sabes.

- El hilo rojo en realidad es invisible cariño - Aclaró su madre, sonriendo igualmente, pensando que su hijo se refería a que no podía ver ningún hilo - Pero te aseguro que existe y algún día conocerás a tu chica predestinada.

Light comprendió a temprana edad que debía mantener en secreto su habilidad de ver ese hilo, o podrían tratarlo de loco. Sus padres no estaban conectados, pero eso no quería decir que no se quisieran. Simplemente, se habían conformado con alguien a quien apreciaban porque aún no habían encontrado a la persona del otro lado del hilo. Y puede que nunca lo hicieran en esa vida.

Light dirigió su mirada a su propio meñique. El hilo rojo se movía en el aire y serpenteaba saliendo por la ventana, como prueba de que sus padres se equivocaban. Su alma gemela debía vivir muy lejos.

- Aún no puedes entender lo que es el amor, hijo. No tienes que pensar en esas cosas.

El pequeño niño asintió con una sonrisa. Era verdad, tan sólo tenía seis años de edad. Aún no le había gustado nadie y no tenía intención de enamorarse. Si no estaba conectado a esa persona significaba que en algún momento acabarían mal y él sufriría. No quería pasar por eso.

Su vista se dirigió irremediablemente hacia su hermana, ésta le sonreía mientras balbuceaba cosas inentendibles y le extendía sus pequeñas manitas, tratando de tocarle. A Light siempre le había extrañado que ella no tuviera hilo.

- ¿Es posible que alguien no tenga un hilo en su meñique? En ese caso, ¿esa persona estará sola para siempre? - Preguntó, preocupado por el futuro de su querida hermanita - Debe ser muy triste...

- Mm... Si alguien no lo tiene debe de ser porque su alma gemela no está en este mundo... - Razonó Sachiko, mirando hacia el techo con una sonrisa, como si realmente le pareciera lógico todo eso de las almas gemelas - O aún no ha nacido, o ha muerto.

- Aunque yo no me preocuparía por eso Light, eres un chico muy guapo, ya verás cómo sí que te casarás con una hermosa chica. - Añadió su padre, revolviendole el pelo. Light bufó, sus padres siempre le desordenaban el pelo que él tanto se esforzaba en peinar todos los días.

- ¿Y ella cómo será?

La pregunta dejó descolocados a ambos adultos que se miraron entre ellos sin saber bien qué decir.

- No lo podemos saber, hijo. ¿Cómo quieres que sea? - Preguntó Soichiro, reacomodandose las gafas - ¿Rubia, morena?

El niño se lo pensó unos momentos. No estaba en sus manos elegir, pero si pudiera estaba seguro de que no se guiaría por el físico. A decir verdad, el aspecto de las mujeres le importaba más bien poco.

- Inteligente - Light odiaba explicarle cosas a la gente, prefería alguien que pudiera entenderle - también misteriosa y única. Alguien con quien no me aburra, vamos.


¡Hola, gente! Como veis me he animado a escribir un fanfic, el primero que hago. Si tenéis algo que decir u opinar podéis ponerlo en los comentarios sin problema.

Este ha sido el prólogo de esta nueva historia. Quiero aclarar que trataré de subir un capítulo semanalmente, seguramente los lunes o martes. A continuación subiré el primer capítulo, espero que os guste.

Hilo rojo del destinoWhere stories live. Discover now