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Narra Light

El instituto es muy aburrido. Todo son las mismas clases fáciles, los mismos compañeros y los mismos profesores.

Este curso ya van dieciséis chicas que he rechazado. Lo cual es normal, sé que soy el chico más hermoso, inteligente y encantador de todo el roñoso instituto.

A pesar de eso no me siento mal, sé que ninguna de esas chicas era mi predestinada. Estaba bastante seguro de que ella vivía en otro país, porque un día subí a un rascacielos y pude ver como mi hilo se perdía en el horizonte. Pero, entonces, ¿cómo nos conoceremos? ¿Cuándo? ¿Debería empezar a viajar para ver si casualmente me la encuentro de vacaciones tomando el sol? No, no creo que consiga nada con eso.

De todas formas, tampoco es tan importante. Puedo vivir sin necesidad de una novia, aunque eso no quiere decir que no tenga curiosidad por tener relaciones sexuales. ¡Pero no pienso follar con cualquiera!

Me quedo pensando un poco más de la cuenta en mi alma gemela. ¿Qué haré cuando la conozca? Puede que una primera mala impresión lo eche todo a perder y me quede solo para siempre. Puede que acabe odiandome. O puede incluso que se muera y mi hilo desaparezca.

Mientras estoy pensando en ese primer encuentro, mis ojos captan algo caer desde el cielo. Miro a través de la ventana de clase, sin prestar atención a lo que dice el profesor. Es un libro, "Death Note" está inscrito en él.

¿Qué era eso? ¿Un cuaderno de muerte? Al final, mi curiosidad me gana y cuando se acaban las clases voy a recogerlo.

"Cómo usarlo:
La persona cuyo nombre sea escrito en este cuaderno morirá en 40 segundos.

En esos cuarenta segundos se puede escribir la causa de la muerte. Si no se especifica, la persona morirá simplemente de un paro cardíaco.

Después de escribir la causa de la muerte, tienes 6 minutos y cuarenta segundos para escribir los detalles..."

- Menuda estupidez.

************************************

Hace un tiempo que he empezado a castigar a los criminales de todo el mundo con mi Death Note. Mi objetivo es crear un nuevo mundo sin crimen, del cual yo seré el Dios. Nada ni nadie me impedirá lograr mi sueño. Es una promesa.

Ahora mismo me encuentro escribiendo todos los nombres que puedo, mientras escucho el sonido de una manzana ser deborada. Dichoso Shinigami, siempre molestando. Pero ese no es el único sonido que se escucha.

Alguien está intentando abrir mi puerta, aunque ésta tiene puesto el pestillo. Distingo la voz de Sayu al otro lado de la puerta. ¿Ahora qué querrá?

Guardo la Death Note en el cajón de mi escritorio y la dejo pasar.

- ¿Me ayudas con matemáticas? Es que es muy difícil...

- Sí, claro. ¿Hoy no viene tu amigo? - Pregunto con interés. El otro día Sayu había estado hablando con un chico en el salón. Me llamó la atención únicamente porque los meñiques de ambos estaban conectados por un fino hilo rojo.

- No es mi amigo, es el hijo de una amiga de mamá, ya lo sabes. - Replicó Sayu, cruzandose de brazos - ¡Es muy pequeño y molesto! Vino el otro día porque mamá y su madre habían quedado para tomar un té, nada más.

- Ajá. - No insistiré más. He aprendido por las malas que no debo forzar las relaciones de los demás. Sayu y ese chico están destinados a estar juntos, pero puede que no lo hagan hasta dentro de veinte años, no puedo saberlo.

Tampoco puedo saber cuando se divorciarán mis padres, o si lo harán. Sólo sé que hay dos personas por ahí capaces de estropear esta familia. Aunque ya me he mentalizado para afrontar ese momento cuando llegue.

- Oye, Light. Si tu hermana toca la Death Note podrá verme y oírme. - Comentó Ryuk comiendo una manzana tranquilamente mientras Sayu se sentaba en la silla de mi escritorio.

¿¡Y LO DICE AHORA?! Maldito Shinigami. Tengo que encontrar una forma de esconder la Death Note y evitar que alguien la encuentre.

Le ayudo a Sayu con los deberes como he prometido, siendo cuidadoso para que no se encuentre con la libreta. No quiero hacerlo, pero si algo sale mal y alguien la encuentra... Puede que me vea obligado a matar a mi propia familia.

Prefiero no pensar en eso así que cuando termino de explicarle matemáticas a mi hermana y ella sale agradecida de la habitación, me centro en encontrar un escondite adecuado. No puede ser cualquier cosa.

Se me viene una idea a la cabeza después de estar pensando un poco, aunque es algo compleja.

Mm... Más vale que esto funcione o si no podría acabar quemando mi casa.

Al día siguiente me puse manos a la obra para crear el escondite perfecto: un doble fondo en mi cajón, para acceder al cual había que meter un bolígrafo por un agujero escondido. Era perfecto, y si alguien trataba de abrirlo de otra manera, se incendiaría y así se eliminarían todas las pruebas en mi contra.

Le expliqué totalmente orgulloso mi plan a Ryuk, quien no pudo más que estar de acuerdo con que había sido muy precavido e inteligente.

Sonreí, me encantaba que alabaran mis cualidades. Me dispuse a comenzar a escribir nombres de criminales al ver que empezaban las noticias, pero un anuncio internacional interrumpió las mismas.

- Buenas tardes. Soy Lind. L. Taylor, mejor conocido cómo L.

...

- ...Obviamente estoy muy interesado en saber cómo cometes los asesinatos, pero tendré tiempo para interrogarte sobre ello cuando te atrape.

Nunca me había sentido más humillado en mi vida. Pasé mi mirada del nombre escrito en la libreta a la L de la pantalla con odio.

Ese tal L se había burlado de un dios, ahora debía pagar por ello.

- L... Te encontraré donde quiera que te escondas y te eliminaré. Yo soy... ¡La justicia! - Grité, lleno de rabia.

Maldito L... Aún no le conozco y siento que me va a dar demasiados problemas. No puedo esperar para escribir su nombre en mi Death Note.

Esto es un duelo de intelectos. Uno en el cuál, el primero cuya identidad sea revelada morirá. Y yo voy a ganar, L.

Prepárate para morir porque no permitiré que nadie se interponga en mi camino.

Hilo rojo del destinoTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang