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Light caminaba por el campus de la universidad pensativo. Una tal Kyomi Takada le hablaba sobre algo, pero él no prestaba atención.

Tenía cosas más importantes en las que pensar que en esa pesada.

Para empezar, estaba Misa. La situación era muy complicada porque tenía que evitar juntarse con la chica hasta matar a L, pero la tonta de ella quería que fueran novios y que quedaran a diario, estaba claro que no entendía nada. No podía matarla porque Rem le mataría a él, además tenía que evitar que la atraparan.

Luego estaba el tema de matar a L. Había conseguido convencer a Rem de ser ella la que lo matara, solo tenía que llevarla hasta él. Así de fácil.

Pero Light se encontraba indeciso.

Lo había pensado demasiadas veces. Tenía que matarle, no había otra opción.

Si no le mataba y teniendo en cuenta que tenía que tratar con Misa, solo era cuestión de tiempo que acabara descubriendolos. Y entonces Light sería ejecutado.

No, no podía permitirlo. Pero se sentía muy bien cuando estaba con Hideki, sentía que tenían una conexión especial.

No solo porque estuvieran destinados a estar juntos. Ryuzaki era la primera persona con la que podía mantener una conversación inteligente. Estaba seguro de que aunque no le gustara, le habría costado matar a alguien así.

Por tanto tenía que pensar en cuándo y cómo moriría el chico que le gustaba. Si es que era capaz de dar esa orden antes de que fuera demasiado tarde.

- Light. ¿Me estás escuchando?

- Sí, claro. - Mintió fácilmente el castaño, mirando de reojo a la chica.

- ¿Entonces te parece bien? - Insistió ella, tirando del brazo de su compañero.

Light desvió la mirada, no queriendo admitir que no le había prestado ni la más mínima atención a la chica. Entonces sus ojos se encontraron con los de Hideki, que estaba sentado de forma peculiar en un banco.

- ¡Hola, Light!

La cara del castaño cambió en segundos. De mostrar una completa indiferencia pasó a sonreír genuinamente al ver al chico saludarle.

- ¡Hola, Hideki!

- ¿Lo... conoces? - Preguntó Takada entrecerrando los ojos.

- Claro, es mi amigo. Takada, ¿me disculpas? - Se soltó fácilmente del agarre de la chica y le sonrió falsamente - Quiero hablar con él.

- Pero... No has respondido a mi propuesta...

- Luego hablamos. - Cortó el castaño - Adiós.

Sin prestar más atención a su compañera, Light se acercó hasta el banco con una sonrisa.

- Vaya, no esperaba verte por aquí.

Hideki desvió su mirada de la chica que hasta entonces había estado acompañando a Light para mirarle a él. Kyomi aún no se había ido y eso le incordiaba.

- La universidad es entretenida siempre que no intenten matarme. - Comentó levantándose de su asiento y poniéndose los zapatos.

- Oh, cierto. No deberías salir, es peligroso para ti.

- ¿Peligroso? - Inquirió el otro alzando una ceja mientras se acercaba algo más a su amigo - Light, de aquí solo tú sabes quién soy en realidad. Si muero en los próximos días, tu padre y el resto de policías tienen ordenes de arrestarte. Ya te lo dije.

Mierda, es cierto. Ya me ha dado una razón más para no matarle. Cuanto más tiempo deje pasar más difícil se me hará matarlo, pero ahora es imposible hacerlo.

Hilo rojo del destinoWhere stories live. Discover now