2

15.8K 1.7K 1.7K
                                    

Light había comprobado que L podía llegar a ser realmente molesto.

¡Poner cámaras en la habitación de un civil! Eso tenía que ser un delito, pero estaba claro que el detective no tenía límites.

Lo más seguro es que ya hayan encontrado la conexión entre Naomi Misora y el agente del FBI, por lo que estaban haciendo lo mismo con todas las personas a las que vigilaba Raye Penber.

Por suerte, Light estaba preparado para esa situación y si salía bien, podría quedar libre de sospechas.

El papel que había puesto en la puerta lo habían vuelto a poner en su sitio, así que debían saber que no quería que nadie entrara a la habitación. Ahora sólo debía darles una razón por la que un adolescente normal haría eso.

Cogió una revista de chicas semidesnudas que tenía oculta en la estantería y se tumbó en la cama para mirarla mientras Ryuk buscaba todas las cámaras de la habitación.

Observó la primera imagen, una chica rubia vestida sólo con un tanga rojo y un sujetador "sexy" del mismo color.

Por alguna extraña razón, no se sentía en absoluto excitado por la imágen. Tal vez era porque sabía que su padre y L le estaban observando en ese momento.

O tal vez había otra razón, pero Light no tenía tiempo de pensar en ello.

Dios... Mi padre debe de estar flipando. Y L seguramente también.

Maldito L. De seguro es un cincuentón calvo y pervertido que disfruta viendo a mamá y a Sayu desnudas. Porque si ha puesto cámaras, digo yo que habrá puesto en todas partes, incluso en el baño.

Light cierra la revista con una expresión seria y la guarda en el mismo escondite de antes. Ryuk se tumba en la cama agotado mientras Light se pone a hacer deberes y le explica que hay 64 cámaras y donde están.

Mmm... ¿64 sólo en mi habitación? Esto es increíble, definitivamente tiene que ser L. Seguramente cuenta con que me encuentre alguna.

El castaño se queda pensando unos segundos. Tiene apuntados nombres de criminales de antemano, los cuales morirán estos días. Sin embargo, L sabe que puede controlar la hora de la muerte, por lo que si no muere ningún criminal cuyo rostro y nombre Light no pueda ver, será aún más sospechoso.

Tenía que pensar en un plan ya de ya.

El japonés siguió estudiando durante hora y media, sin mirar las noticias en ningún momento. De pronto, un plan brillante se le vino a la mente.

Perfecto. Sólo necesito una bolsa de patatas y cuarenta mil yenes. - Se felicitó internamente, una pequeña sonrisa asomando en su rostro - Prepárate L, porque tú serás testigo de mi cuartada.

************************************

- Ryuzaki, llevamos una semana con las cámaras puestas y no hemos sacado nada en claro. ¡Mi familia es inocente!

La queja del jefe de policía llegó a penas a los oídos del detective, quien estaba demasiado ocupado mirando la pantalla.

- Demasiado inocente, diría yo. - Comentó L, mirando a Light estudiando como siempre. Por algún motivo desconocido para él, aparte del obvio, tenía una extraña obsesión por el chico. Debía ser porque era bastante inteligente, así que había más posibilidades de que fuera Kira.

Soichiro se secó el sudor de la frente con un pañuelo. Tenía dolor de cabeza y estaba claro que estar encerrado ahí espiando a su familia le estaba afectando.

- Esto es demasiado. He visto cosas que no quería ver. ¡Mi hijo leyendo esa clase de revistas, por favor!

- Ya le dije que es completamente normal en un chico de su edad. - Replicó el otro, aún sin mirar al adulto - Pero estoy seguro de que no era eso lo que trataba de esconder... - Ryuzaki pensó unos segundos, observando la espalda del castaño - Él... Es demasiado perfecto.

- Ryuzaki. Me siento demasiado mal viendo a mi hija y a mi mujer bañándose o cambiándose de ropa sin su permiso. - Se quejó el policía, acalorado - ¡Y aún peor me siento dejando que tú las veas así! Sé que fue mi idea, pero...

- No debe preocuparse por eso, señor Yagami. - Cortó L - No estoy interesado ni en su esposa ni en su hija.

- Ryuzaki, han muerto dos delincuentes menores de ataque al corazón - Informó Watari, entrando a la habitación - Un carterista y un bancario.

El policía se sorprendió, pero Ryuzaki se mantuvo imperturbable. Sus ojos moviendose de una pantalla a otra con rapidez.

- ¡Es él! - Exclamó Yagami. L asintió, simplemente.

- Mientras, su esposa e hija han estado viendo un progama en la televisión. Al acabar, la han apagado y no han vuelto a verla. - Informó el detective, con los ojos pegados a la pantalla - Desde las siete y media, Light Yagami ha estado estudiando en su habitación... Se supone que quien no ha visto las noticias no puede ser Kira.

- ¿Ves? Mi familia es inocente.

- Mm... No. Me parece muy raro que Kira mate a criminales tan bajos nada más se transmitieron sus identidades. - Pensó L en voz alta - Es como si su objetivo fuera demostrarnos que Kira sigue matando aún si está vigilado. Para así quedarse fuera de sospechas, claro.

- Pero... ¿De dónde sacas tú eso?

- Sólo llevamos una semana, seguiremos con las cámaras un tiempo... - Añadió L, haciendo caso omiso a la pregunta - Como he dicho antes, la familia Yagami es casi demasiado inocente.

El jefe Yagami boqueó asustado, mientras, L miraba con atención el cuarto de Light.

************************************

- En los últimos días he estado revisando las grabaciones. - Habló el detective, sentado de cuclillas sobre una silla mientras comía una fresa - La vigilancia de las casas Yagami y Kitamura han revelado... Nada.

- Entonces... Aún no tenemos un sospechoso. - Se desanimó el policía más joven del grupo.

- Da igual, Matsuda. - Habló Soichiro, tratando de animar a su compañero - Seguiremos otras pistas y lo encontraremos.

- No me malentendais. - Añadió L, viendo por donde iba la cosa - Sólo he dicho que no hemos sacado nada en claro con base en la vigilancia. Si Kira está ahí, significa que puede matar aún si está siendo vigilado.

Kira no cometerá ningún fallo aún siendo vigilado por las cámaras. Entonces, no sirven de nada.

Ryuzaki comenzó a razonar en su cabeza, mientras miraba su café extremadamente dulce.

Sin embargo, Kira no es un dios, sólo una persona de mente infantil pretendiendo serlo.

Y yo voy a cazarlo.

Lo ideal sería que confesara o lo pillaramos matando a alguien... Pero él es demasiado cuidadoso y eso no va a pasar.

¿Qué puedo hacer?

- Mmm... - Murmuró L, pasándose un dedo por su labio y mirando fijamente a Light a través de la pantalla.

Tal vez sea hora de arriesgarse.

- Quitaremos las cámaras y micrófonos.

Hilo rojo del destinoWhere stories live. Discover now