Hilo rojo del destino

10

- Ryuzaki, hemos recibido una respuesta del segundo Kira. - Anunció Watari a través del ordenador.

Todos los presentes se giraron para mirar a la pantalla.

- ¿Cómo? ¡Ha picado! - Se alegró Matsuda, sonriendo a los presentes.

- Te mando una copia de las imágenes por el ordenador, - continuó hablando Watari - de momento, id escuchando la respuesta.

El anciano cortó la conexión y un video comenzó a ser reproducido en el ordenador. En la pantalla aparecía el nombre Kira escrito, con una fuente rara.

- Te estoy muy agradecido por tu respuesta Kira, haré todo lo que tú me pidas. - Se oyó una voz distorsionada salir del ordenador, mientras Light sonreía para sus adentros.

Perfecto. Hará todo lo que yo le diga. Está claro que es un sujeto fácilmente manipulable. Como quiere complacerme supongo que insistirá con que L salga por la televisión.

- Te admiro y me gustaría mucho conocerte Kira. - El segundo Kira hizo una pausa antes de continuar, como si estuviera pensando en lo siguiente que diría - Por tu forma de actuar creo que no tienes los ojos. - Al escuchar eso Light no pudo evitar abrir los ojos de la impresión - Pero te prometo que no voy a matarte, puedes estar tranquilo.

Gilipollas. ¿Cómo se le ocurre revelar lo de los ojos de shinigami en un video que va a ver todo el mundo?

- ¿A qué se refiere con eso de los ojos? - Preguntó Aizawa, bastante confundido.

- Ni idea. - Replicó Matsuda, igual de confuso.

- Por favor, piensa en una manera de encontrarnos sin que la policía nos descubra. - Siguió hablando el del video. Por cada palabra que decía, cada hecho que revelaba, a Light le caía peor - Cuando lo hagamos podremos reconocernos mostrándonos nuestros respectivos shinigamis.

- ¿¡Shinigamis!? - Gritaron los policías anonadados, sin creer lo que estaban escuchando.

Light solo frunció el ceño.

Pedazo de imbécil. ¡Tengo que hacer algo inmediatamente!

- ¡AHHHHH!

De repente, Light y el resto de policías pudieron observar como Ryuzaki gritaba levantando las manos y se caía de la silla.

- ¿Qué pasa? - Preguntó Aizawa extrañado.

- ¡Hideki! ¿Estás bien? - Light se lanzó a sujetarlo antes de que su cabeza tocara el suelo. El castaño notó como el resto también se acercaban preocupados, pero no le importó. En ese momento lo único que le importaba era la cara de terror que tenía Hideki - Oye... Hi... Ryuzaki- Se corrigió - ¿Qué te pasa?

- Shi-shinigami... - Fue su temerosa respuesta, miraba al frente, pero parecía perdido en sus pensamientos - ¿En verdad existen?

- Que tontería.

- ¿Cómo van a existir?

Light ignoró las voces de Matsuda y Aizawa. ¿No se daban cuenta de que Ryuzaki estaba pasando por un mal momento?

- Es cierto Ryuzaki - Light agarró suavemente la mano del otro, con intención de tranquilizarlo. L le observó de reojo, todavía nervioso, pero bastante menos que antes de entrar en contacto con Light. El hilo que los unía empezó a brillar levemente - Tranquilizate. Los shinigamis no existen, ¿de acuerdo? No pueden hacerte nada. Es imposible que existan seres semejantes, así que relajate.

- Pero Kira obligó a unos presos a escribir un mensaje en el que hacía referencia a los shinigamis... - Explicó L, sin tranquilizarse por completo. Light afianzó el agarre de sus manos.