26. El primer beso

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Hace 10 años...

Jamás olvidaré el pool party de Elena. ¡No! No por el hecho de que haya sido la primera fiesta a la que asisto durante mi adolescencia -ni tampoco debido a esa chica pelirroja que se cayó de borracha a la piscina- sino porque ese día fue cuando probé por unos etéreos segundos la vainilla de los labios de Jö. ¡Sí! A eso me supieron cuando el nerviosismo de los míos hizo cortocircuito bajo el arrebato de los suyos.

Sin embargo, en la fiesta vi demasiadas cosas extrañas para mis cortos catorce años. Logré mimetizarme entre el gentío de adolescentes, lo cual implicaba que todos mis sentidos estuviesen agudos a lo que sucedía a mi alrededor. Conocí a mi famoso "pretendiente", y vaya que resultó ser más guapo de lo que me esperaba. Entendí la decepción de Elena al enterarse de que Erick se fijó en mí. Alto, ojos azules y oscuros como un océano nocturno en medio de una tormenta, gestos dóciles y llenos de confianza que te atraían por inercia. Recuerdo que conversamos un buen rato sobre las clases y en cómo nos hicimos amigos de la chica más popular de la escuela. Luego, llegó Jö a rescatarme con la excusa de que ya era momento de meternos a la piscina o terminaríamos rojas como camarones. Ella también había tenido una larga charla con Chase, pero nada de qué preocuparse. según me dijo.

Conocí a más chicas y chicos del círculo social esnob del que tanto había pasado invisible durante años. Sin embargo, lo que me llamó la atención fue que, al anochecer, cuando la mayoría ya estábamos conversando fuera de la piscina y la música era ideal para bailar con pareja sucedió una gran sorpresa, las conversaciones bajaron de decibelios hasta convertirse en murmullos. Estaba segura de que Jill -la castaña de tercer año- no conocía a Philip, pero me quedé sin palabras al verlos besándose mientras bailaban. Parecía que la vida se les iba en esos momentos, pero no eran los únicos "desconocidos" que lo hacían. Una pareja de segundo año estaba muy pegada entre sí mientras él hundía su boca en el cuello de ella casi como Drácula sobre su víctima. Todo eso me producía escalofríos. Había escuchado que en las fiestas sucedían estas cosas de que dos personas que jamás se han visto se pueden besar, acariciar y todo eso, pero siempre creí que eran exageraciones.

Aún recuerdo que casi me subí a la mesa por puro espanto al dar un brinco cuando Erick se acercó hasta mi sitio para invitarme a bailar. Jö había entrado a la casa para poder conversar por teléfono con su mamá, así que no había quién me salvase. Lo gracioso fue que seguro me debí de haber puesto tan pálida que el mismo Erick me preguntó si me sentía bien, a lo que susurré un genuino "no". Él se ofreció a traerme un vaso de agua y mi alma suspiró de alivio, pero recién me relajé de verdad cuando vi regresar a mi amiga. Le expliqué muy rápido lo que sucedió. Ella se rio a carcajadas de las "cosas" que tanto me estaban escandalizando, pero en el fondo me entendía. A ella también la había invitado Chase a bailar, pero lo rechazó tres veces, <<no habrá una cuarta, Paula>> exclamó con decisión. Mi mente seguía dando vueltas sin entender sus palabras hasta que Erick volvió con el agua, ella hizo un teatro sobre que se sentía muy mal y que yo la llevaría de vuelta a su casa. Con el otro chico fue lo mismo, pero en ese caso yo era la que se sentía indispuesta de continuar en la fiesta. Elena estaba más entretenida coqueteando con dos chicos de tercer año, así que ni cuenta se daría que nos fuimos a penas a las siete de la noche de su fiesta.

- Lo siento, Jö. Seguro que querías seguir disfrutando de la reunión. Ahora por mi culpa...

- Shh -su índice había caído sobre mis labios para silenciarlos-. Si tú no te diviertes, entonces, yo tampoco lo podría hacer. No soy de asistir muy seguido a las fiestas de Elena, pero quería traerte a una para que veas qué tal son.

¿Cómo no enamorarme de mi mejor amiga? Sus actitudes son tan cariñosas y empáticas hacia mí que la amistad no me basta para corresponderle.

- Estuvo bien hasta el atardecer... -susurré con la sonrisa partida-.

No seré tu PrincesaWhere stories live. Discover now