38. Rompiendo Promesas

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Washington DC

¡Escándalos! ¡Escándalos! ¡Escándalos!

¡Siiiií! Mi amorosa publicación remeció los cimientos de toda la prensa social del país y hasta me atrevería a decir que también del extranjero. Me pregunto a cuánto estará valorada una fotografía mía con "el amor de mi vida" en estos instantes. Seguro que con cada minuto que transcurre la cotización no deja de subir. Aunque pareciera que el post donde tomo de la mano a Chlöe en la playa de Miami fue por motivos ególatras -como "realzar mi notoriedad" en Instagram-, la verdad es una muy distinta. Lo hice para dejar en claro a mis princesas que ya tengo novia -por primera vez desde que soy figura pública- y la otra razón fue para ayudar a Chlöe. La mejor manera de olvidar noticias y escándalos es creando una más intensa e interesante. Las redes sociales están pendientes de cada uno de mis movimientos, la prensa no deja de hostigarme, pero así hago que buena parte del mundo se olvide por un momento de Léa y Adrien hasta que se enfríen las cosas.

Claro que crear un incendio más grande e incontrolable que el anterior será más difícil de manejar y apagar, pero prefiero ser yo quien tenga que correr con los riesgos que mi novia. Un gran costo de ello será el dejar nuestras citas en la ciudad por un buen tiempo, pues, a la primera oportunidad, una simple fotografía sería suficiente para que nuestros nombres saliesen en los titulares. También podría invitar a alguna de mis exprincesas a solo tomar un café un día de estos, así engaño al mundo con que ella es la afortunada que me robó el corazón, y continúo con mi dulce vida al lado de mi Chlöe.

¡Constantes y variables! ¡Y muchos equilibrios posibles!

Esta última semana de enero se nos hizo muy rápida. Aunque empezó de una forma extraña para mí, pues en el trabajo todos mis amigos y amigas me felicitaron por el "compromiso", cualquiera diría que la fotografía era una confesión de que me voy a casar -¡aunque eso es lo que más anhelo!-. Para nadie es un secreto que con la fama que me precede, lo de sentar cabeza se veía lejano e inalcanzable, pero cuando una se enamora es para siempre. La tarde del lunes me llevé una sorpresa cuando salí a almorzar con Dallas. Ella me quería mostrar unas fotografías sobre la nueva línea de primavera que estaba por estrenar Chanel, sin embargo, por casualidad mis ojos lograron ver la burbuja de Messenger que pertenecía a la última persona que quisiera ver en el universo.

- Dallas, ¿conoces a Cristina de Las Casas? -pregunté en automático, sin detenerme a pensar si era una buena o mala idea hacerlo-.

- Emm... Sí, Cris es mi mejor amiga... pero...

No tuve que hacer suposiciones o pensar mal. El tono de su voz fue suficiente para confirmar que ella lo sabe todo.

- No te preocupes, entiendo -murmuré, perdida en mi mente-.

- Ana Paula, te juro que nunca le pedí a mi papá ser asistente de tu área para estar cerca de ti -se adelantó a aclarar-.

- En serio, Dallas, no hay problema. Solo me dio curiosidad ver la burbuja de chat de Cristina.

- Sé las tonterías que ha intentado hacer para que te fijes en ella.

Confesó luego de unos segundos en que me sostuvo la mirada, pero luego sus ojos perdieron el brillo y se refugiaron en los restos que quedaba de jugo de naranja en el fondo de su vaso.

- No es por echarte la culpa, pero desde que Cris te conoció, no ha vuelto a ser la misma. En sus propias palabras, ella creyó que contigo tenía una conexión especial -susurró con una amargura que conozco perfectamente-. La vi muy feliz los primeros días, pero luego de tu accidente, algo se quebró en su interior.

No seré tu PrincesaOnde histórias criam vida. Descubra agora