"¡Vete al infierno!"
"De ahí vengo, ángel. Y, no hay forma de que me hagas volver"
Ambos estaban perdidos, en un lugar al cual no podían llamar hogar. Mientras que su mente lo único que lograba era confundirlos y no hacer nada fácil su estadía. Los...
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Heaven – EXO
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—Me llevaré esto —la voz lo hizo levantar la cabeza rápidamente del vaso que se encontraba en sus manos. Miró confundido al dueño de esta, sin creer lo que escuchó salir de sus labios.
—¿Estas seguro? No creo que sea buena idea no te ves... bien —dijo, con un tono poco desconfiado. El ángel frunció el ceño ante sus palabras, estaba molesto. Lo notaba en su mirada.
—¿Desde cuando te importa? No veo que tengas algún problema con darles alcohol demás a todos los humanos que se te acercan —haba cierto resentimiento en el tono del ángel. Algo andaba mal, pero lo que no sabia era si seria buena idea meterse en aquello.
—Solo decía —se encogió de hombros y llevo su mirada a la botella de Vodka que sujetaba el ángel de cabellos rubios en sus manos con recelo. No había duda que Michael tenía algo que ver en todo esto —. Sabes que puedes hablar conmigo de cualquier cosa, ¿verdad? Sé que no soy un ángel, pero sabes que puedo escucharte.
—Sí, gracias. De verdad, Calum —había una débil sonrisa ahora en el rostro, la cual no tardo en borrar cuando su mirada fue a la botella. Dejó el mismo vaso que tenía en sus manos hace un momento, pero con ya agua servida en él sobre la mesa. Luke lo tomó y soltó un suspiro —. Creo que este lugar, esta que juega demasiado con mi mente. Yo-... Ya no sé que tengo que hacer. Me siento completamente perdido.
—La tierra es un lugar bastante complicado —el rubio se llevo el vaso hasta sus labios y tomó un sorbo del agua. Sus ojos estaban rojos alrededor, como si hubiera estado llorando. Sintió algo de rabia hacia Michael por alguna razón. Tal vez, en cierta forma, agarró ciento cariño a otro ángel —. Logra jugar demasiado con tus emociones, y nosotros no somos de la clase que sabe cómo manejarlas. Ya sabes, los que no pertenecemos aquí.
—Creo que tienes razón —el vaso fue dejado sobre la barra, ya encontrándose vacío. El ser tenía una mirada pensativa, posiblemente pensando en aquellas palabras —. Tú y Ashton-... Ustedes-
—Mal tema para tocar, ángel —lo interrumpió. Luke soltó un corta risa, duro poco, pero estuvo seguro que fue sincera —. Creo que nosotros les ganamos.
—Lo haces feliz, ¿sabes? —lo miró confundido, fingiendo (o no queriendo) entender aquellas palabras. Él volvió a reír —. Jamás vi a Ashton sonreír tanto los últimos días. Creo que hasta vi hoyuelos en su rostro que no sabía que tenía. Estoy feliz por ustedes.
—No hay razón porque estarlo —bajó su mirada al solo vaso que se encontraba en la barra. La mirada del ángel seguía encima suyo, y esta vez fue su turno de suspirar —. Ashton es un ángel, yo soy un demonio. Uno que se volvió mortal en el momento que llego a este lugar. Moriré, de una u otra forma, y ahí será cuando la misión de él acabe.
