"¡Vete al infierno!"
"De ahí vengo, ángel. Y, no hay forma de que me hagas volver"
Ambos estaban perdidos, en un lugar al cual no podían llamar hogar. Mientras que su mente lo único que lograba era confundirlos y no hacer nada fácil su estadía. Los...
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No Shame – 5 Seconds Of Summer
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—¿Puedo...? —la voz del chico era algo insegura. Sus ojos color gris miraban el espacio vacío de la cama a su lado. Se hizo a un lado, dando a entender que podía sentarse.
—¿De qué quieres hablar? —dijo ya algo más calmado. No entendía porque Joe quería jugar este tonto juego, pero lo haría. El castaño se sentó y soltó un suspiro.
—De nosotros —lo miró, y frunció su ceño ligeramente. Era de esperarse.
Recuerda la primera vez que conoció a Joe, cuando tenía estas pesadillas recurrentes sobre su antigua vida. Habían pasado dos años desde que llegó a este lugar, y aun no lograba acostumbrarse a los lamentos de almas siendo torturadas que vagaban en sus sueños junto con los recuerdos.
Para eso, ya tenía una clara imagen de los recuerdos. Sabía quién era Luke, además de ya conocer gran parte de su historia. Estaba vagando por las calles de la ciudad, cuando encontró aquel viejo hotel, el mismo de sus pesadillas, donde todo acaba. No dudo ni un solo momento en entrar en él, y rentar la misma habitación. Fue ahí cuando escucho los gritos y el sonido un disparo.
Era el padre de Joe, solo solucionando otra mas de sus negocios. También recuerda no haber sentido miedo de la muerte, estaba harto de seguir en este lugar, solo siendo un fantasma. Su vida se basaba en estar en diferentes bares con Calum, y acabar en diferentes habitaciones de extraños cada noche. Hasta esa noche.
Hubo un golpeteo en su puerta, y recuerda lo rápido que latía su corazón cuando la abrió. Fue en ese momento que vio los ojos grises y el cabello castaño. Su rostro se veía preocupado, era la primera persona que lo veía así, pero sabía las intenciones del chico. Solo quería callarlo, y claro que lo hizo.
Después de eso, los encuentros entre ambos fueron mas constantes, hasta el punto en el que se llegó a aburrir ligeramente con él. Claro, eso dejó de pasar cuando se enteró que el padre de Joe era el dueño del mismo edificio en el que posó sus ojos desde el primer día. El mismo lugar en donde cayó.
Al comienzo, solo mantenía cerca a Joe hasta poder tener su plena confianza para lograr quitarle aquella propiedad, pero luego se acostumbró a su compañía. Era... lindo tener a alguien a tu lado cuando despertabas en una cama, o alguien con quien pudieras pasar tu tiempo. No era como Calum, había algo más. Tal vez, estaba la lujuria que ambos sentían por sus cuerpos, o la pasión en cada beso que compartían, que lo hacia adicto al sentimiento, pero jamás fue más allá de eso. Nunca hubo esa conexión.
Recuerda que había reglas, que creó. Como en la que Joe no podía demostrar afecto en público, también en la cual no podía llamarlo su "novio", aunque "prácticamente" lo fueran, no podían hablar de sentimientos, y mucho menos tocar el tema del futuro. Solo disfrutaban su mutua compañía, claro hasta que Joe lo arruinó.
