"¡Vete al infierno!"
"De ahí vengo, ángel. Y, no hay forma de que me hagas volver"
Ambos estaban perdidos, en un lugar al cual no podían llamar hogar. Mientras que su mente lo único que lograba era confundirlos y no hacer nada fácil su estadía. Los...
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Lost In Reality – 5 Seconds Of Summer
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—¿Ya puedo quitarme esto? —la voz del ángel era suave, mientras seguía siendo guiado por su mano. Negó con la cabeza, olvidando por un momento la situación en la que se encontraba el ser, pero de todas formas siguió caminando —. Michael, te juro que si me tropiezo con algo-
—¿Confías en mí? —preguntó, deteniéndose a la vez que su voz salió. Estaban a tan solo unos escalones cerca de su destino, pero primero quería asegurarse de que el ángel respondiera su pregunta.
—Claro que lo hago, Mike. Créeme que no hubiera dejado que alguien me vendara los ojos y me arrastrara por este mundo, sin saber mi destino, sino fuera porque confiara en él —una pequeña risa salió de sus labios, y eso fue suficiente para que subieran los escalones que faltaban.
—Llegamos, ángel.
Se detuvieron, o más bien, se detuvo, cuando llegaron al medio del gran escenario. Las luces amarillentas iluminaban su rostro, mientras que sus ojos estaban recorriendo cada zona del lugar. Ahora tenía la oportunidad de tomarse su tiempo y ver cada detalle de este. Era como si ya no tuviera vida, y esta se hubiera ido con el paso del tiempo.
Lo primero que notó fueron las butacas de terciopelo rojo, las cuales tenía un aspecto roído y mohoso. Luego, estaban aquellas luces en el techo, que iluminaban el escenario en el que se encontraba; algunas no funcionaban, pero si las suficientes como para dejarle ver al chico de su lado. Finalmente, sus ojos se posaron en el viejo piano de su lado; después de todos estos años seguía ahí, como si estuviera pegado al suelo. La madera estaba algo picada y sucia, pero las teclas seguían intactas. Era el último piano que sus humanas manos tocaron.
Este era el lugar en el que recibió su primera ovación, y también el mismo en el que tocó por primera vez una canción propia para alguien más; para Luke. Aquí estaba su historia, la mayor parte ella; donde todos los buenos y malos recuerdos ocurrieron. Era especial, y lo único que el tiempo no pudo llevarse consigo.
Es por eso por lo que trajo a Luke consigo, de nuevo. Quería pasar algo de tiempo a solas con él en este lugar, pero esta vez por más tiempo. Luego de todo por lo que pasaron los últimos días, sentía que necesitaban algo de tiempo alejados de aquel club.
No es como si las cosas hubieran estado yendo mal; más bien, era todo lo contrario. Luke actuaba como si nada hubiera pasado, tenía aun esa actitud positiva, sonrisa en el rostro y ojos brillantes. Y, era raro.
No lo tomen mal, pero esto no es para nada normal, y menos en un ángel. Sí, puede que Luke se haya dado cuenta que sus acciones no fueron con la intención de herir a alguien más; pero, de todas formas, asesinó a un ser humano. No parecía para nada consiente de aquello.
