"¡Vete al infierno!"
"De ahí vengo, ángel. Y, no hay forma de que me hagas volver"
Ambos estaban perdidos, en un lugar al cual no podían llamar hogar. Mientras que su mente lo único que lograba era confundirlos y no hacer nada fácil su estadía. Los...
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Monsters Among Men – 5 Seconds Of Summer
━━━━━━━☆✦☆━━━━━━━
Caliente.
Esa era la única palabra con la que podía describir cómo se sentía todo en este momento. Las manos que lo tocaban, los besos que recibía y los sonidos que salían de aquellos pecaminosos labios, todo era caliente.
Tal vez, esa era la razón por la que fue mandado a la tierra, para controlar aquella llama, antes que ocasionara un incendio, pero jamás contó con que lo terminaría quemando. Pero, no lo lamentaba. Prefería mil veces ser incinerado por aquella llama que no haberse acercado a ella.
Como ahora, que el cuerpo del dueño de esta estaba debajo suyo. Sus labios seguían unidos, mientras unas calientes manos se metían por debajo de su camiseta. Hizo lo mismo, tocando la ardiente piel. Sus dedos recorrían cada detalle, hasta que pellizcaron los erectos pezones. Fue un gemido lo que hizo que el beso acabara, y sus miradas volvieran a encontrarse.
Un brillo, parecido a una chispa. Eso fue lo que vio en el momento que se encontró con los ojos que se suponía que debía albergar oscuridad. Era un brillo único, uno que solo lograba ver cada vez que se encontraba cerca. Sabía que era el culpable este, y tal vez, también era el culpable de aquel incendio.
—¿Estas seguro de esto? —la voz del demonio lo hizo volver a la realidad. Los labios de este estaban ligeramente hinchados, pero no lo suficiente. Claro que estaba seguro de esto.
—¿De verdad estas preguntando eso cuando fui yo quien lo inicio? —soltó una corta risa. Sus manos dibujaban formas imaginarias debajo de la camiseta, sintiendo como la piel se contraía ante su tacto.
—Solo- Solo quiero estar seguro. Ya sabes, yo-... Puedo causarte grandes problemas allá arriba, querubín.
—Me arriesgaré —sus labios se pegaron al cuello del moreno, donde comenzaron a dejar cortos besos. El demonio soltó una risa ante eso. Cosquillas, los demonios podían tener cosquillas. Sorprendente —. Valdrá la pena. Tú vales la pena.
—¿Hasta que caigas? —la voz salió en un susurro, haciendo que sus besos se detuvieran. La mirada del demonio parecía insegura —. No quiero que caigas por mi culpa, Ashton. No quiero que quedes atrapado. La tierra no es lugar para ángeles.
—Tampoco se supone que lo es para demonios, pero míranos. Puede, no se trata de donde nos encontramos. Solo... —su mirada se fue al mar. Las olas se movían con de la misma forma salvaje que siempre. Como todas las veces que iba a verlas con Calum desde el primer beso que compartieron —. Solo, tal vez, se trata de encontrar a la persona que hace sentir que estas en el lugar correcto.
