the lone wanderes (+18)

Capitulo 36

Por alguna razón, ya sea por los dioses o por pura suerte, Sasuke parecía haber formado el hábito de encontrar mujeres en el desierto. Primero Rias, luego Robin, y ahora, esta chica.

La chica, cuyo nombre era Erza Scarlet, estaba comprensiblemente un poco más molesta que él.

Era uno de sus secretos (mal guardados) que leía novelas eróticas y obscenidades, algo que prefería guardar en la privacidad de su habitación. En su pijama, para ser más específicos. Y, para ser aún más específicos, su pijama consistía, al menos para esa noche en particular, en una delgada camiseta blanca y un par de bragas rojas. Y, por supuesto, esa noche, ella había decidido ... 'disfrutar' la escritura inteligente y las descripciones de dichas novelas.

Y ahora aquí estaba ella. En medio de un claro del bosque, sentado frente a un hombre extraño, aunque atractivo, medio desnudo.

Sasuke no se sorprendió cuando ella se levantó, levantó el puño y le lanzó un puñetazo. Estaba un poco distraído por la forma en que sus senos se movían cada vez que ella se movía, pero él era un shinobi, uno de clase SS, y esquivó sus ataques tan fácilmente como lo haría con un genio.

"¡Pervertido!" ella le gritó. "¡Hentai! ¿Dónde diablos crees que estás haciendo, bastardo?"

Él esquivó otro golpe, una sonrisa en su rostro cuando ella se extendió demasiado. En poco tiempo, él había asegurado sus dos brazos detrás de su espalda, tirando de la pelirroja contra su pecho y manteniéndola firme.

"No te traje aquí". le murmuró al oído. "Y será mejor que renuncies a esa mierda ahora mismo. Ahora, cálmate. Tengo un par de pantalones de chándal y una chaqueta que puedes usar, y podemos resolver esto. ¿De acuerdo?" Dijo Sasuke.

Luchó inútilmente por un minuto, antes de desinflarse. "Multa." ella dijo.

Sasuke no confiaba en ella. Formó un Kage Bunshin sin sello , que metió la mano en su mochila y sacó, tal como dijo, un par de pantalones de chándal y una chaqueta. El clon se disipó y la ropa cayó al suelo.

Soltó a la niña y retrocedió unos pasos.

Erza lo miró por un momento, antes de dirigirse con cautela hacia la ropa desechada. Respiró aliviada, ya que los pantalones de chándal demasiado grandes de varios tamaños cubrían sus bragas mojadas, y la chaqueta ocultaba sus pezones endurecidos a la vista.

"Muy bien. ¿Feliz ahora?" Dijo Sasuke, sus brazos cruzados sobre su pecho. "Ahora ... ¿cómo te llamas?"

"Erza". dijo ella suavemente. "Erza Scarlet."

Era claramente muy poderosa, notó Sasuke. Si hubiera estado en un estado mental correcto, probablemente habría hecho algo un poco más inteligente que acusarlo de frente. Tenía la postura y el físico de una poderosa kunoichi, y sus ojos marrones contaban historias de una mujer endurecida por la batalla y las penas.

Tenía el pelo rojo increíblemente largo, un tono oscuro que contrastaba con el rojo brillante de Rias. Ella era increíblemente hermosa, con senos increíblemente grandes, una figura de reloj de arena y, por lo que había visto, un muy buen culo necesitado.

"Soy Uchiha Sasuke, Erza". él dijo. "Es un placer conocerte."

Ella lo miró con la cabeza inclinada hacia un lado con curiosidad. "¿Tú ... realmente no sabes por qué estoy aquí?" Erza preguntó.