Capítulo 52

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Hola de nuevo!!

Espero que os guste este maratón!

Débora

Después de la relajante ducha, nos vestimos y bajamos al comedor.

-Estoy hambrienta. -murmuré mientras entrelazaba mis dedos con los de él.

-Ya sabes que el ejercicio mañanero abre mucho el apetito. -me respondió sonriendo perversamente. Tras mandarle callar y poner los ojos en blanco, entramos en el comedor. Este estaba vacío- Parece ser que somos los únicos despiertos de la casa. -sin dejar de charlar y burlarlos, nos sentamos en las sillas junto a la ventana. Minutos más tarde, entró por la puerta corriendo el pequeño Thomas. Tras el llegaron su madre y padre.

-Buenos días. -saludo David mientras se sentaba en las sillas frente a nosotros- ¿Habéis dormido bien? -Amoos son una sonrisa traviesa empezó a abrir la boca para responder, pero temiendo que soltase alguna barbaridad, me adelanté.

-Sí. De maravilla. -dije con una sonrisa tensa- ¿Y vosotros?

-Como si fuéramos dos niños pequeños. -me confesó riendo junto a Anabel- Hemos visto a tu madre entrar en la cocina cuando bajábamos, supongo que dentro de nada vendrá.

Y como si la hubiera invocado, las puertas del comedor se abrieron en esos momento dejando a la vista a Catalina. Esta iba con un vestido azul sencillo que resaltaba sus ojos. Tras darle un abrazo de oso a su nieto, que jugaba en el suelo con sus figuritas, se acercó a la mesa.

-Buenas. -dijo mientras se sentaba con elegancia junto a Anabel- Hoy hace un día maravilloso para ir a dar un paseo por el bosque. ¿Os apetece? -preguntó mirando a todos. Amoos me miró interrogante, a la espera de si me iba bien o no. Sonriendo me encogí de hombros, dándole a entender que no me importaría ir.

-No veo por qué no. -respondió Amoos por ambos- Pero antes de salir tendremos que pasarnos a buscar algo de ropa para Débora. -mentalmente le di las gracias, si tenía que ir entre los árboles con este vestido y zapatos que llevaba, podría morirme.

-Muy bien, pues nos vemos dentro de dos horas en la entrada. -disimuladamente miré al reloj de la pared. Supongo que nos daría tiempo de llegar a las doce- He pedido a Larisa que nos prepare una cesta de comida para pasar el día en el campo. -enseguida me entraron ganas de sonreír. La idea de pasar el día con mi chico, sin ningún drama por en medio era sin duda tentadora. Al mismo tiempo quise llorar al pensar que el lunes tendría que volver a mi antigua rutina. Este puente de fin de semana estaba siendo la más de estimulante y perfecto. No quería que acabase.

Tras desayunar, cada uno se fue a prepararse. Amoos condujo hasta mi casa con calma, acariciando de vez en cuando mi pierna. Al entrar en mi casa me alegro ver que había ordenado el desastre del otro día.

-¿Luca? -grité mientras dejaba las llaves en la entrada. Al no recibir una respuesta, entre en la cocina. Nada. Lo único que pude encontrar fue una nota de mi amigo en la que me explicaba que hoy iba a ir de compras con Abigail y Tatiana. Entrando en mi habitación, me dirigí directamente a mi armario para ver que me podía poner.

-Si te parece bien, -escuche que decía Amoos a mi espaldas- coge una par de prendas más y las dejas en mi casa para cuando te quedes. -al darme la vuelta pude ver como este miraba hacia la ventana en un intento de no mirarme- Si no te importa, me gustaría que te quedases hoy también. -me confesó mirándome esta vez a los ojos. Sin saber que decir, me limite a asistir con mi cabeza y saqué una maleta de debajo de mi cama para la ropa de más. Diez minutos más tarde, ya lo tenía todo listo. Antes de salir de mi habitación, me fije en mi móvil y lo desenchufe. Mientras guardaba en mi bolso el enchufe y teléfono, fui hacia la entrada donde Amoos me esperaba con la maleta. - ¿Lo tienes todo?

-Si. -justo cuando iba a abrir la puerta, esta se abrió. Tras ella apareció la melena rubia de Luca. Al verme se sorprendió, pero enseguida vino a darme un abrazo.

-Cuanto tiempo desaparecida. -me dijo mientras se reía- Y por lo visto vuelves a desaparecer. -dijo mirando la maleta que llevaba Amoos- Hola amigo -dijo saludando con la mano a mi novio. Esa escena me hizo sonreír- ¿Y bien, donde vas?

-Me quedo a dormir en casa de Amoos. -le dije sintiéndome culpable de golpe. El pobre había venido a pasar tiempo conmigo y llevaba un día sin verle- ¿No te importa verdad?

-Tranquila pequeñaja. Se sobrevivir solo. -me dijo dándome un golpecito en el hombro- Además he de ir a comprar el traje para lo de la gala.

-Si, lo se, he leído la nota.

-Pues eso, que hoy estaré entretenido. Además así aprovecho y me pongo al día con la serie que estoy viendo. Contigo es imposible ver algo sin que lo comentes todo. -me dijo con un tono exagerado.

-A veces no te soporto rubiales. -le dije mientras salía de la casa junto a Amoos.

-Se trata de algo mutuo pequeñaja. -me replico mientras cerraba la puerta entre risas.

El trayecto de vuelta fue tranquilo, al igual que el resto del día. Estar con la familia de Amoos, era algo agradable y divertido, pero al mismo tiempo sentía celos. Me daba rabia que la vida fuera tan injusta y que a mi no me diera la oportunidad de disfrutar de una infancia feliz.

Tirados en la manta, Amoos y yo pasamos la tarde tomando el sol abrazados. Hubo momentos en los que Thomas y él, jugaban al pilla pilla. La estampa me recordó a aquella mañana nevada en la que los vi perseguirse entre la nieve, solo que esta vez el paisaje era de tonos dorados y no blancos. Cuando el sol empezó a desaparecer, tocó recoger todo y volver a la mansión. Catalina se pasó todo el trayecto de vuelta hablándome de cómo Amoos y yo le recordábamos a ella y su difunto marido. Amoos se tenso al escuchar hablar de su padre. Supongo que todavía lo echaba mucho de menos. Sin entrar en detalles acerca de su muerte, me conto todo tipo de historias. Todas ellas eran tan románticas, que temí sufrir diabetes. El rostro de Catalina se iluminaba cada vez que le preguntaba alguna cosa sobre Thomas. Yo quería eso. Quería un amor tan auténtico, que a pesar de todo, siempre me sacase una sonrisa su recuerdo. Sin poder evitarlo, miré a Amoos.

¿Acaso el sería mi oportunidad de ser feliz? Estaba empezando a pensar que sí...

.

¿Y bien?

Os digo lo mismo que en el capítulo anterior chiquis, en cuanto acabé el siguiente capítulo os lo subo!!

La Perdición del Lobo [1] ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora