Capítulo 96: Tengo un secreto para ti

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Wu Qianqing y todo el Patio Shuqing abandonaron la Mansión Wu con su equipaje alegremente sin notificar a Wu Xuanran y Mu Xiuwan.

Wu Xianran estaba tan furioso que tuvo que respirar sentado en una silla cuando le dijeron que Wu Qianqing había recuperado su tierra espiritual y había abandonado el Patio Sur.

Era una pena que Wu Ruo no lo supiera, estaría aún más emocionado. Había estado sonriendo desde que dejó a la Familia Wu. Hei Xuanyi, que había estado esperando en la puerta, podía sentirlo tan obviamente. Wu Ruo estaba lleno de alegría como si le hubieran quitado algo del pecho. 

Wu Qianqing y Guan Tong estaban felices pero también nerviosos por mudarse a la nueva casa que Wu Ruo les compró. Nunca se les había ocurrido que podrían mudarse fuera de la Familia Wu. Todavía necesitaban algo de tiempo para familiarizarse con el medio ambiente. Pero a primera vista de la casa, que estaba limpia y delicada, les encantó. Además, como dijo Hei Xin, la nueva casa era mucho más grande que el Patio Shuqing. Tenía capacidad para mucha gente.

"Ruo, es realmente hermoso aquí" Wu Xi dijo alegremente.

A todos les gustaba la casa también.

“El cuarto hermano de Xuanyi ayudó mucho con la decoración. Podemos arreglarlo si hay algo que no les gusta. Correcto. La placa sobre la puerta exterior, escribí Mansión Qing. Padre, si no te gusta, podemos cambiarla" dijo Wu Ruo.

Tenía la intención de cortar la conexión con toda la Familia Wu, por lo que la llamó Mansión Qing.

Wu Qianqing asintió con la cabeza.

Wu Ruo le dijo una vez que la casa era un regalo de Hei Xuanyi, pero había sido registrada en el yamen bajo su nombre. Si no se mudaban, la casa quedaría vacía y finalmente se desperdiciaría. De lo contrario, realmente no tenía cara para mudarse con toda su familia.

"Es un lugar muy agradable" Guan Tong alabó.

Era incluso mejor que el Patio Shuqing. Viviendo aquí, ya no tenían que enfrentarse a esos hipócritas de la Familia Wu.

Wu Xi aprovechó la oportunidad para decirle a Wu Qianqing: "Padre, ¿qué tal si nos establecemos aquí y nunca volvemos con la Familia Wu?"

Wu Qianqing no dijo una palabra.

De hecho, eso era lo que él también pensaba.

Había querido mudarse de la Familia Wu antes, pero no tuvo oportunidad. Ahora que se habían mudado, no había razón para que él regresara. La Familia Wu ya no era lo que solía saber cuando era pequeño. Ahora era una casa de hipócritas mezquinos, conspiradores, celosos y calculadores, que ya no era adecuada para el Patio Shuqing. 

Wu Ruo le pidió a Hei Xin que los ayudara a establecerse.

Se quedó a almorzar en la Mansión Qing y les presentó a Hei Xuantang. Tuvieron una gran tarde bebiendo y comiendo y no terminaron la comida hasta la medianoche.

Apoyándose en los brazos de Hei Xuanyi, el borracho Wu Ruo siguió murmurando: “Hei Xuanyi, estoy tan feliz hoy, así de feliz. Mis padres finalmente ... se mudaron de ... la Familia Wu. Finalmente no tienen que sufrir por ellos. Y ... mi padre ... también recuperó su poder espiritual. Así que ... ya no tengo que preocuparme de ... que mi abuelo y ... y mis tíos lo intimiden"

Hei Xuanyi le rodeó la cintura con los brazos para que se sienta más cómodo. "Enviaré a alguien para que vigile la puerta en caso de que vengan a causarle problemas a tu padre otra vez"

Mientras hablaba, le dio a Hei Xin una señal para proteger a toda la Mansión Qing a partir de mañana.

Hei Xin, que llevaba a Eggie en sus brazos, asintió. Les dijo a todos que se fueran, dándoles a Hei Xuanyi y Wu Ruo algo de privacidad.

Regreso de la esposa abandonadaOn viuen les histories. Descobreix ara