Ya han pasado 3 días desde que el papá de Nick fue a buscarlo a casa da Edward. Al parecer no ha vuelto a aparecer por allí, pero era sospechoso que no siga buscándolo.
Nick se ha estado quedando en casa desde entonces: mis padres no están al tanto de la verdadera situación, sino que inventamos otra historia para que dejen que se quede en casa.
-Este budín está delicioso, Nick -sonrió mi madre, mientras se servía otra porción, a lo que Nick sonrió agradecido.
Nick preparaba el desayuno todos los días; si bien eran vacaciones de invierno aún, lamentablemente mis padres seguían trabajando.
Estábamos los 5 desayunando café y budín, conversando sobre las noticias o temas por el estilo. Mis padres terminaron el desayuno y se fueron al trabajo, dejándonos a mí, Nick y Samanta.
En 2 días Samanta y yo volvíamos al colegio, y Nick seguiría trabajando como todas las noches; por suerte su familia no sabía de su trabajo, así que no se sentía inseguro.
-Qué mal que me dejé el auto en casa de Ed -se quejó Nick. Prácticamente habíamos escapado, y no nos pareció lógico ir a buscar el auto por si el padre de Nick lo reconocía estando fuera de mi casa.
Al terminar de desayunar, Nick lavó todos los platos y avisó que iría a bañarse; Samanta se alistó para salir con Mayra, su novia, y al rato se fue.
Me cansé de ver la televisión así que la apagué y me dirigí a mi habitación, donde se encontraba Nick en jeans pero con el torso desnudo.
-Aún sigo teniendo en la espalda las marcas que me hiciste -bromeó al verme entrar, logrando que me sonrojara-. Por suerte eres el único que me ve así, por lo que no hay ningún problema -sonrió, acercándose hacia mí y besando mis labios.
Honestamente, me costaba pensar que en algún momento había rechazado todo este amor; ciertamente fui un idiota, y me alegra que Nick me perdonase y posteriormente me haya pedido otra oportunidad, aunque para mí quien me dió otra oportunidad fue él.
-Tonto... -sonreí y lo abracé por su cintura, sintiendo su precioso aroma después de ducharse.
~★~
Terminamos pasando toda la tarde viendo películas en el sofá; él recostado sobre mis piernas y yo acariciando su cabello, algo que tanto disfrutaba.
-Ya son las 7... -se fijó Nick en el reloj-, debería ir saliendo para el trabajo.
Se levantó y fue hacia mi habitación a cambiarse por el uniforme de trabajo. Tomé mi celular y me puse a mirar historias en Instagram, de entre las cuales ví una de Samanta con Mayra; mi hermana se veía muy feliz y radiante cuando estaba junto a ella, y eso me hacía sentir extrañamente bien. ¿Me vería yo así estando con Nick? O al revés, ¿Nick se vería así de feliz junto a mí?
-Bueno, iré caminando -bajó las escaleras luciendo su uniforme de camarero; se veía realmente apuesto-. No me extrañes, vuelvo en unas horas -sonrió y me saludó con la mano, dirigiéndose a la entrada de casa.
Apenas Nick abrió la puerta, fue corriendo hacia él y lo besé lentamente.
-Que te vaya bien -me separé enseguida, sintiendo mis mejillas encendidas. Su rostro mostraba sorpresa, pero enseguida cambió a una expresión de felicidad.
Cuando ví a Nick encaminarse a su trabajo, estaba a punto de cerrar la puerta cuando mis padres me frenan; al parecer habían contemplado la escena anterior y estuvieron esperando hasta que Nick se fuese.
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Polos opuestos
RomanceEl protagonista de esta historia, llamado Derek Torres, es un adolescente de 18 años con fuertes problemas en torno a su personalidad. Sin mantener una buena relación con su familia y teniendo sólo un amigo, Derek es un chico realmente solitario que...