Capítulo 23

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Después de lo ocurrido anoche en el bar, Nick fue trasladado al hospital y estuve toda la noche junto a él. Edward había venido dispuesto a quedarse, pero le dije que yo podía hacerlo; sentía que si lo dejaba solo, algo malo le pasaría.

Nick no había vuelto a despertarse, pero los médicos me dijeron que no me preocupase; se había desmayado debido al estrés y cansancio, por lo que desde ahora debería tomarse un tiempo para descansar y así no pasaría a peores.

Su rostro se veía realmente pálido y sus ojeras se marcaban en un color violáceo, lo que lo hacía parecer realmente enfermo. Tomé su mano, en la cual se encontraba el anillo que hacía juego con el mío, y dejé un suave beso sobre ella. Me había estado preguntando si debía llamar a la madre de Nick, pero realmente dudaba de que ella lo ayudara psicológicamente en algo, por lo que decidí cuidarlo yo solo.

Volví a quedarme dormido sobre el pecho de Nick, y desperté al sentir cómo se movía levemente; se había despertado, y su rostro mostraba desconcierto.

—¿Derek? ¿Dónde estoy...? —preguntó aún confundido, llevándose una mano a la cabeza y frunciendo el ceño.

Le expliqué lo que había pasado la noche anterior y le conté los cuidados que debería tener desde ahora. Aún así, él se negaba a ser una molesta para mí y sus tíos, quienes deberían mantenerlo mientras él no podía trabajar.

En ese momento, el padre de Edward entró por la puerta junto a una hermosa mujer, a quien recordaba haber visto en el juicio al padre de Nick.

—Nick, por favor descansa —dijo su tío, sentándose en una silla junto a la cama—. Sabes que para nosotros no es ninguna molestia, y lo primero es tu salud —añadió, dándole una suave palmada a Nick en el hombro. Su tía, quien también se encontraba junto a él, asintió.

Nick siguió insistiendo en que estaría mejor para mañana, pero sus tíos se plantaron firmemente frente a él y le prohibieron realizar actividades estresantes.

Su tía comenzó a decir que se encargaría de cuidarlo en estos días, pero Nick no parecía muy contento con causarle más molestias.

—Disculpe... Yo puedo quedarme con él —interrumpí, viendo como todas las miradas de la sala se fijaban en mí.

Lo mínimo que podía hacer por Nick en este momento era cuidarlo, y así también podría olvidar lo que pasó con Elliot y tener mi cabeza en otro lado.

Después de una larga discusión, Nick y sus tíos terminaron cediendo ante mi pedido; se despidieron de Nick y me agradecieron nuevamente por cuidar de su sobrino, retirándose por la puerta.

—Derek, realmente no es necesario... —comenzó a decir Nick, tomando mi mano.

—Realmente no es un problema para mí, y no seguiré discutiendo sobre un tema que ya acordamos —me planté firmemente, observando su rostro de "está bien, me rindo".

~★~

Llegó la tarde y los médicos dieron a Nick de alta del hospital, por lo que Edward nos pasó a buscar en el auto de Nick y nos llevó a su casa.

—Realmente te has excedido esta vez, Nick —comenzó a decir Edward, mientras dejaba tres tazas de café sobre la mesa.

Nick suspiraba y seguía tocando su cabeza, que según él sentía que explotaría.

Después de ver por todo lo que estaba pasando Nick, me sentía un idiota por estar tan triste por la pelea con Elliot. Tal vez esa era la gran brecha entre Nick y yo: él ya se comportaba como un adulto y yo sigo siendo un adolescente con problemas estúpidos.

Después de merendar, Nick se fue a acostar; a pesar de haber dormido toda la noche, expresó que no soportaba el dolor de cabeza. Lo acompañé a su habitación y lo ayudé a taparse, posando mi mano sobre su mejilla tras verlo acostado.

—Realmente eres el mejor —susurró Nick, antes de caer dormido al instante.

Dejé un beso en su frente y salí de la habitación, cerrando suavemente la puerta. Me dirigí a la sala de estar y me senté en el sofá frente a Ed, tomando mi celular para avisarle a mis padres sobre la situación.

—Mi primo es realmente un idiota —dijo Ed sonriendo, aún sin poder ocultar su preocupación—. Siempre ha sido así... Aguanta y aguanta hasta que su cuerpo colapsa, y todo para no preocupar a quienes lo rodean —sonrió tristemente.

Las palabras de Ed me dolían un poco; me hacían sentir que no conocía a Nick en lo absoluto, aunque era algo difícil para mí conocer sobre su pasado.

Edward me contó sobre muchas situaciones en que Nick terminó igual que ahora, incluida una vez en que su padre lo golpeó tanto y aún así Nick se presentó normalmente en la escuela, ocultando sus golpes hasta que terminó desmayándose del dolor.

Realmente ahora sólo deseaba poder crear un ambiente en que Nick sienta que puede ser él mismo; que pueda romperse sin aguantarse y llorar todo lo que quiera. Su vida había sido tan difícil que daban ganas de llorar al pensarlo; pero gracias a todas esas malas vivencias, Nick pudo forjar su carácter y ser la gran persona que es hoy.

—Realmente él merece todo lo bueno en este mundo —susurré, percatándome de que había sido oído por Edward.

—Tienes razón —sonrió.

~★~

Nick durmió como un bebé toda la noche y eso me hacía feliz, aunque yo no pude relajarme al estar pendiente de si se despertaba y necesitaba algo.

Su cuerpo estaba muy débil tras haber soportaba tanto estrés, por lo que él se movía realmente lento; entró a bañarse y estuvo aproximadamente treinta minutos, lo que me preocupó un poco.

—Lo siento, realmente quería un baño —sonrió débilmente, saliendo del baño con un short negro y una remera verde.

Nos recostamos en el sofá, dispuestos a pasar una tarde entera viendo películas. Nick dijo que su cabeza ya no dolía, por lo que quería que veamos toda la saga de Harry Potter, y yo accedí.

—Definitivamente el mejor personaje es Severus Snape —sonrió—. Aguantó todo su dolor y se guardó sus sentimientos por el bien del hijo de la mujer que amaba, es realmente admirable —me miró, con sus ojos radiantes.

Era irónico que los personajes que Nick describía como fantásticos sean tan iguales a él. El simple hecho de imaginar todo su dolor y aún así ser capaz de sonreír de esa manera era realmente admirable.

Tomé su rostro y lo besé suavemente, sintiendo como mi corazón latía fuertemente; definitivamente lo admiraba y estaba muy feliz de estar junto a alguien como él.

—Tan lindo —sonrió al separarnos, acariciando mi cabello—. ¡Ah! Cuéntame sobre la salida con Elliot y el otro chico —exclamó de repente.

No me parecía muy bien contarle mis estúpidos problemas pero él insistió, por lo que terminé cediendo y contándole lo ocurrido con Elliot y Jean Lucas. Nick suspiró y negó con su cabeza.

—Lo que hiciste está bien, pero hasta yo me siento un poco mal por ese colorado —rió, encogiéndose de hombros.

Yo también me sentía mal, pero era la única solución por ahora.

Polos opuestosWhere stories live. Discover now