Capítulo 18

11.9K 994 424
                                    

Nos habíamos despertado temprano en la mañana para emprender nuestro corto viaje hacia donde vivía la ex amiga de Nick. No había sido fácil levantarse después de lo ocurrido la noche anterior, pues una vez que Nick empieza a hacer lo suyo, o mejor dicho, empezamos a "hacerlo", no terminamos pronto.

Edward había preparado el desayuno: café y pan tostado, con variedad de dulces para untar; yo elegí dulce de frambuesa y Nick escogió dulce de durazno.

—Saben —comenzó a hablar Edward— saben que no tengo ningún problema con que tengan sexo en mi casa, pero por favor la próxima que no sea contra la pared de mi habitación —sonrió inocentemente, como si hubiese dicho algo completamente normal.

Mi rostro se encendió fuertemente, recordando ciertos momentos de lo de anoche. ¿Y si había escuchado mis gemidos? ¡Qué puta vergüenza! Jamás volveré a hacerlo en esta casa, ¡lo juro!

—No seas así —lo regañó Nick—, sabes, yo también he tenido que escucharte a ti y a tu novio —se quejó, logrando que la expresión del rostro de Edward pase a decir "lo siento".

¡Estos malditos primos! Hablando de cosas tan vergonzosas frente a mí... En parte me alegra porque siento que hay confianza, pero por otro lado me da muchísimo pudor.

Terminamos el desayuno, Nick y yo nos dimos un baño y subimos al auto, dispuestos a emprender viaje. Edward nos saludó desde la puerta de la casa, deseándonos suerte.

Nick y yo nos colocamos nuestros cinturones y emprendimos viaje. En la mañana nos encargamos de comunicarnos con esta chica, llamada Erica, para no sorprenderla cuando lleguemos; dijo que no había problema en que vayamos a su casa porque sus padres se encontraban de viaje, así que allí iríamos.

Prendí la radio del auto y comenzó a sonar Follow You de Bring Me The Horizon:

So you can drag me through hell
If it meant I could hold your hand
I will follow you 'cause I'm under your spell
And you can throw me to the flames
I will follow you, I will follow you

Nick puso el siguiente cambio del auto y colocó su mano sobre mi pierna, logrando así que una sonrisa se formara en mi rostro; puse mi mano sobre la suya y entrelacé nuestros dedos.

Definitivamente, mientras me encontrase junto a él, no podría ser infeliz.

~★~

Después de unos 30 minutos de viaje, llegamos a nuestro destino; busqué en Google Maps la dirección de Erica y guíe a Nick hacia allí. La aplicación me hizo saber cuando llegamos a la casa; era grande y se veía bastante lujosa.

Nick y yo bajamos del auto y tocamos el timbre; a los pocos segundos una chica nos abrió la puerta: era más baja que yo, de cabello castaño, tez blanca y ojos verdes. Enseguida nos hizo pasar y cerró la puerta. Definitivamente la casa era bastante lujosa: las paredes estaban pintadas de un rosa claro que iba a juego con los sofá de la sala; tenían un piano de cola y una gran escalera de madera que llevaba a la planta alta; apenas se podía ver la cocina desde la sala, pero logré distinguir una vajilla que se veía muy costosa guardado en un mueble blanco.

Nos sentamos en un sofá grande, que estaba rodeado de otros individuales y una mesa se encontraba en el centro de éstos; Erica trajo té verde y galletas, lo que Nick y yo agradecimos.

—Y bien —comenzó a hablar Erica, después de haber agotado los temas triviales—, ¿de qué querían hablar? Ya sabes Nick, hace mucho no nos vemos... —sonrió tímidamente, aunque lucía bastante nerviosa. Lo más probable era que ya imaginase por qué estábamos aquí, pero necesitaba confirmarlo.

Polos opuestosWhere stories live. Discover now