Capítulo 28

7.3K 732 137
                                    

Me desperté sintiendo un dolor punzante en mi cabeza, sin poder abrir los ojos. El olor del lugar donde me encontraba se me hacía conocido y, aunque no pude notarlo enseguida, alguien se encontraba a mi lado.

—Derek, ¿estás despierto? —escuché la suave voz de Samanta, quien hacía algunas caricias en mi brazo.

¿Estaría en mi casa? Era poco probable, pues el olor era completamente distinto y esta definitivamente no era mi cama.

Hice un gran esfuerzo para abrir mis ojos, los cuales fueron cegados con una fuerte luz blanca que irradiaba sobre mi rostro. Al mirar hacia los lados, pude reconocer el lugar enseguida: me encontraba en el hospital.

—¿Qué hago aquí? ¿Qué ha pasado? —pregunté nervioso, sin poder mover un solo centímetro mi cuerpo.

—Eso es lo que me gustaría saber a mí —susurró Samanta, apretando suavemente mi brazo.

Mis recuerdos estaban muy borrosos, por lo que apenas podía recordar cómo llegué aquí; lo único que estaba claro es que Nick se encontraba en problemas.

La puerta de la habitación se abrió y por ella entraron Elliot y Jean Lucas, quienes se veían realmente preocupados.

—Ey, ¿cómo te sientes? —dijo Elliot, parándose junto a mi cama. Jean Lucas se encontraba junto a él, mostrándome una expresión de preocupación.

—Me duele la cabeza y no puedo mover mi cuerpo —contesté, concentrándome en el fuerte dolor que sentía—. ¿Dónde está Nick? ¿Saben algo? —pregunté rápidamente, viendo como la expresión de Elliot cambiaba radicalmente.

Elliot y Jean Lucas se miraron por unos segundos antes de asentir mutuamente, volviendo a posar sus miradas sobre mí.

—Necesito que te mantengas tranquilo —dijo Elliot, mirándome seriamente.

¿Mantenerme tranquilo? Era casi imposible estarlo al no saber nada de mi novio después de ver cómo la policía se lo llevaba. Aún así, debía mantener la compostura.

—Sí, estoy bien, sólo dilo —susurré, observando como Elliot y Jean Lucas volvían a mirarse entre sí.

—Nick está detenido —dijo Elliot, logrando que mi cuerpo se paralizara aún más de lo que ya estaba—. No sabemos qué es lo que Sabrina les dijo a los policías, pero ya estamos trabajando en la defensa de Nick, ¿sí? —suspiró.

Sabrina era aún más astuta de lo que creíamos; había dado un giro a los hechos tan grande como para que piensen que ella es la víctima. Pensar en todo eso simplemente me daba rabia, apretando fuertemente mis uñas sobre la palma de mi mano. Elliot notó lo que estaba haciendo y me tomó por las muñecas.

—Dije que te mantengas tranquilo, Derek —repitió, aún tomándome por las muñecas. Aunque él dijera eso, estaba tan enojado que lo creía poco posible.

Entonces, sentí como si el aire dejara de entrar a mis pulmones; no podía respirar y sentía que me estaba ahogando, tratando de tomar aire en vano. Samanta se asustó y apretó un botón que llamaría a los enfermeros; lo último que ví fue la expresión de miedo que se reflejaba en el rostro de quienes me rodeaban.

Entonces, todo se volvió negro.

~★~

Abrí lentamente los ojos, sintiendo mi pecho arder levemente; algo estaba molestándome en la cara, por lo que puse mis manos sobre ella y noté que tenía un aparato que me transmitía oxígeno, probablemente una máscara.

Miré para todos lados y, entonces, observé como un médico entraba por la puerta de la habitación y se sentaba a mi lado.

Polos opuestosWhere stories live. Discover now