Capítulo 26

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Miré a la chica frente a mí expresando mi desconcierto en mi rostro, ladeando un poco la cabeza.

—¿Disculpa? —pregunté, desafiándola a repetir lo que había dicho.

—Ya me oíste, cariño —susurró nuevamente, guiñando uno de sus ojos y dando la vuelta para volver a su lugar.

Definitivamente había algo mal con esta chica, pero al parecer era el único en el salón de clases que lo había notado. La escena de recién pareció haber pasado desapercibida para el resto de mis compañeros, quienes hablaban entre ellos a la espera de que suene la campana y llegue el profesor.

Mis pensamientos estaban realmente confusos; la chica que estaba acosando a mi novio ahora venía a clases conmigo y, además de eso, tenía el descaro de hacerme saber quién es desde el principio.

La campana finalmente sonó y el profesor de ciencias sociales entró en el salón, introduciendo rápidamente a los dos nuevos alumnos; los hombres parecían hechizados con la belleza de Sabrina, mientras que las chicas no podían sacar los ojos de encima a Kai.

Cuando llegó el recreo, las chicas comenzaron a rodear a Sabrina, supongo que con la intención de ser sus amigas. Me hubiese gustado advertirles que es una psicópata, pero tal vez sólo se comporte así con los hombres.

Observé de reojo a Kai, quien reía efusivamente con Jean Lucas; detrás de ellos, Elliot fulminaba a Kai con la mirada. ¿Tal vez mis leves esfuerzos por hacer que Elliot se enamore de Jean Lucas funcionaron? Si así fuera sería grandioso, pero tal vez Elliot sólo estaba celoso de que su amigo esté tan apretado a otro chico.

Decidí salir del salón de clases para alejarme de Sabrina, por lo que fui a buscar a Edward y nos sentamos juntos en el patio del colegio.

—Oye, Ed... La acosadora de Nick se encuentra en mi clase —susurré, esperando que Sabrina no esté cerca. Edward abrió enormemente sus ojos y sacó su celular, comenzó a teclear—. Espera, ¿qué haces? —pregunté rápidamente, deteniendo su tecleo.

—Le aviso a Nick, ¿no es obvio? Ella podría intentar lastimarte —dijo seriamente, encogiéndose de hombros.

—Dudo que pueda hacerme algo aquí y, en cualquier caso, no deberíamos preocupar a Nick —suspiré. Edward pareció pensar en lo que dije y terminó por borrar el mensaje que estaba escribiendo.

Sería lo mejor, ¿no? No hacía mucho que Nick tuvo un colapso debido al estrés, y esta situación lo desbordaría nuevamente. Además, Sabrina no podía lastimarme mientras estemos en el colegio, o al menos no sin que otros lo noten.

El timbre que anunciaba la vuelta a clases resonó por todo el lugar, y Edward y yo nos separamos en el pasillo; entré nuevamente al salón de clases y Sabrina seguía allí, en el medio de todas las chicas como si fuese una reina.

—Oigan, ¿Derek está disponible? —preguntó en voz bastante alta a las chicas, logrando que todo el salón la escuche.

—No, él tiene novio —respondió una de las chicas, riendo levemente.

—Y uno muy apuesto —agregó otra, riendo junto a su amiga.

Me pareció percibir un destello de ira en los ojos de Sabrina, pero ella sabía ocultar muy bien sus sentimientos.

—Qué pena —dijo con un tono de resignación, encogiéndose de hombros.

Yo sabía que estaba actuando, y lo más probable era que sacara el tema de Nick para averiguar más sobre nuestra relación. Por suerte, noté que no era el único en darse cuenta; a lo lejos, Elliot y Jean Lucas intercambiaron una mirada cómplice al escuchar a Sabrina.

Polos opuestosWhere stories live. Discover now