Capítulo 19

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Nick y yo bajamos del auto, dispuestos a entrar al recinto de la corte; su expresión reflejaba mucho miedo, lo cual era totalmente lógico. Finalmente, él y su padre se enfrentarían cara a cara.

Nick entró al recinto y yo lo seguí, manteniendo un poco la distancia. Él se veía tan maduro, mientras que yo simplemente seguía siendo un mocoso de secundaria. Definitivamente lo alcanzaría; pronto me vería como él.

Después de unos 5 minutos, llegamos: Nick mantuvo su mano en el picaporte por unos segundos hasta que, decidido, abrió la puerta.

El recinto era enorme, como para unas 100 personas. Miré hacia todos lados, visualizando a Erica en una mesa junto a un hombre y al papá de Nick en otra, quien se encontraba con una mujer a su lado. Al bajar mi mirada hacia el "público", pude ver a Edward y, muy alejada de él, a la mamá de Nick; luego no reconocí a nadie, pero pude observar a unas chicas que parecían un poco mayores que yo y a algunos adultos.

Nick comenzó a caminar hacia donde estaba Edward, tomando mi mano para que lo siguiera. Al pasar junto a su madre, Nick ni siquiera la miró, aunque ella buscaba cualquier tipo de contacto visual con él.

Llegamos a donde se encontraba Edward y nos sentamos juntos a él; ellos comenzaron a hablar en voz baja, por lo que no lograba escuchar nada de lo que decían. Comencé a observar el juicio: Erica se veía bastante nerviosa, por lo que el hombre junto a ella intentaba tranquilizarla; ahora que lo veía bien, era increíblemente parecido a Edward, y entonces recordé que él me dijo que su padre era abogado y se encargaría de todo.

Luego de observarlos un rato, miré hacia la derecha, donde se encontraba el papá de Nick junto a una mujer, que imagino que es su abogada.

—Comenzaremos con el juicio —anunció el juez, dando algunos golpes con su martillo para que todos le prestaran atención—. El secretario comenzará leyendo los escritos de la acusación  —prosiguió, dándole la palabra a un hombre de estatura mediana, pelo oscuro y gafas.

El secretario leyó la denuncia, en donde se mencionaba el abusó sexual que sufrió Erica por parte del papá de Nick y el dinero involucrado para que este caso no llegue a la ley.

El padre de Nick se veía imperturbable ante todo lo que se estaba diciendo de él, por lo que no podía creer que sea el mismo hombre temperamental que entró de la nada a la casa de su sobrino y golpeó a su hijo.

—Ahora, el acusado dará su testimonio y, si éste no lo quisiera, su abogada hablará por él —señaló el juez, una vez el secretario concluyó con la acusación.

La abogada del papá de Nick se paró y comenzó a hablar, diciendo frases como "mi cliente niega que los hechos pasaran de esa manera" o "la acusadora fue quien intentó tener algo con él", lo que logró que la rabia me consumiera. Miré a mi lado y Nick apretaba fuertemente sus manos, por lo que tomé inmediatamente su mano al temer que se haga daño.

Cuando terminó de hablar la abogada del padre de Nick, llegó el turno del padre de Edward; el juez le pasó la palabra y él se paró, comenzando a hablar en contra de todo lo dicho según el punto de vista de su hermano. La mirada del padre de Nick comenzaba a cambiar, probablemente al ver a su propio hermano hablando en su contra.

Luego de un rato, el padre de Edward terminó de hablar y procedió a sentarse.

—Muchas gracias —dijo el juez—. Cada uno, el acusado y la acusadora, han llamado a un testigo a hablar. Primero comenzaremos con el testigo a favor del acusado, quien es Clarisa González, su esposa —al escuchar su nombre, Nick se mordió el labio.

La madre de Nick se sentó junto al juez, donde había una mesa y silla que ocupaban los testigos en los casos.

—Yo... La señorita Erica se insinuó a mi marido en reiteradas ocasiones, lo que era muy fácil para ella al ser la mejor amiga de mi hijo Nicholas —dijo la mamá de Nick, claramente evitando cruzar miradas con él.

El resto de sus palabras fueron igual a las del abogado a su favor: claramente era un discurso previamente ensayado.

—Gracias —dijo el juez—. Ahora vendrá el testigo a declarar a favor de la acusadora, el señor Nicholas Kluck, mejor amigo de Erica Santos al momento del abuso e hijo del acusado Esteban Kluck  —siguió el juez, por lo que Nick se paró y se dirigió al lugar donde antes se encontraba su madre.

El padre de Nick parecía ver a su hijo con odio, y su madre, al verlo, parecía querer romper a llorar.

—Hoy estoy aquí para testimoniar a favor de Erica Santos y en contra de Esteban Kluck, que como ya sabrán, es mi padre —comenzó Nick—. Lo único que tengo que decir es que todo lo que Erica dice es cierto y muy verdadero, al contrario de mi padre. El hecho de que mi tío, el hermano de mi padre, sea el abogado de Erica debe decir mucho, ¿no lo creen? —Nick paró un segundo y luego siguió—. Erica jamás podrá olvidar el abuso que sufrió, pero al menos merece tener la justicia de que el hombre que le hizo eso cumpla con su condena.

Al escuchar esto, el padre de Nick volvió a ser el hombre violento e impulsivo que yo había conocido: se levantó rápidamente y en un segundo ya se encontraba sosteniendo a Nick por el cuello.

—¿Quién te crees que eres, mocoso? —masculló, molesto.

Levantó su puño y se lo encestó a Nick en la cara, haciéndolo caer al piso. Al ver eso, los guardias de seguridad lo rodearon y le pusieron unas esposas, llevándolo a la fuerza fuera del recinto.

—Creo que esto demuestra que el acusado es culpable y un peligro para la sociedad —dictaminó el juez, quien se había mantenido en calma. Se levantó de donde se encontraba y se dirigió a la sala en donde se llevaría a cabo una decisión.

Me levanté y fui hacia donde se encontraba el Nick, siendo atendido por unos enfermeros. No se veía ningún rasguño, pero su mejilla estaba roja y algo hinchada.

—Ven, vamos a sentarnos a esperar el veredicto —lo ayudé a levantarse y volvimos a donde estábamos sentados.

Después de unos 15 minutos, el juez salió por una puerta y volvió a donde estaba sentado antes.

—Se ha tomado la decisión de una condena de 20 años de cárcel por abuso sexual y agresión a, en ese entonces, una menor de edad —el juez golpeó con su martillo y dió por finalizado el juicio.

Nos encontramos fuera del recinto con Erica y Nick se dirigió a abrazarla; ella le correspondió el abrazo y se sonrieron.

Nick y yo nos dirigimos fuera de la corte, dispuestos a volver a casa. Antes de poder subirnos al auto, la mamá de Nick nos detuvo.

—Nick, lo siento tanto —dijo su madre entre lágrimas, agarrando sus manos.

—No tienes que decir nada mamá, yo ya sé todo. No puedo perdonarte enseguida todo lo que pasó estos últimos años, pero más adelante te llamaré —Nick besó su mejilla y entró al auto.

La madre de Nick se limpió sus lágrimas y me miró, agachando un poco su cabeza.

—Gracias por cuidar de mi hijo —me agradeció antes de retirarse.

Subí al auto con Nick y vimos cómo su madre se alejaba. Lo último que vimos fue que el padre de Edward la llamó y se quedó hablando con ella.

~★~

Llegamos a la casa de Nick y, apenas entramos, éste se desplomó sobre el sofá; lucía realmente agotado, por lo que preparé un café y lo dejé sobre la mesa ratona junto al sofá.

Nick me tomó por la cintura y me sentó sobre sus piernas, abrazándome fuertemente.

—Realmente no podría haber hecho todo esto sin ti, eres el mejor —susurró, dejando besos sobre mi espalda.

Me giré sobre sus piernas, colocándome de frente a él; miré sus resplandecientes ojos y lo besé, sintiendo como sus manos se posaban sobre mi espalda baja.

Por fin todo había terminado.

Polos opuestosWhere stories live. Discover now