Nan Chan

Capítulo 18: Verdad y mentiras

Capítulo 18: Verdad y mentiras

El camarero volvía de la prefectura Yamen, se rascó la cabeza y dijo: “¿Qian Fuzi? Realmente no estoy tan familiarizado con Qian Fuzi... Él viene a la tienda a menudo, ¡Pero también todos los demás en esta calle! Solo soy un camarero analfabeto; no tengo ninguna relación personal con él. ¿Me preguntas quién está en buenos términos con él? Probablemente no haya nadie. Es amable con los demás, pero también mantiene la distancia. Sin embargo, no es sorpresa. Todos los eruditos son así.” 

“¿Cómo trata a los niños? Bastante bien. Él compraría comida para los niños cada pocos días. Todos los niños en esta calle lo quieren. Es común que entren y salgan de su casa. Hace aproximadamente un año, un carruaje que pasaba por la calle volcó y aplastó el pie de la niña Chen. Él fue quien la llevó en su espalda al médico. Después de este incidente, el anciano Chen estaba aún más agradecido con él y les decía a todos que conocía lo buen hombre que era Qian Fuzi.” 

"¿Por qué no se casó Qian Fuzi? ¿Cómo puedo saber eso? Pero todos saben que le gustan los niños, especialmente Caoyu. Él está aún más atento a ella que la familia Chen. ¿Cómo trató la casa Chen a Caoyu? Esto, realmente no lo sé. Solo sé que su cuerpo es débil y parece enfermarse todo el año. Su tez no es tan buena, y es tan pequeña y delgada. ¿Chen Ren? ¿Cómo podría saber acerca de Chen Ren? Pero el trato de su esposa Zhou a Caoyu no es malo. Siempre habla de ella. Todos aquí saben que trata bien a Caoyu; incluso le hace ropa para que se ponga cuando hace frío."

"¿Pedir dinero? Nunca tomo prestado dinero. Qian Fuzi tampoco tiene mucho dinero. Él no tiene nada en común conmigo; incluso si quisiera pedir dinero prestado, no se lo pediría a él." El camarero movió su cuerpo y continuó: “¿Ah Hong? No te dejes engañar por su tierna edad. Es bueno para hacer demandas irrazonables y crear una escena.”

Finalmente, Gu Shen le hizo un gesto para que se fuera. Cuando el camarero cruzó el umbral, se volvió y agregó: “Ah Hong a menudo sigue a Qian Fuzi. Los niños son inocentes. ¿Quién podría saber si pudieran decirlo mejor que otros? Escuché a Ah Hong decir que...” 

La mirada de Gu Shen se volvió aguda.

El camarero vaciló y continuó: “...Qian Fuzi trata a Caoyu de manera diferente. Está más cerca de ella de lo normal.” Él sonrió con inquietud: "Solía ​​escuchar que la gente de Xitu tiene una inclinación por este tipo de cosas."

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"¿Qian Fuzi? Qian Fuzi no tiene nada que ver con nuestro Hong-er.” La vieja viuda golpeó su bastón con ansiedad. “¡No tienen nada que ver el uno con el otro, agente Gu! Los niños son de ingenio lento. ¿Cómo puedes creer sus tonterías? ¿Qué verdad? ¿Puede hablar más alto? No puedo escucharlo tan bien. ¡Oh Dios! ¡Otros deben haberle enseñado este tipo de palabras inmundas! Nuestro Hong-er siempre ha sido razonable; él nunca diría esas palabras a otros.” 

"Hong-er rara vez sale de casa. Nunca ha estado en la casa de Qian Fuzi." 

“Hong-er juega con la chica Chen. Los patios están muy juntos, y no guardamos rencor contra los Chen. ¿Por qué no puedo pedirles a los niños que jueguen juntos?"

"No sé qué clase de persona es Qian Fuzi, y no hemos recibido nada de su amabilidad." 

La vieja viuda tiró de Ah Hong para esconderlo detrás de ella y se volvió cada vez más agresiva hacia Gu Shen, casi golpeando a Gu Shen con su bastón. Estiró el cuello y frunció el ceño, diciendo: "¡¿Quién de ustedes está pidiendo una paliza ?! ¡Hablando a viudas y huérfanos así! ¡Cuántas veces he dicho que Qian Fuzi no tiene nada que ver con nosotros! ¿Por qué necesitas preguntarle a Hong-er? ¡Hong-er no lo sabe! Agente Gu, este caso se ha estado arrastrando durante tantos días. Ahora que se acerca la fecha límite, decidiste optar por los viejos y los débiles, las mujeres y los niños, ¿verdad? ¡Qué irrazonable! No me iré. ¡Me quedaré aquí y me acostaré en los escalones de la prefectura del Yamen y dejaré que los funcionarios incorruptibles vean por sí mismos cómo ustedes manejan el caso!"