Capítulo 68: Marido y mujer

300 36 32
                                    

Capítulo 68: Marido y mujer 

Jing Lin una vez viajó al norte durante el final de la primavera. Recordó el barco haciendo un viaje solitario entre la vasta extensión de agua y nubes, donde el Cielo y la Tierra eran de un mismo tono. La parte frontal de su túnica estaba húmeda por la lluvia, y sus mangas anchas, impregnadas de fragancia. Las flores caían en ambas orillas del río. Miró dentro del agua y vio que una parte de las nubes se había dividido en el carácter '八' donde una línea negra se había fusionado con el mar de nubes.

Jing Lin no pudo evitar mirar las capas escalonadas de nubes. La sombra del dragón atravesó el río, cubriendo el pequeño bote debajo de él. La fina neblina del río se movía junto con el viento. Jing Lin dio un paso hacia un lado mientras sus ojos seguían la trayectoria de la sombra del dragón.

Jing Lin estaba aturdido cuando escuchó el tintineo de la campana de cobre que estaba asegurada en su muñeca. Levantó la mano para mirar y vio un hilo rojo que iba desde la campana que colgaba de su muñeca hasta las capas de nubes.

Jing Lin no sabía qué era este hilo [1]. Levantó el brazo para tirar de él y escuchó el grito del dragón en el cielo. La niebla se dispersó repentinamente y un par de ojos de dragón aparecieron ante el bote. De repente, el agua a su alrededor empezó a salpicar cuando el enorme cuerpo de canglong se hundió en el agua. Rodeó el bote dentro de un cun cuadrado [2].

Los cabellos sobre las sienes de Jing Lin estaban ligeramente húmedos. Ver los ojos del dragón mirándolo fijamente lo asustó un poco. Quería retirarse, pero el hilo rojo se apretó alrededor de su muñeca y tiró de él, junto con el bote, aún más cerca del dragón. Escamas frías, húmedas y resbaladizas le rozaban los hombros y los brazos. El enorme cuerpo se apretó gradualmente a su alrededor, manteniendo a Jing Lin en cautiverio. A Jing Lin le resultaba difícil respirar. No pudo evitar gritar de dolor. Sus palmas se empujaron contra las escamas del dragón; eran tan duras y afiladas que casi le arañaban las manos.

◈ ◈ ◈

Jing Lin abrió de repente los ojos. El rubor aún no se había desvanecido y estaba empapado en sudor. El mundo ante él pasó en un flash. No sabía qué hora era. Todo lo que podía ver era el hombro desnudo de Cang Ji cuando este último se tendió sobre él. Cerró los ojos para calmar su respiración. Fue solo cuando sintió el dolor en su cintura debido al abrazo de Cang Ji que se dio cuenta de dónde había venido el realismo de su sueño.

Jing Lin extrajo su mano de entre ellos. Mientras se apartaba el cabello revuelto, recordó algo. Frunciendo el ceño, olfateó lo que parecía ser un olor persistente entre sus dedos. Miró alrededor de su muñeca y vio que el hilo espiritual de Cang Ji lo había atado de forma segura. Su cabeza no pudo evitar doler.

"Escucha como jadeas. ¿Con qué soñaste?" Los ojos de Cang Ji permanecieron cerrados, pero hacía mucho que se había despertado.

"Con un poco del pasado." Se sentía pesado y caliente encima del cuerpo de Jing Lin. Empujó a Cang Ji por el hombro y le indicó que se apartara.

"¿Con quién soñaste?" Cang Ji se mantuvo firme en su posición.

"...No lo recuerdo." Respondió Jing Lin.

"Si quieres mentir, la próxima vez no dudes." Cang Ji de repente se incorporó y miró a Jing Lin. "No tienes que decirlo si no quieres."

Cuando Jing Lin vio que la luz se filtraba por la ventana, se dio la vuelta con la intención de levantarse. Pero hubo un peso repentino en su cintura cuando Cang Ji lo agarró y lo arrastró debajo de él.

"¿Quién es esa persona tan importante?" Cang Ji dijo: “¿Realmente no me lo vas a decir? Entonces tengo que averiguarlo aún más."

Jing Lin dijo: "Decirte no es un problema, pero ¿Hablemos de ello después de que te pongas un par de pantalones?"

Nan ChanWo Geschichten leben. Entdecke jetzt