Nan Chan

Capítulo 41: Duda

Capítulo 41: Duda

Mientras Cang Ji todavía tenía dudas, Zui Shan Seng acababa de abandonar la prisión de Zhui Hun. Cargando con su bastón, solo había dado unos cuantos pasos cuando alguien tiró de él por el cuello de sus solapas. Ni siquiera tuvo que girar la cabeza. Efectivamente, escuchó la voz del Señor Dong. 

“¡Quiero hacer un viaje al Mar Sangriento, pero ese perro guardián me bloqueó el camino! Él siempre te muestra consideración, así que tendré que molestarte para que vayas conmigo." 

"¿Por qué de pronto te diriges al Mar Sangriento?" Zui Shan Seng frunció el ceño y se volvió. 

El Señor Dong caminó entre las nubes y dijo: “No he ido a ver a Li Rong en mucho tiempo. Lo extraño mucho." 

"Qué montón de mierda." Zui Shan Seng se agitó las mangas y se preparó para irse. 

"Oh, hombre, por favor espera." El Señor Dong rodeó a Zui Shan Seng y se paró frente a él, negándose a dejarlo pasar. “¿Qué hay de malo con extrañar a mi hermano? ¿Por qué me das la espalda otra vez? Ven conmigo. Tengo algo importante que preguntar."

“El cuerpo de Li Rong se ha hundido en el Mar Sangriento y su conciencia divina ha descendido al Reino Mortal. ¿A quién vas a preguntar? ¡Debes estar planeando en crear problemas nuevamente!" 

“Siempre sigo las reglas. Soy mucho más disciplinado que tú. Dijiste antes que su conciencia ha descendido al Reino Mortal, pero nunca antes había escuchado al Señor Supremo mencionarlo." El Señor Dong reflexionó: "Realmente hay una razón por la que estoy buscando a Li Rong." 

Zui Shan Seng notó que no parecía estar mintiendo, así que después de un momento de vacilación, lo llevó allí. Después de que cayó el telón sobre la Batalla del Mar Sangriento, el Mar Sangriento fue sometido y confinado a la Prisión de Zhui Hun, vigilado por los Tres Mil Guerreros Celestiales. Zui Shan Seng era el Gran Secretariado de la prisión de Zhui Hun. De hecho, era la deidad a cargo de la custodia de Li Rong. Con él a la cabeza, era naturalmente fácil para el Señor Dong entrar y salir. 

Pero no podían culpar a la deidad guardiana por ser estricta. Los orígenes del Señor Dong siempre habían sido controversia. Para evitar sospechas, nunca debería de volver a poner un pie en este lugar de nuevo. Pero fue precisamente gracias a esto que Zui Shan Seng creyó que realmente tenía algo que atender.

Ambos bajaron las escaleras. Los hechizos con dibujos dorados para someter a los demonios estaban por todas partes a su alrededor, trazando un camino de oro oscuro mientras numerosos hechizos fluían a lo largo de él. Incluso los demonios comunes no podían caminar por este pasaje con pasos firmes, y mucho menos los demonios. La forma original del Señor Dong era aterradora y, sin embargo, todavía sentía un dolor punzante en las plantas. La ubicación clave fue el corazón del encantamiento, con una lanza pesada cubierta de escarcha en el centro. Esta era la lanza Po Zheng del Señor Sha Ge. 

El Señor Dong sacó un pañuelo de la manga y se tapó la boca y la nariz al pasar junto a la lanza Po Zheng. Ya se estaba sintiendo un poco enfermo debido a su abrumadora aura asesina, a su ferocidad y al poder de esta lanza. El solo hecho de acercarse un poco más le dio escalofríos.

Al verlo cubrirse con el pañuelo, Zui Shan Seng chasqueó la lengua. “Tu acción me recuerda a algo. Últimamente he estado pensando en lo familiar que me parece ese hombre. Mira tu acción, ¡De hecho te está imitando! Ese disfraz y esos ojos de flor de durazno [1]... si su cultivo fuera aún más insondable, él sería exactamente a ti, ¿no es así?"

"Qué raro en ti ser tan observador." Él Señor Dong pasó la lanza Po Zheng. Se secó el sudor con el pañuelo y dijo: “Todo este tiempo me ha estado imitando. Aunque no dominaba todos y cada uno de mis movimientos, ya había aprendido más o menos esos gestos que levantarían sospechas. Oye, si un día comete una transgresión impactante y algún tonto se lo informa a los superiores, sería difícil limpiar mi nombre."