Capítulo 32: La llegada

219 36 7
                                    

Capítulo 32: La llegada

Cang Ji no entendió el dolor de la palabra "separación", por lo que no se inmutó ante los gritos del niño. Pero el último sonido que hizo la mujer hizo que se le erizaran los pelos. Estaba a punto de apartar las ramas para investigar más a fondo cuando sintió que la ilusión se hundía como agua y se hacía añicos a sus pies en un abrir y cerrar de ojos. La campana tintineó locamente. Creó tal estruendo que Cang Ji abrió los ojos al instante.

No esperaba que la campana siguiera sonando rápidamente cuando abrió los ojos.

Los seis sentidos de Cang Ji eran agudos. De repente miró hacia atrás y vio a Gu Shen sentado en la habitación agitando una campana.

Gu Shen detuvo la campana cuando vio que Cang Ji se había despertado. Era cauteloso y temeroso de Cang Ji, así que sostuvo un talismán entre sus dedos mientras le decía a Cang Ji: “Ambos me han seguido durante varios días. ¿Exactamente, qué es lo que quieren?"

Cang Ji respondió: “Vimos cuán firme es tu carne; es ideal para hacer platillos."

“Han tenido muchas oportunidades en el camino, pero ninguno de los dos hizo ningún movimiento. Me temo que no fue por la gula." Gu Shen se incorporó mientras se sentaba con las piernas cruzadas y dijo con una expresión seria: “Soy tan pobre que estoy varado aquí. ¿Por qué no me dicen exactamente qué es lo que quieren?" 

“Ya que sabes que te he estado siguiendo durante varios días, ¿por qué preguntas sobre eso solo hoy?" Cang Ji se sirvió una taza de té frío de la mesa, lo olió y luego lo tiró.

"No estaba seguro hasta anoche que los vi a los dos de nuevo." Gu Shen dijo: "Si hay algo que les gustaría pedirme que haga, no duden en decirlo."

"No hay nada que queramos pedirte." Jing Lin abrió de repente los ojos. “Pero hay algo en lo que podemos ser de ayuda. ¿No te has dado cuenta de que los demás te están manipulando todo el tiempo, desde que has estado buscando a tu familia y vagando por las montañas?" 

"¿Manipulando?" Una mirada de duda emergió en el rostro de Gu Shen. "¿Me mandaron a la ciudad solo para terminar como comida para los demonios?"

"La clave está en la búsqueda de tu familia." Jing Lin dijo: “Si la muerte de Dong Lin se puede atribuir a la palabra 'muerte', entonces la razón por la que la campana de cobre te busca es por la palabra 'despedida' [1]. El sueño de anoche me recordó. Dado que la campana está aquí, no será sin una razón."

“Ni siquiera sé dónde está mi familia, ¿cómo pueden ayudarme unos extraños? No me digas que…" La voz de Gu Shen se estancó.

"Tú no lo sabes." Jing Lin finalmente pudo masajear su nuca. Cerrando los ojos, dijo: "Pero alguien aquí sí."

◈ ◈ ◈

El posadero Zhu estaba firmemente atado. Quería llorar, pero no le salieron las lágrimas, así que solo podía suplicar. “Caballeros, ¡perdónenme! Solo estaba siendo codicioso; no quería matar a nadie."

"El cuchillo incluso estaba afilado y sostenido contra mi cuello." Gu Shen se cruzó de brazos. "Y todavía quieres engañarnos."

"Tú, no moriste." El posadero Zhu parpadeó con sus ojos pequeños y brillantes y exprimió las lágrimas. Su cuerpo temblaba mientras lloraba. “Somos simplemente demonios de montaña insignificantes. Nos tomó varios cientos de años solo para ver a un mortal vivo. ¡¿Cómo puedes culparnos?!" 

“Tu piel es fina y tu carne tierna. Debe quedar bastante rico si lo enrollamos en aceite y lo freímos hasta que esté crujiente por fuera y suave por dentro." Cang Ji le pisó la espalda y presionó al espíritu del cerdo.

Nan ChanTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon