Capítulo 45: Otra situación

195 35 52
                                    

Capítulo 45: Otra situación

Cang Ji apretó a Jing Lin a su lado en medio de las olas de aura demoníaca. Los bancos y las mesas del puesto se rompieron. La larga calle se vació de repente, dejando solo el viento furioso sin fin. El viento empujó a Jing Lin hacia atrás. Cang Ji extendió un brazo para agarrarlo por la parte posterior de su cintura y lo presionó contra su pecho, luego le dio la espalda al viento para bloquearlo.

El viento aullaba. Cang Ji era como un puerto seguro. Presionado contra su pecho, Jing Lin podía escuchar claramente los latidos de su corazón. El aliento de Cang Ji lo rodeaba íntimamente. Todo lo que podía oler era la esencia de Cang Ji.

Le Yan había volado hasta que fue empujado contra la pared. Fue solo porque se había convertido en un pincel y había caído en un hueco que no salió volando más lejos. Los lúgubres gritos del zorro se fueron reduciendo gradualmente a sollozos interrumpidos. Jing Lin escuchó el sonido urgente de la campana de cobre; claramente los estaba instando a seguir adelante. Pero no había nada que pudiera hacer en ese momento; era igualmente difícil retroceder o avanzar. 

Wu Ying fue tomado por sorpresa. El viento demoníaco lo hizo caer al suelo. El sonido de los gritos había enviado inesperadamente una ola de pesar sobre él. 

El zorro de la posada avanzó cojeando y se convirtió en un hombre alto cubierto de sangre humana. Se inclinó repetidamente ante Huachang.

Con una expresión pesada, Huachang tomó las manos del zorro y se sentó para susurrarle: "Chico tonto, está muerto."  

La sangre había salpicado la cara del zorro. Carraspeó con voz ronca varias veces, queriendo hablar. Pero todo lo que brotó fue sangre. Huachang señaló su pecho y ordenó: "Llévate al hombre." 

Los pequeños zorros se acercaron todos juntos, pero el zorro se aferró con fuerza al hombre, negándose a soltarlo. Era como si le doliera el pecho. Se arrodilló en el suelo, abrazando al hombre sin ceder. Le dolía tanto el corazón que casi vomitó.

"Hua-niang..." La voz del zorro era ronca. "...Sálvalo..."

“Hace mucho que dejó de respirar. Libéralo rápidamente." Huachang no podía soportar verlo así, por lo tanto, fue gentil con él. Ignorando la sangre en su rostro, tomó sus mejillas y dijo con firmeza: "Qianyu, ya está muerto."

Sonó la campana de cobre. La capital entera parecía vibrar con el tañido de la campana mientras sonaba durante la noche. La mente de Jing Lin se sacudió. Se apretó contra la ropa de Cang Ji, sintiendo como si lo estuvieran enviando lejos.

Jing Lin dijo: "Esta situación—" 

Se detuvo a mitad de la frase. El pasado pasó por su mente. En ese instante, parecía como si el Cielo y la Tierra se hubieran puesto patas arriba y él se hubiera sumergido en un mar de nubes. Cada escena ante sus ojos era ilusoria, y cada sonido a lado de sus oídos era alucinatorio. Las escenas de Chu Lun y Le Yan se hicieron añicos y la luz luminosa se dispersó. Cuando Jing Lin se hundió en la oscuridad, vio que la figura de Cang Ji se alejaba en la distancia hasta que casi desapareció de su vista.

◈ ◈ ◈

Gotas de lluvia cayeron sobre la punta de su nariz.

Jing Lin se despertó instantáneamente. Se sintió mareado al despertar y supo que la campana de cobre le había robado nuevamente su energía espiritual. Luchando contra las náuseas, miró hacia arriba y se encontró atrapado en una esquina estrecha. No pudo evitar inclinarse hacia adelante. Pero luego, cuando avanzó, no extendió su mano, sino una pata peluda.

Nan ChanWhere stories live. Discover now