Nan Chan

Capítulo 66: Tomado por tonto

Capítulo 66: Tomado por tonto

La cadena de escrituras budistas atrapó a Tao Zhi en su interior. Como el hielo derretido, la niebla negra también se derritió sobre el brazo de Cang Ji. Su brazo derecho también se sintió como si lo estuvieran irrigando con metal. Observó los innumerables rostros de Tao Zhi dirigirse hacia él en un torbellino. Jing Lin jaló a Ah Yi de inmediato, y la cadena dorada se retorció y se apretó alrededor de Tao Zhi, lo que provocó que esos rostros se retiraran y se transformaran en una persona nuevamente.

Olas de frío chocaron contra las escamas de Cang Ji. Todos los rostros de Tao Zhi, que habían estado moviéndose en la palma de su mano, cambiaron de repente. Abrió los brazos y agitó las mangas. Un hedor salió de ellas; resultó que eran los cientos de demonios que había devorado en su estómago. Cang Ji estabilizó la cadena dorada con una mano y le dio un tirón repentino que empujó todo el cuerpo de Tao Zhi hacia arriba. Al momento siguiente, una fuerza masiva lo derribó. Innumerables demonios pululaban contra el flujo como si estuvieran siendo absorbidos por el abismo. En un abrir y cerrar de ojos, todos fueron aplastados en el aire. Después de su victoria, Cang Ji aprovechó la ventaja y provocó una monstruosa ola de energía espiritual con sus brazos. El viento aullante hizo que la cámara del palacio recién construida se derrumbara como una baraja de cartas.

Tao Zhi no pudo huir, por lo que solo pudo soportar el peso de esta fuerza al estar atado por la cadena de oro. Temía a Cang Ji porque había visto cuánto se parecía al emperador Cang. La boca de ese dragón podría tragarse los cuatro mares, y su energía vital podría acomodar cientos de ríos. Era un personaje que era incluso mejor que él al devorar criaturas vivientes. Había recibido un fuerte golpe en el pecho, pero aún así podía sentir que Cang Ji no parecía ser tan aterrador como había imaginado.

El hermoso rostro de Tao Zhi estaba pálido, pero se rió. “¡Buena esa! Si no hubiera sido por nuestro intercambio de golpes hoy, todavía pensaría que podías evolucionar a un dragón con la habilidad de devorar a todas las criaturas vivientes. ¡¿Quién hubiera pensado que eres solo un impostor?!"

Cang Ji bloqueó la ruta de escape de Tao Zhi y dijo: “Todo irá acorde a tus deseos si me convierto en un dragón. ¡Pero da la casualidad de que a mi me gusta ser un pez!"

"¡Excelente!" Tao Zhi dijo: “¡Yo soy la espada y tú eres el pez! [1] ¡¿No es maravilloso?!"

Tan pronto como dijo eso, ambos se elevaron juntos en el aire. El cuerpo de Tao Zhi se movió como el viento. Si no podía resistir los golpes de Cang Ji, se transformaría en viento para esquivar sus ataques. Aunque Cang Ji nunca resultó herido, tampoco pudo herir a Tao Zhi. Parecía que esta iba a ser una batalla amarga e interminable. Pero en ese momento, escucharon que una tormenta se levantaba bajo la oscuridad de la noche junto con el sonido de la campana de cobre que se balanceaba.

Cuando apareció el sonido de la campana de cobre, Jing Lin sintió una cantidad inconmensurable de energía espiritual brotando abruptamente de su mar espiritual. Inmediatamente después, Yan Quan se materializó girando en el hueco de su pecho. La energía espiritual se congregó junto a su cintura en forma de vaina de espada. Jing Lin empujó la hoja con el pulgar y vio que Yan Quan ya podía adoptar una forma sólida a pesar de que todavía estaba moteada y oxidada.

Las orejas de Tao Zhi se movieron. Rápidamente se transformó en niebla negra y chocó contra la cadena dorada. Se estaba volviendo más difícil para Ah Yi sostener el hechizo. Gritó: "¡Se va a escapar!"

El cielo se nubló con truenos y relámpagos. El polvo se arremolinaba a través de todas las ruinas derrumbadas, mientras los insectos de verano saltaban por todas partes.

Cang Ji agarró a la niebla negra con su brazo. Parecía estar sosteniendo algo en su palma. Lo sacó con fuerza y ​​vio a Tao Zhi lanzándole una sonrisa.