Cap. 75

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-hay una mos-sca peg-ada en la pa-red *hip* en la par-ed, en la pa-red - cantaba Dimitrius mientras iba con rumbo a su sala común, iba relativamente feliz, pero no sabía si era por la botella de whisky que corría por sus venas o por haber destruido el horrocruxes - jódete Gryffindor- dijo al estar frente a la sala común y la pared mostró la puerta que el chico abrió, eran las 12 de la noche, por ende se suponía que no habría nadie en la sala común, se suponía, pero una cabellera rubia estaba ahí, leyendo un libro con los pies arriba de la mesa de centro, sentado en un sillón de cuero, su túnica, su suéter y su corbata ya no estaban, probablemente estarían en su cuarto, en su lugar las mangas de su camisa blanca estaban arremangadas hasta sus codos y los botones de esta abiertos hasta la mitad de su pecho, Dimitrius sonrió y camino "con sigilo" hasta estar detrás de él, se agacho hasta quedar a la altura del cuello y la oreja del rubio- ¿qué ha-ces despierto Dra-qui? - en nombrado se exaltó y el libro cayó de sus manos, su piel se erizó y volteo de manera instintiva, quedando a centímetros de la cara del pelinegro quien lo observaba con una sonrisa divertida.
-¿qué quieres Dimitrius? - pregunto el rubio molesto.
- si te soy sinc-ero, a ti en mi habit-ación - a Draco le llego en olor a alcohol y frunció el ceño.
-estas ebrio Snape, aléjate de mi- soltó con desdén, cosa que hizo que si, Dimitrius se alejara, pero se alejó por que se sentó a su lado en el sillón, Draco bajo sus pies de la mesita y se sentó recto.
-tu no qui-eres que me aleje- dijo el chico ebrio poniendo sus manos en la cintura del rubio y haciendo uso de su fuerza lo subió a horcajadas en sus piernas, Draco estaba en shock, no quería estar con él, menos en ese estado, pero no sabía cómo reaccionar, Dimitrius deslizó uno de sus dedos por la piel descubierta del pecho del rubio, acercó su rostro y dejó un camino de besos hasta donde la tela se lo permitía, a él rubio le gustaba eso, pero sabía que no estaba bien, el pelinegro lo había dejado por ir detrás de una sangre sucia, lo había lastimado y él lo odiaba.
- aléjate de mi - dijo Draco entre dientes, trato de quitarse de arriba del chico pero lo único que consiguió fue que este lo agarrara de las muñecas- sueltame imbécil - Dimitrius puso las manos de Draco detrás de su espalda y se pego a él, en esa posición la cara del pelinegro estaba exactamente a la altura del cuello del rubio, no desaprovechó la oportunidad y sus labios reclamaron como suyo aquel cuello- Deja-ahh...me- Draco no pudo evitar dar un leve gemido, se golpeó mentalmente por aquello pues sintio como algo bajo el creció y como su mismo amigo también lo hizo, Draco comenzó a forcejear, al peligro eso le agradaba pues al moverse queriendo salir de su agarre lo único que hacia era rozar con su amigo, pero eso fue sustituido por un mareo terrible y la sensación de que algo subía por su garganta.
-mierda- dijo el pelinegro y se paro haciendo caer a Draco, corrió hasta el primer cubo de basura y vomito lo desayunado y gran parte de lo bebido, el rubio aprovecho aquello y salió despavorido con rumbo a su habitación, el tiempo para el pelinegro no pasó, estaba tan concentrado en lo suyo que no cavilo que hace un par de minutos era observado con desaprobación por el mismo murciélago de las mazmorras; Una vez vacío se dejó caer sentado a un lado del cubo, fue entonces cuando sintió que era alzado por la túnica hasta dejarlo parado, miró el rostro del culpable de que ahora se sintiera bambi y sonrió- me pare-ces conocido- Severus alzó una ceja.
-¿enserió? - pregunto irónico el mayor.
-si, eres idéntico al hombre que duerme con mamá- a Severus aquello le pareció raro, los niños y los borrachos siempre dicen la verdad ¿sería que su esposa lo engañaba? - yo le llamo papá, aunque sabes algo - le hizo una seña al mayor para que se acercara, el lo hizo - a veces me hace sentir un asco, es muy gruñón y malgeniudo, si lo hago enojar o me grita o hiere mi ego, pero sabes una cosa, a pesar de eso, es mi héroe- en ese momento Severus sintió algo en el pecho, eso que los muggles llaman culpa- lo admiro mucho, es valiente, el hombre más valiente que conozco- Severus paso un brazo del chico por sus hombros para comenzar a caminar a su habitación, no lo dejaría solo esa noche, en ese estado podía morir ahogado con su propio vomito- se juega la vida por nosotros, no hace llorar a mamá y la defiende de todo y todos, yo quiero ser cómo él, un gran hombre, pero con menos malhumor- decía el chico arrastrando las palabras - lo amo, aunque ahora mismo estoy molesto con él, se comporto como un bastardo conmigo, por eso mismo estoy salvando al mundo mágico, pero nadie sabe así que shhh- Severus estaba entre divertido, alegre, confundido y con culpa, por cada palabra que salía de su hijo, el chico demostraba que lo quería, pero normalmente callaba lo que sentía, muy pocas veces le decía que lo quería, nunca le había dicho que él era su héroe, no sabía que pensaba de él y si bien el muchacho estaba ahogado en alcohol, el iba a atesorar esas palabras - hoy logré destruir algo muy valioso para él señor tenebroso.
-¿qué? - pregunto aturdido.
-no te diré nada, es mi secreto- Severus alzó una ceja- oye, eres guapo - el mayor frunció el ceño y el menor abrió los ojos como platos- ¡Merlín bendito! ¡Eres tú! - se quedó parado y quiso correr pero calló al piso, Severus lo levantó y lo puso en su hombro- ¡socorro! ¡Me secuestran! ¡Pevees!
- Dimitrius guarda silencio, soy tu papá- el chico comenzó a patalear.
-¡por eso mismo! - dijo el chico alarmado- ¡auxilio! ¡Socorro! - de nuevo el mareo- ¡bajame bajame bajame! - advirtió el chico pero Severus no lo bajo.
-ya guarda silenc... - fue interrumpido por un ruido y después algo caliente con olor a whisky resbalandose en la espalda de su levita.

****

Severus no había dormido esa noche, primero al llegar a su habitación dejó al chico el el sillón y lleno la tina de baño, desistió al chico y lo metió a bañar, después le puso una pijama suya que para su sorpresa le quedaba bien, estuvo toda la noche sentado en una silla a lado de su hijo con un cubo de basura, el chico se levantó unas cuantas veces a vomitar, Severus se reprocho por haber dicho lo que dijo el día anterior. La mañana llegó y con ello una resaca horrible para el muchacho.

-auch- dijo lento al incorporarse- ¿dónde estoy?
-en mi habitación, te encontré ebrio y vomitando en la sala común- respondió Severus sentado y cambiado en la silla con un periódico- el muchacho lo volteo a ver.
-gracias- fue lo único que dijo y se paro de la cama, agarro su ropa del mueble, ya estaba limpia- permiso.
-espera, quiero hablar contigo- hablo con autoridad el mayor, el ojiazul se encogió de hombros y aun dándole la espalda respondió.
-yo no, no es el mejor momento, después tal vez, gracias por lo de anoche, pero no creo que ni tu ni yo estemos en condiciones de hablar, podemos decir cosas de más y la verdad no quiero salir mal ni lastimado, ya que estés tranquilo y yo también, hablamos, como mamá como intermediario se preferencia- y antes de que saliera Severus hablo.
-estoy orgulloso de ti y te amo- Dimitrius sonrió de lado y salió de la habitación, con un dolor inmenso de cabeza, descalzo y con sus cosas en la mano pero su orgullo aun herido- perdón - dijo Severus al aire, era sábado y tenía permiso para ir a casa, lo haría, necesitaba hablar con alguien y ese alguien era ni más ni menos que Kasandra.

****

- ¿cuantas veces te e dicho que si estas enojado primero te tranquilices? Severus, sueles herir con tus palabras cuando estas molesto- decía Kasandra mientras mecía a Eileen y Severus mecía a Arcturus.
- ¿escuchaste todo lo que dije o solo que se había enojado y se rehúsa a hablarme? - pregunto molesto.
-escuche todo, si, está mal lo que está haciendo, por lo menos como se comienza a comportar, pero hay más formas de hacerselo saber amor, no hay necesidad de ser agresivo- Severus miro al niño que lo miraba atento y sonrió.
-me preocupa- soltó resignado.
-a mi igual, pero mientras más le digas que no haga algo, más ganas va a tener de hacerlo, es joven, tiene que cometer errores y aprender de ellos, no le podemos evitar el dolor que tarde o temprano va a sentir- Kasandra se sentó en su cama y miró a su pequeña.
-es mi hijo- se excuso Severus y ella le sonrió.
-también es mi hijo cielo- dijo la metamorfomaga mirando a la bebé- si mi amor, Dimi también es mi hijo- dijo haciendo gestos para que la pequeña riera y así lo hizo, Severus se sentó a su lado con el pequeño quien se estaba quedando dormido.
-¿entonces solo lo dejo estar?- pregunto el pelinegro a su esposa.
- hablaré con él, lo prometo y después hablaremos todos, ya lo necesitamos- dijo ella y beso la mejilla de su esposo.
-si es lo que quieres y crees que lo podrás solucionar esta bien- dijo resignado el hombre.
-lo conozco mejor que nadie, se que solo es el momento.

La Copa De La Vida  [Severus Snape]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora