Cap. 82

641 76 21
                                    

/Narradora/

Las cosas para Harry fueron dolorosas desde que perdió a su hermana y padrino, estar en la casa de los Dursley era terrible, ellos no se habían compadecido por la chica, en el fondo lo sentían, pero no se lo dirían al chico, el único que se vio afectado y trato de acercarse más a Harry fue Dudly.

Dimitrius y su padre regresaron a la mansión pues tenían que seguir con el teatro de que su madre los había dejado, ese verano asistieron a reuniones con los mortifagos, el chico tuvo reuniones solo con Voldemort más de una vez, y para mala suerte de los Snape, el señor oscuro había mandado a Colagusano para que los vigilará.

Severus acudió a Dumbledore durante ese periodo y este lo informó que tenía una maldición que le arrebataria la vida en poco tiempo, pues había encontrado un Horrocrux, en anillo de los Gaunt, el cual tenía la piedra de la resurrección y el viejo la quiso usar para devolver a la vida a su hermana, pero en lugar de traerla, el viejo tonto se reuniría con ella.

Kasandra por su lado trataba de estar tranquila, concentrarse en sus bebés y no alterarse, habían visto muy pocas veces a su par de hombres y eso la ponía mal, pero por otro lado sus pequeños ya habían dado sus primeros pasos, corrían por la casa como torbellinos y comenzaban a querer hablar.

La puerta de la mansión prince sonó, Dimitrius estaba en el patio entrenando su magia no verbal, su pelo ya un poco largo estaba amarrado en una coletilla, Severus se encontraba leyendo en la sala tratando de disimular tranquilidad, pero la tranquilidad se le iba por el caño con la rata en la casa, siempre pegado a él o su hijo, en ambos casos terminaba hechizado, pero ni por eso desistía de su tarea.

-Señor Snape, la señora Narcisa y el señor Draco lo buscan- dijo Peter dejando pasar a los invitados.
-vete Pettegrew- y sin esperar respuesta cerró la puerta con su varita- ¿a que debo su visita?- pregunto Severus cerrado su libro y cruzando una pierna.
-Draco, ve con Dimitrius por favor - el rubio hizo un gesto.
-en el patio, cerca de la alberca- informó Severus y el chico asintió.

El rubio camino enojado hasta salir de la mansión, entonces lo miró, parado cerca de la alberca, con un short puesto y el torso descubierto y sudado, descalzo y con su cabello (ya un poco largo) en una coleta, el observado sintió la mirada y volteo a ver a chico de traje.

-¿piensas quedarte ahí parado todo el día? - pregunto el pelinegro sin dejar su postura de lado, Draco camino y se sentó en las sillas que estaba cerca de la alberca- tengo entendido que ya te hicieron la marca- dijo sin mirarlo.
-hace poco me la hicieron- trago- y ahora tengo una misión.
-de lo último ya sabía, el señor oscuro me lo dijo personalmente hace un par de días- dejo su postura y fue con Draco- no tienes que hacerlo- el rubio frunció el ceño.
-¿me crees incapaz? - pregunto el chico enojado.
-nunca dije eso- se sentó a su lado- es solo que no quiero que manches tu alma.
-lo dices como si te importara- el rubio cruzo sus manos.
-antes de ser cualquier cosa eramos mejores amigos, primos- y Dimitrius se dio cuenta de que eso se escuchaba mal- dejemoslo en solo mejores amigos- ambos se miraron- claro que me importas- y más de lo que Draco pensaba.
- de igual forma, si yo no lo hago -trago- él me matará- Dimitrius agarro el hombro del rubio.
-eso no lo voy a permitir Draco- y entonces se le ocurrió contarle algo de los Horrocrux, dos cabezas pensaban mejor que una- acompáñame- se paro seguido del rubio.
-¿a donde vamos? - pregunto Draco.
-a mi habitación - y entraron a la mansión sin interrumpir a Severus y Narcisa, subieron a la habitación y Dimitrius cerró lanzando un mufliato no verbal.
-¿Qué hacemos aquí? - soltó nerviosos Draco.
-te voy a mostrar algo porque ocupo de tu ayuda- se aventó a la cama y busco su diario en la encimera- aquí está- le mostró un diario negro- ven- palmeó su cama y el rubio muy a su pesar fue a sentarse.
-¿Qué es eso? - pregunto el chico con curiosidad.
-esto querido, es el ganar la guerra - abrió en la página de cuales eran los Horrocrux- todos estos era horrocrux del señor oscuro, los que están tachados ya no existen, yo los destruí o en su defecto ya estaban destruidos - el rubio lo miro asombrado.
-¿Qué es un Horrocrux? - pregunto Draco.
-es un objeto o ser vivo donde ocultas una parte de tu alma, y para fragmentar el alma necesitas matar- explicó y el rubio asintió- un horrocrux es casi como obtener la inmortalidad.
-ya entiendo- sentenció el chico.
-solo necesito destruir los que faltan y el señor oscuro estará vulnerable.
-entonces ¿todo este tiempo estuviste fingiendo estar con lord? - pregunto boquiabierto y el pelinegro asintió- ¿finges lo de Granger entonces? - a el pelinegro se le hizo un nudo en la garganta, dejó el cuaderno y agarro las manos del rubio.
-Draco, no puedo decirte mucho, quiero que estés a salvo y lo mejor es que sepas lo menos posible de lo que hago, pienso o dejo de hacer, mi intención nunca, será hacerte daño, solo protegerte y si una forma de protegerte es alejarte de mi, entonces lo haré, nunca te mentí, te lo dije una vez y quiero que lo recuerdes- los ojos grises del rubio comenzaron a acuarse- te quiero, te quiero como no te puedes dar una idea, pero estar a mi lado te pondría en peligro si estamos en el mismo bando- agarro la cara del chico entre sus manos y pego sus frentes- te juro amor, que cuando ganemos está guerra podremos estar juntos si aún me quieres, formaremos un hogar, tendremos una mansión y tres hermosos hijos rubios como tu, pero hasta entonces tienes que ser fuerte, tienes que aguantar y tienes que aferrarte a la vida- ambos estaban llorando en silencio, lo que Draco escucho lo había desarmado, el pelinegro puso la cabeza de Malfoy en su lecho mientras este lloraba desconsolado.
-te odio- decía entre sollozos- te odio te odio te odio Dimitrius- golpeó el blanco pecho desnudo del muchacho.
-todo lo hice para que estuvieras a salvo, no te puedo perder Draco, no podría vivir si te pierdo, no podría- Dimitrius se abrazaba a la cabeza del rubio y lloraba- tal vez te lastime y no sabes cuanto me odio por eso, pero te quiero vivo corazón, entiéndeme por favor, te lo ruego.

Draco levanto la cabeza y miro a los ojos a Dimitrius, poso sus manos en las pálidas mejillas del pelinegro y sin detenerse a pensar en nada más que no fueran ellos dos, estrelló sus labios con los del chico en un beso desesperado, sus manos pasaron de sus mejillas a su cuello, luego a su espalda y después a su pecho, comenzó a bajar más, pero las manos de Dimitrius lo detuvieron.

-no podemos ahora, créeme que quisiera, pero no podemos - se mordió el labio y algo vino a su mente- pero te debo algo después de hacerte sufrir- el rubio lo miro sin entender, el pelinegro le sonrió y lo recostó en la cama, se poso arriba de él y comenzó a besarle el cuello.
-¿Qué haces? Dijiste que no podíamos- decía agitado Draco sintiendo como su sangre se iba a un punto exacto.
-solo déjate llevar- susurro estremeciendo  rubio.

Las manos de Dimitrius fueron directamente al cinturón de Draco, desabrocho este y quito con agilidad el botón y la bragueta, bajo su cuerpo hasta que su cabeza quedó a la altura de la entrepierna del rubio, Malfoy se miraba nervioso y tal vez algo avergonzado, pero Dimitrius no, si bien no lo había practicado con hombres, había practicado y no le parecía algo difícil de hacer. Con su mano derecha abrió lo más que pudo el pantalón y después bajo el bóxer dejando expuesto el miembro erecto del rubio, quien jadeo al sentir la mano del pelinegro rodear su falo, comenzó a subir y bajar lentamente con su mano, después de dedicarle otra sonrisa a Draco puso su glande entre sus labios y con la lengua comenzó a estimular esa zona, el pecho del rubio subía y bajaba sin control, trataba de no gemir o gritar, pero eso que estaba sintiendo no lo había sentido nunca y le gustaba tanto, cuando Dimitrius metió todo su miembro el la boca Draco sintió que estaba a nada de venirse.


-p-para, me ahh, me voy a venir- pidió aferrándose a la cabeza del pelinegro.
-mmm- hizo el sonido con la boca llena- vamos, no te reprimas, vente para mi Draco- dijo sacando el falo de su boca y después lo volvio a meter aumentado la velocidad, arriba, abajo, arriba, abajo, mete y saca, una y otra vez hasta que sintió como en su boca se sentía algo salado y viscoso.
-¡AHHHH! ¡DIMITRIUS!- gimió Draco tensando su cuerpo al llegar al orgasmo, el pelinegro se sacó el miembro de la boca y trago los jugos que salieron de aquel chico que amaba.
-te quiero hacer más cosas Draco- subió hasta estar a la altura de la cabeza de su amante- quiero hacerte gritar, complacerte, hacer que te retuersas de placer- paso su lengua por los rosados labios del chico- pero no puedo, no ahora.









La Copa De La Vida  [Severus Snape]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora