Capítulo treinta y cinco

15.3K 1K 42
                                    

Erick estaba pasmado, Anastasia no se quedó para esperar su respuesta cuando una nueva pregunta surgió tras observar lo que tenía en las manos.

— ¿Qué estás haciendo? — Cuestionó, pero Erick no contestó. — ¡¿Qué crees que estás haciendo?! — Anastasia de inmediato forcejeó contra él, alcanzando a quitarle las píldoras de las manos. — ¡Esta no es la maldita solución a tus problemas, Erick!

— Todo está saliendo mal, los niños se fueron, robaron algo de la subasta, permití que hicieran trampa... ¡Las necesito!

— No, no es así. — Anastasia no se las regresó, al contrario echó las píldoras por el drenaje del lavamanos. — No puedes consumir medicinas no recetadas cada vez que tengas un problema agobiante. — Arrojó los frascos vacíos a la basura. — Aún estamos a tiempo, necesito que me digas qué pasó con Edith y tu padre y quiero la verdad.

Erick la miró con cierto temor, sujetándose la cabeza. — Edith está embarazada... Y es probable que el niño sea mi hijo. Las fotografías son de nosotros en una cama de hotel. — Confesó, Anastasia se quedó perpleja, sin comentarios. — Anastasia ¿Qué voy a hacer?

— ¿Te acostaste con Edith?

— No lo sé.

— ¡¿Cómo que no sabes si te acostaste con alguien más?!

Pero Erick se veía igual de desesperado que ella.

— ¡No lo sé, maldición, no recuerdo nada de ese día...! — Gritó devuelta. — Qué comí, qué ropa usaba ¡No recuerdo nada!

Anastasia inhaló hondo. — ¿Cómo que no lo recuerdas?

— Todo lo que sé es que tuve una junta con mis socios para discutir los juegos para la competencia... Luego una mesera tropezó y dejó caer su bebida sobre mí y trató torpemente de secarme con un pañuelo de tela... Es todo, no recuerdo nada más.

Eso le parecía demasiado extraño.

— Entonces si no recuerdas no podemos afirmar o negar que hayas dormido con Edith ¿No? — Erick alzó la mirada hacia ella. — Algo tuvo que haber pasado, pero no es momento de pensar en eso ahora ¿Si? Necesitamos concentrarnos en el objeto que fue robado.

— Ya le pedí disculpas a Charity...

— ¿Por qué?

— Lo que robaron fueron las llaves del almacén subterráneo a las afueras que ella ofreció. — Suspiró, poniéndose de pie con un increíble dolor de cabeza. — Cuando uno de los ayudantes fue a organizar las cosas abrió el cofre y las llaves no estaban. Alguien que no participó en el juego y de quien no estuvimos al tanto tuvo que haberlas robado, mis sospechas se desviaron de Edith porque ella estaba inusualmente tranquila sentada, solo se movió para chantajearme con el asunto de las fotos.

Anastasia trató de calmarse.

— ¿Por qué querrían robarse las llaves de un búnker vacío? — No pudo evitar preguntarse. — ¿Y las cámaras de vigilancia?

— Fueron desconectadas durante el momento del robo, nuestro ladrón sabía muy bien lo que hacía. No robó más que ese par de llaves.

— Hay tantas personas aquí... Y tan poco tiempo. — Anastasia se estresó, los problemas no dejaban de aparecer uno tras otro. — Menudo desastre.

Y no quería pensar en el hecho de que Erick realmente hubiera embarazado a Edith.

— Bien, no tenemos tiempo para buscarlo ahora. No tenemos rastro del ladrón y era un objeto que íbamos a subastar de todas maneras. — Dijo para calmar la ansiedad de Erick que comenzaba a apoderarse de su rostro. — Continuemos con la noche ¿Si? Pero prométeme que no seguirás consumiendo tus drogas.

Esposa del CEOWhere stories live. Discover now