(2) The Wall Between US (Adrinette) +18

*.◦ °◦✯◦°◦ Capítulo 19 ◦ °◦✯◦°◦.*

Marinette abrió los ojos cuando escuchó que la celda estaba siendo abierta en algún lugar en la oscuridad. Usualmente, en una situación así, estaría confundida al no saber dónde estaba, pero una sensación de pánico la recorrió al escuchar los ruidos, desde antes de que registrara en donde estaba.

«¡Maldita sea! ¡Se había dormido y ahora había alguien en el pasaje secreto! ¡Habían perdido su oportunidad y era su culpa! »

Estaba por abrir la boca y decir el nombre de Adrien, cuando notó que el chico sobre ella también estaba despierto y la miraba con igual sorpresa en los ojos. Marinette trató de calmarse, desde su posición: sobre su espalda y debajo del rubio...

«¿Qué estaba haciendo sobre su espalda? Había estado medio sentada antes de dormirse también. »

En algún momento, durante esos minutos, horas...-quién sabe cuánto, Adrien se había movido dormido y había terminado sobre ella.

—L-lo siento. Lo siento tanto, no iba a dormirme, solo iba a dejar que descansaras un poco porque estabas cansado y..., lo siento. Lo sie... —la oración de Marinette fue interrumpida cuando Adrien colocó su mano sobre sus labios, silenciándola y fue entonces que Marinette notó que el ruido se acercaba. Su corazón empezó a latir como loco mientras Adrien la bajaba de la cama hacia el piso, en donde habían estado escondidos antes.

—¿Dónde está el arma? —musitó para sí mismo, con la mano aún sobre la boca de la ojiazul, dándose cuenta que el arma aún estaba en la cama. Soltó a Marinette, y se inclinó sobre la cama, tomando el arma y quitándole el seguro. Marinette no estaba segura de sí el arma la tranquilizaba o la asustaba. En su opinión, eso no hacía más fácil la situación.
El rubio estuvo a tiempo de regreso en la pared antes de que el área fuese iluminada con una linterna.

La última vez, Marinette había pensado que la luz venía de una linterna y se había imaginado a los guardias, prisioneros y Hawk Moth yendo hacia ellos. En las paredes del pasillo, habían algunos candelabros, quizá databan del tiempo en el que se usó por primera vez en esta prisión. Era tan obvio para ella ahora, que las personas que estaban ahí, tenían linternas.

«¿Cómo es que los prisioneros debían tener linternas? Tenía que ser un guardia. Pero Adrien estaba tan confiado de que ningún guardia con un poco de sentido común entraría a esos pasajes.»

Las sombras reflejadas en las paredes de la celda, se movían en otra dirección.
Marinette se forzó a dejar de mirar la pared y centrarse en el rostro de Adrien. El rubio estaba escuchando cuidadosamente, pero al igual que anoche o cuando sea que haya sido, no pudieron entender qué decían.

—Seis... ocho... diez... —contó Adrien. —Hay más que ayer. —Agregó, mientras las personas salían y dejaban la celda en completo silencio. —Al parecer no quieren ser vistos. Definitivamente son prisioneros, tantos guardias no pueden estar en un pasaje al mismo tiempo sobre todo, sin llamar la atención.

—L-lo siento... —dijo Marinette, viendo que era seguro hablar. —Es mi culpa que hayamos perdido nuestra oportunidad. Se sentía tan inútil.

«Por vez primera, quería hacer algo bien por Adrien, probarle que podía hacer algo que valiera la pena..., que podía hacer algo excepto estar asustada y arruinar las cosas.
Había querido probar que podía ser útil y confiable, para que Adrien..., no solo la viera como alguien que le calentaba la cama. Si hubiera sido buena con algunas de las cosas que Adrien y la banda eran, entonces tal vez Adrien se habría enamorado de ella. »

—También fue mi culpa, me dormí. —Musitó. —No puedo creer que bajé la guardia en una situación así.

—No, estabas cansado. Has estado vigilando toda la noche..., o al menos parte de ella. —Marinette se apresuró a defender a Adrien de sus propias palabras. —Fue mi culpa.