(2) The Wall Between US (Adrinette) +18

*.◦ °◦✯◦°◦ Capítulo 40 ◦ °◦✯◦°◦.*

«Carajo. ¿Por qué Adrien estaba ahí? ¿Por qué no estaba sentado en su mesa favorita comiendo con sus amigos? »

Marinette dudaba que ahora pudiera irse sin ser notada por Adrien, para que así su amo no la hubiera tenido que ver así. Los ojos de Adrien vagaron por su cuerpo de manera sugerente antes de mirarla a los ojos. Marinette no estuvo segura de si quería saber lo que Adrien estaba pensando

—¿Por qué estás caminando así? ¿Quieres que te salten encima?

—Yo..., uh... —Marinette trató de explicarse, pero terminó solo de pie y tratando de cubrir lo más que podía de su cuerpo. La banda se veía divertida cuando por fin dio una respuesta corta. —Creo q-que alguien..., robó mi ropa.

Adrien no contestó, pero se quitó la camisa extra de sus caderas y la colocó encima de Marinette, sorprendiéndola más al agacharse un poco y cargándola nupcialmente.

—Los veré después, chicos. Solo me aseguraré que nuestra adorable bichito llegue con bien.

Marinette quiso protestar, sintiéndose nada orgullosa en ese momento, pero la verdad era que no había sentido nada de orgullo, ya sea con ella o con sus acciones, desde el día en que entró a esta prisión.

«Este lugar sabía cómo robarle a una chica su autoestima.»

—L-lamento haberte molestado. —Marinette se disculpó, bajando la cabeza, y pronto Adrien la dejó en la celda. Afortunadamente su ropa extra no había estado en la lavandería hoy.

Marinette no podía esperar a ponérselas, pero antes de que pudiera llegar a la cómoda, Adrien sostuvo su toalla, jalándola y haciéndola impactar contra su pecho.

—¿Puedes regresarme mi camisa? —preguntó el líder y fue ahí que Marinette recién notó que aún seguía con la camisa de Adrien.

—P-por supuesto. Ten. Lo lamento. —Tartamudeó, apresurándose a quitarse la camisa y dársela a su compañero de celda, un tanto avergonzada porque la tela estaba húmeda.

El agarre en el frente de su toalla, lentamente se aflojó cuando el rubio tomó su camisa. Marinette rápidamente tuvo que sostener la toalla antes de que se cayera.

—¿Sabes que se puede ver a través de esta cosa, no? —dijo Adrien, sin molestarse en atar su camisa extra alrededor de sus caderas, simplemente lanzándola en la cama de Marinette.

Las manos de Marinette se empuñaron con fuerza en la tela que la cubría.

—L-lo siento... —Marinette se disculpó.

«¿Debería disculparse? No sabía qué más decir. »

—¿Sabes que otros también pueden ver a través de esto, no? —dijo Adrien y Marinette sintió que una mano sostenía con fuerza su brazo, dejándola en una posición en donde la forzaba a verlo a los ojos, jalándola y haciéndola tambalearse y colocar sus manos en los hombros del rubio.