E K I G P

Capítulo 91

¡Más más más!

Eso es lo que Shi Qing quería decir, mientras el señor demonio lo llevaba al lecho de nubes.

No hay problema, ¡puedes hacer que te devuelva lo que te debo como quieras!

Sin embargo, a pesar de que su cuerpo temblaba de emoción, todo lo que podía hacer era mantener el rostro pálido y negarse a hablar.

Los ojos del señor de los demonios se oscurecieron cuando vio a su shizun, que fue colocado en el lecho de nubes, incapaz de moverse porque su energía espiritual fue suprimida. El único movimiento detectable fue el temblor de su cuerpo aparentemente frágil.

"¿Shizun tiene miedo?"

Rong Jue se inclinó y apartó suavemente un mechón de cabello de Shi Qing.

En el siguiente segundo, el anciano supremo que acababa de dejar de temblar comenzó a temblar de nuevo.

“¿Tienes miedo de mí?”

Rong Jue estaba sonriendo y riendo al principio, pero luego la expresión de su rostro se oscureció dramáticamente.

El cabello en su mano era suave y agradable al tacto.

Pero, ¿por qué su dueño no podía ser así?

Habiendo guardado rencor durante cien años, Rong Jue pensó que humillaría sin piedad a Shi Qing tan pronto como recuperara su cultivo. Por lo menos, incluso si no lo mataba por el momento, definitivamente asustaría a la otra parte adecuadamente.

Pero ahora, mirando al anciano supremo que yacía impotente en el lecho de nubes, cómo toda la calidez gentil en sus ojos había sido reemplazada por miedo...

Incluso sus labios parecían afectados, palideciendo dramáticamente.

Rong Jue no se sintió tan alegre como pensaba. Su sed de sangre solo aumentó con el paso del tiempo.

¿Para qué fueron estos gestos lamentables?

¿No fue su shizun el que hizo todas esas cosas malas? ¿El que lo saboteó?

Si estaba tan asustado después de que lo descubrieran, ¿por qué hacerlo en primer lugar?

Shi Qing: [No puedo, las acciones de Bebé Rong son demasiado estimulantes... ¡quiero atacarlo!]

Después de observar el valor de animosidad que superó los 600, el Sistema perdió toda esperanza.

Sistema: [Adelante, Anfitrión, salta sobre él si quieres. De todos modos, no queda esperanza en este mundo, wuwuwuwu.]

Cuando el Sistema que siempre ha tratado de detenerlo se rindió, Shi Qing recuperó el control de sí mismo.

[Mi pequeño Tong-er, ah. ¿No lo entiendes todavía después de seguirme a través de tantos mundos? ¿Cómo puedo yo, Shi Qing, perder?]

En el lecho de nubes, el anciano supremo que luchaba sin poder hacer nada estaba algo pálido. Mientras sus delgadas muñecas intentaban soportar su peso, miró a Rong Jue.