Capítulo 9

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Shi Qing era natural fingiendo ser un loto blanco.

Enterró su rostro en el pecho de Yin Mingzheng e incluso temblaba ligeramente como si fuera un animalito asustado. Le preguntó lastimosamente a la persona que lo abrazaba: "Mingzheng, ¿no prometiste estar conmigo para siempre?"

"¿Por qué desapareciste cuando me desperté?"

"Yo..."

La boca de Yin Mingzheng estaba llena de ácido. No sabía qué decirle al joven tembloroso en sus brazos.

Pensó en muchos escenarios posibles.

Shi Qing podría enviar furiosamente asesinos tras él.

O pensar que lo traicionó.

Pero nunca pensó que Shi Qing dejaría esa nave y aparecería en este estado demacrado ante él.

A pesar de que Shi Qing había vivido durante 10,000 años, pasó casi todo ese tiempo en soledad en la nave. Aparte de su capacidad para ajustar su peso, Yin Mingzheng nunca vio a Shi Qing mostrar ninguna otra habilidad de lucha.

Eso tiene sentido. El rey de la raza mecánica no necesitaba pelear.

Mientras permaneciera en su nave, innumerables robots lo protegerían y cumplirían todos sus deseos.

Pero ahora lo ha dejado todo por Yin Mingzheng.

Una enorme cantidad de culpa e impotencia llenó el corazón del hombre.

¿Cómo se suponía que debía responder?

¿Se suponía que debía admitir que había planeado tanto tiempo para hacer que Shi Qing agregara un punto débil a su cuerpo?

Antes de que Yin Mingzheng pudiera decidir qué hacer, Zhao Miaomiao, que había sido abofeteado por esta repentina situación, reaccionó. No echaba de menos la tierna forma en que el hombre trataba a Shi Qing. Reprimió la oscuridad en sus ojos y dio un paso adelante para saludar a Shi Qing con una sonrisa amistosa.

"¿De dónde vino este niño? Se ve tan lamentable. Mingzheng-ge, tengo el mejor médico de guardia. ¿Por qué no lo llevas a mi casa para que pueda echar un vistazo?"

Yin Mingzheng también estaba preocupado de que Shi Qing fuera herido en alguna parte. Ahora que Shi Qing tenía órganos humanos, era mucho más vulnerable que el robot promedio.

Por supuesto, no hay forma de que vaya al médico de otra persona.

Shi Qing era único, por lo que obviamente iría a un médico en el que confía.

El hombre bajó la cabeza y dijo en un tono cálido: "Shi Qing, bájate primero. Te llevaré a ver a un médico."

Shi Qing envolvió sus brazos sin cooperar alrededor del cuello de Yin Mingzheng: "No quiero bajar. Quiero que me lleves."

La cara de Zhao Miaomiao se puso en blanco cuando escuchó a Shi Qing ordenar a Yin Mingzheng. Un sentimiento de alegría floreció en su corazón.

Mientras Yin Mingzheng estaba en la base, ella intentó todo para acercarse a él, solo para ser rechazada con frialdad cada vez.

Zhao Miaomiao desperdició mucho esfuerzo para descubrir la razón de su actitud. Era un hombre sencillo, por lo que no le gustaban las personas que más se malcriaban.

Alguien como Zhao Miaomiao que continuaba jugando y vistiéndose en las terribles circunstancias obviamente se ganaría su disgusto.

Después de comprender por qué Yin Mingzheng estaba actuando así con ella, Zhao Miaomiao nunca volvió a mencionar su ropa nueva frente a él. Incluso se unió al cuerpo médico de su padre.

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