E K I G P

Capítulo 114

"Solo déjame ya". Shi Qing dijo inexpresivamente.

Tan Mingjin ya estaba enojado, pero la furia del joven maestro superó incluso a la suya. El joven que acababa de rogar en voz baja también se levantó.

Parecía haber llamas ardiendo dentro de sus hermosos ojos.

Si tuviera pelaje, ya estaría todo hinchado.

"¡Cómo puedes ser así! ¡¿Cómo pudiste rechazar mis sentimientos más íntimos?! ¡¡Incluso si no los querías, no tenías que negarte de esta manera!!"

El pequeño Shi Qing en su hombro estaba balbuceando junto con él, parecía que el vapor saldría de sus oídos en cualquier momento.

Tan Mingjin estaba desconcertado por sus acusaciones, pero pronto recordó cómo su bueno, dulce, obediente y sensible Shi Qing se rebelaba contra él por una estafadora más de diez años mayor que él.

La mirada del hombre se volvió cada vez más acalorada.

Como un tirano, dijo fríamente: "En cualquier caso, no lo permitiré. Si estás empeñado en hacer las cosas a tu manera, entonces... "

El tirano estaba atrapado en este punto.

Si Shi Qing estaba empeñado en salirse con la suya, ¿qué podía hacer yo?

Tan Mingjin una vez fue muy bueno amenazando e intimidando a Shi Qing. Siempre que Shi Qing hacía una escena, solía refrenarlo amenazando con cortarlo.

Para Shi Qing, que gastaba mucho y le gustaba presumir ante sus amigos, esta era una amenaza súper efectiva.

Pero si lo hiciera ahora, este pequeño mocoso sin corazón definitivamente correría para acurrucarse con esa mujer.

Incluso se podría aprovechar de él de alguna manera.

Una imagen de Shi Qing vendiéndose por dinero inmediatamente apareció en la mente de Tan Mingjin.

¡De ninguna manera!

¡No podía permitir que eso sucediera!

Pero, ¿qué más podía hacer él entonces?

¿Expulsar a Shi Qing de la familia Tan?

No pudo. ¿Y si otros se enteraran e intimidaran a Shi Qing?

Y si echara a Shi Qing, ¿no dejaría que esa mujer lo reemplazara fácilmente como cuidadora de Shi Qing?

El tirano fue incapaz de pensar en una forma de castigarlo con la cabeza. Después de unos segundos de pausa, continuó: "Haré que te arrepientas".

"¿Por qué no puedo sentir algo por alguien? Tío, ¿no me compras siempre todo lo que quiero? No te gusto Claramente sentí que lo hiciste, así que ¿por qué no dices que sí?"

Tan Mingjin casi se burló de la descarada demanda de Shi Qing por su aceptación. ¿Cómo podía entregar voluntariamente al niño que había criado a otra persona?

Sí, le gustaba Shi Qing.

Fue porque le agradaba que Tan Mingjin no aguantaría esto.

Al confirmar sus intenciones, el hombre afirmó resueltamente: "Puedo darte cualquier otra cosa, pero este asunto no está en discusión".

Pudo ver claramente que las lágrimas ya estaban brotando de los ojos del joven frente a él. La punta de la bonita y pequeña nariz de Shi Qing estaba roja mientras miraba a Tan Mingjin con una mirada ofendida y obstinada.

El pequeño Shi Qing estaba de un humor similar. Estaba sollozando y secándose las lágrimas del hombro en el que estaba sentado, su carita hermosa y delicada plagada de agresión.