E K I G P

Capítulo 64

Shi Yiyi estaba lívida, pero Shi Qing agregó más leña al fuego al insistir en entregarle amablemente todo el papel triturado. Su zorro-demonio que era más hermoso de lo que una niña realmente estaba pidiendo un sándwich de nudillos sólidos.

“Come, querida prima. No hay necesidad de agradecerme~"

Cuando Shi Yiyi no se movió, el joven marqués sonrió feliz, “¿Crees que esto es demasiado claro? ¿Por qué no te corto algunas flores?”

Shi Yiyi levantó las manos. Su odio solo se intensificó cuando miró hacia arriba y se dio cuenta de que todos la estaban mirando.

Apretó los dientes, empujó a Shi Qing y se marchó furiosa.

Shi Qing le gritó con malicia: “¡No te preocupes, si no tienes tiempo ahora lo dejaré a un lado en la sala de descanso para ti! ¡Hay suficiente para unos pocos días!"

El joven marqués esperó hasta que vio a Shi Yiyi cerrar la puerta con fuerza antes de soltar los papeles en sus manos. Mirando hacia atrás a las personas que lo estaban mirando, su habitual comportamiento grosero regresó.

“¡Qué están mirando todos! ¡¿No tienes nada mejor que hacer?!"

El grupo de personas bajó la cabeza y fingió estar ocupado. Solo Tan Mingyi, que estaba cautivado por su investigación, ignoró la apariencia distante de Shi Qing y se acercó a él con alegría.

“Shi-ge, ¿estás libre ahora? Quería hablar contigo un poco más. ¿Ya cenaste? ¿Tienes hambre ahora? Yo tampoco he comido mucho, así que vayamos a cenar juntos y hablemos mientras comemos".

Luego, casualmente, tomó la mano de Shi Qing. Tan pronto como tocó el brazo derecho de Shi Qing, la mirada arrogante en el rostro del joven marqués que decía: "Estoy muy orgulloso, pero soy un noble, así que debería mantener mi noble porte" cambió.

"Hiss-"

Se cubrió el brazo derecho con cautela y dio varios pasos hacia atrás, su rostro de repente luciendo feroz de nuevo.

"¡Quién te dijo que podías tocarme!"

La mirada emocionada en el rostro de Tan Mingyi se transformó en confusión. Balbuceó una explicación a la persona que sufría que lo atacó.

"Lo siento Shi-ge, no lo hice a propósito".

"¿De qué sirve la policía si decir que lo siento fue suficiente?"

La actitud feroz del joven marqués logró que el humor originalmente burbujeante de Tan Mingyi desapareciera.

Parecía algo abatido. “Lo siento Shi-ge. No lo volveré a hacer".

Desde un lado, Qin Yunsheng pudo ver claramente que todos los ojos en la habitación se estaban concentrando en Shi Qing nuevamente.

Sus actitudes hacia Shi Qing habían cambiado debido a su trabajo, pero ahora parecían volver a las habituales expresiones de disgusto.

Una persona habló por Tan Mingyi, “Profesor Shi, Xiao Tan solo te tocó un poco. No lo volverá a hacer, así que, ¿por qué se lo reprocha?”

Aparentemente, pensó que a Shi Qing simplemente no le gustaba que lo tocaran.

Shi Qing se rió entre dientes y ni siquiera se molestó en mirar a este tipo, mucho menos corrigió su suposición. Simplemente levantó la barbilla con orgullo, se dio la vuelta y caminó hacia la puerta.

Al pasar por Qin Yunsheng, tal vez porque el dolor en su brazo le recordó el incidente reciente, el joven marqués miró con odio al oficial al que se le ordenó protegerlo. Como si no hubiera aprendido la lección, lo golpeó a propósito con el brazo izquierdo.