E K I G P

Capítulo 105

Los oídos de Tan Mingjin se llenaron con el sonido de los lamentos del pequeño Shi Qing, pero lo que más le molestó fue cómo esta pequeña cosa agitaba ferozmente sus pequeños puños hacia él mientras lloraba.

Aunque sabía que el pequeño en realidad no podía escupir nada, que el pequeño Shi Qing le escupiera mientras estaba tan enojado y sonrojado hizo que Tan Mingjin se sintiera mal.

Sin embargo, el hombre reaccionó rápidamente a este pensamiento. Espera un minuto, ¿de qué estaba sintiendo pena? ¿Todo lo que dijo e hizo fue bastante normal?

Era Shi Qing quien estaba actuando extraño. ¿No debería conmoverse más allá de las palabras?

Afortunadamente, el corazón de Tan Mingjin era fuerte. No dudó de sí mismo debido a la mirada agraviada del pequeño Shi Qing. Calmándose, miró a Shi Qing nuevamente. Como era de esperar, había rastros de ira y dolor en el rostro rubio del joven.

Tan Mingjin hizo todo lo posible por filtrar los lamentos del pequeño Shi Qing. Se encontró con los ojos de Shi Qing y preguntó en voz baja: “¿Por qué estás actuando así? ¿No deberías alegrarte de que el tío te trate como a su propio hijo de ahora en adelante?”

Los gritos del Pequeño Shi Qing se volvieron más silenciosos. Bajó su cabecita y se sentó en el hombro de Shi Qing.

Ya no estaba llorando, pero de vez en cuando surgían pequeños sollozos. Ya era bastante lamentable antes, pero ahora se acurrucó deliberadamente. Parecía que Tan Mingjin había abusado de él o algo así.

Tan Mingjin: ". . ."

Comenzó a preguntarse si había sido demasiado agresivo en ese momento. ¿Qué más podría explicar la reacción del pequeño Shi Qing?

Incluso el Shi Qing de tamaño completo parecía haber perdido su espíritu. Miró a Tan Mingjin de una manera bastante derrotada, diciendo en voz baja: "No estoy infeliz".

¿Ah, de verdad? Entonces, ¿por qué su cara dice 'Estoy infeliz, muy infeliz' como un letrero de neón?

La única razón por la que no agregó 'muy, muy infeliz' fue porque su rostro era demasiado pequeño para todas esas palabras.

Tan Mingjin fue muy paciente. "¿Ni siquiera un poco?"

Shi Qing ni siquiera quería mirarlo esta vez. Simplemente bajó la cabeza. "No."

El hombre miró al pequeño Shi Qing, que estaba sentado en su hombro y rodaba enojado con los ojos enrojecidos.

Esta acción infantil hizo que Tan Mingjin recordara un momento de la infancia de Shi Qing.

Shi Qing siempre ha tenido mal genio mientras crecía. En ese momento, Tan Mingjin estaba tan ocupado en el trabajo que se fue antes de que Shi Qing se despertara y regresara mucho después de haberse dormido. Aunque los dos vivían bajo el mismo techo, rara vez se veían.

Pero a veces se cruzaban entre sí. Por ejemplo, si Shi Qing quería un juguete nuevo o pedir un favor, el pequeño se sentaría en las escaleras y esperaría a que su tío volviera a casa, incluso si eso significaba que se perdió la hora de dormir.

Cuando Tan Mingjin regresara, sería recibido por un pequeño petardo exigiendo un juguete nuevo antes de que pudiera siquiera relajarse. Si no cedía, el niño a menudo se tiraba al suelo y rodaba gritando y llorando hasta conseguir lo que quería.

Debido a esto, Tan Mingjin tomó una decisión de la que siempre se arrepintió. Encontró a una mujer del campo que necesitaba un trabajo a largo plazo para ser la niñera de Shi Qing, para que el niño recibiera la atención que necesitaba.