E K I G P

Capítulo 71

La gente de la oficina quedó atónita.

Miraron el papel y luego a Shi Qing, que estaba parado allí sin vergüenza...

¡Que mierda!

¡¿Cómo puede haber una persona tan desvergonzada en el mundo?!

¿Cómo diablos se elogia tanto a sí mismo sin pestañear, sin mencionar que pide a otros que lo hagan también?

A un lado, el joven marqués pareció no darse cuenta de sus expresiones retorcidas. Curvó los labios con aire de suficiencia y les preguntó muy amablemente: "¿Tienes algún problema con lo que dice?"

Sus colegas: "Um..."

Shi Qing: “Si nadie tiene ningún problema, podemos ir a ver el prototipo ahora. También he guardado todos mis datos si alguien está interesado".

Las espaldas de las personas en la oficina se enderezaron instantáneamente. Todos sus rostros estaban llenos del brillo de la integridad.

"¡No, no hay ningún problema!"

“¡Sí, la descripción del profesor Shi es tan precisa y fiel a la realidad! No se preocupe, si realmente hay una entrevista, ¡definitivamente les diré la verdad!"

“Creo que en realidad estás siendo demasiado humilde en tu descripción de ti mismo. ¿Cómo se puede contener la grandeza del profesor Shi en una mera hoja de papel? Profesor, ¡definitivamente agregaré algunas cosas mías cuando vengan a entrevistarme!"

Es posible que sus madres les hayan enseñado a ser honestos desde pequeños...

Pero, ¿cuál es el daño en una mentira piadosa de vez en cuando?

Qin Yunsheng miró en silencio al joven marqués con complacencia desde un lado.

Solo cuando Shi Qing dio un paso adelante, el oficial inmóvil se detuvo y siguió a su pequeño novio de manera protectora.

La noticia de que Shi Qing había desarrollado nervios artificiales conmocionó a todo el Instituto. 

Todos se apresuraron a venir a echar un vistazo, independientemente de su edad o antigüedad. 

Una de esas personas era un anciano de cabello gris cuyas manos temblaban levemente cuando estaba emocionado, debido a su avanzada edad. 

Técnicamente hablando, estaba jubilado y ya no estaba involucrado en la investigación, pero aún le gustaba volver al Instituto de vez en cuando.

Había hecho muchas contribuciones al país en su juventud, por lo que nadie se opuso a sus visitas. Cuando el anciano se sentía bien, a veces incluso guiaba abiertamente a la generación más joven.

Cuando miró a través del cristal al sujeto animal, al que le habían colocado una prótesis con nervios artificiales, que caminaba con su paso natural, las comisuras de los ojos comenzaron a enrojecerse.

"¡Oh! ¡Oh mi! ¡Con esta tecnología, las personas con discapacidades podrán tener una mejor calidad de vida!"

La persona a su lado ayudó a estabilizar al anciano sobreexcitado. “Tenga cuidado, anciano. ¿Por qué no te sientas y descansas un rato?”

"No, no, creo que echaré otro vistazo".

El anciano insistió en quedarse y observar al animal, que alguna vez tuvo una pata delantera rota, correr dentro de su recinto. La prótesis que aún no había sido injertada con cabello se movió y saltó en completa coordinación con las otras tres piernas. No hubo diferencias entre ellos, excepto visualmente.