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Vyce POV

Sigo a una enfermera que me guía hacia donde se encuentra mi hija. Mientras camino, me va hablando.

―Supongo que ya le dieron la noticia -dice la odiosa enfermera.- Lo siento mucho, su esposa falleció. -dice secamente. Una lágrima cae por mi mejilla, la seco rápidamente.- Al llegar, nos dimos cuenta que no tenía la suficiente energía para dar a luz. La pequeña ya estaba lista para salir. Sin embargo, tuvimos que hacer una cesárea.

Doblamos en una esquina y ella abre una puerta. Intento entrar pero me coloca una mano en el pecho, frenándome.

―No puedes pasar, primero hay que desinfectarte. -me tiene un traje ridículo, con un gorro, un tapabocas y unas bolsas para cubrir los zapatos.- Vístete.

Me coloco el traje rápidamente, estoy ansioso por conocer a mi hija. Mi corazón está latiendo a mil por hora. Espero tenga parecido a Eider.

Me deja entrar, pero esta vez, me lleva a una habitación que está dentro. Es un pequeño baño.

―Lávate las manos con jabón, y échate un poco de gel antibacterial que está a tu lado. Luego te colocas estos guantes y me sigues.

Hago lo que me dice con apuro. Termino de colocarme los guantes de látex y la sigo. Nos acercamos a un escritorio y se sienta detrás de la mesa, con una computadora al frente. Me pide mis datos personales y vuelve a levantarse.

Cruzamos por unas grandes puertas y los llantos de los bebés llegan a mis oídos. Es increíble como detrás de las puertas no los escuchaba y ahora sí.

La enfermera revisa unos papeles en su libreta y a la vez observa las incubadoras de los bebés.

―Aquí está. -dice frenándose frente a una incubadora.- Esta es su hija señor. Tiene veinte minutos. -dice y se aleja.

Me acerco a ella. La pequeña se retuerce, incómoda. Tiene unas cuantas agujas y tubos pegados a su pequeño cuerpo. Mi mirada se llena de lágrimas. Mi corazón se oprime al observar que tiene la nariz de su madre. Todavía tiene los ojos cerrados, pero tengo el presentimiento de que tiene los ojos grises.

Observo dos agujeros a un lado de la incubadora. Meto mis manos y acaricio su piel. Sigue llorando.

―Hola, pequeña. -digo y se me quiebra la voz.- Soy tu papá. -hago una pausa.- Sé que no es fácil estar con unos tubos en tu cuerpo, pero pronto podremos ir a casa.

Escucho unos golpes a mi lado. Subo la mirada y observo a mi familia detrás de un gran ventanal que no había notado. Minerva, Thiago y Fiore no están. Supongo que aún no lo dejan salir. Veo sus manos y todos tienen unos regalos en sus manos.

―Mira, amor. Ellos son tu familia. -le digo a mi hija.- Faltan algunas personas. Sé que no es muy grande, pero nos aman incondicionalmente... Hija, no sé si vaya a ser un buen padre y te pido que tengas paciencia conmigo. Haré hasta lo imposible para darte la vida de princesa que te mereces.

Me quedo los veinte minutos al lado de mi hija. Ni más, ni menos.

El ver a mi hija me dio fuerzas para seguir adelante. No sabía qué hacer ahora que el amor de mi vida no está. Pero nuestra hija me dio un propósito para seguir. Para seguir viviendo por ella.

Tengo una increíble familia que me apoya y me ayuda. Y sé que seguirá siendo así.

No estoy solo en mi camino de ser padre... los tengo a ellos.

<<Entonces, ¿Cómo te llamas?

Eider.>>

Sí, la voy a extrañar escuchar su nombre.

<<—Le gustas a Devon. Él es mi hermano, no debí hacerlo.

Y a mi me gustan los dos, ¿por qué no puedo besarlos?>>

Sí, voy a extrañar sus besos y su cuerpo.

<<—¿Ya te dije que estoy completamente enamorado de ti?

Yo también estoy completamente enamorada de ustedes. Mis novios.>>

Voy a extrañar el amor incondicional que me brindaba.

<<―Eider... N-no... no estarás embarazada... ¿verdad?

―¡Sorpresa!>>

Va a ser un largo camino sin ella a mi lado, pero no imposible.

<< —Te amo.>>

***

―Vamos, Vyce. -dice Ash.- Come aunque sea un poco. Dos cucharadas más. -dice y ruedo los ojos. Abro la boca y mete la cucharada de sopa que compró en no sé dónde, en mi boca.- ¡Excelente! Una más.

Estamos en la sala de espera. Hoy nos dejarán llevarnos a Alyssa, mi hija.

Ese es es nombre que Eider y yo teníamos pensado colocarle. Así que se lo cumplí.

Mentiría si dijera que no estoy nervioso. ¡Estoy que muero de nervios!

Vuelvo a abrir la boca, pero antes de que Ash pueda meter la cuchara, escucho mi nombre.

―Vyce Dagger. -dice un doctor. Trae una pequeña bolita envuelta en una mantita, en sus brazos. Muero de ternura. Todos nos ponemos de pie y nos acercamos.- Su hija ya está lista para ir a casa. -dice sonriente, provocando que no también sonría.- Antes, necesito que firme unos papeles para confirmar el retiro.

Una enfermera que estaba a su lado, me comienza a pasar papel tras papel.

―Este papel es para confirmar el retiro. Léelo y lo firmas. Este otro, son las indicaciones del doctor. Ahí están escritos los cuidados básicos de la niña y algunos medicamentos que tiene que tomar por la falta de nutrientes en su cuerpo, causa de la falta de leche materna. Este carpeta, son los datos de la niña, como la partida de nacimiento.

Termina de hablar y tengo un montón de papeles en mis manos. Ash me ayuda y finalmente firmo el papel de retiro de la pequeña Alyssa. 


***

Bueno, ya terminé de escribir el final y... qUEDA UN CAPÍTULO Y EL EPÍLOGO PARA QUE ACABE LA HISTORIA 

Lo sé, lo siento. La noticia es un poco... potente. 

Así que... Hoy terminaré de subir los capítulos :) 

Sigan leyendo. Nos vemos en el final 

El Misterio de los Dagger ©  [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora