El Misterio de los Dagger © [TERMINADA]

~34

Vyce POV

Salgo al balcón y observo el cielo. Falta poco para que anochezca.

―¿Cómo estás, bombón? -pregunta una voz detrás de mí. Giro la cabeza y sé que es Akira. Ella me sonríe de manera amigable y se acerca a mi lado.- Esto es una jodida mierda, ¿no? Recién llegamos. -suelta una pequeña risa.

―Lo siento, es mi culpa. Espero que no se sientan incómodas quedándose aquí. -digo.

―Para nada... ¿Por qué dices qué es tu culpa? Si puedo saber, claro. -pregunta. Rasco mi nuca.

―La verdad es un poco complicado. Pero para resumirlo, básicamente a mi hermano y a mi nos estaban amenazando, diciendo que nos alejemos de Eider. Soy muy terco, pero mi hermano captó inmediatamente la amenaza. Y supongo que lo conociste cuando fue al departamento.

―¿Él era tu hermano? -pregunta un poco atónita. Asiento.- Lo siento que te lo diga, pero tu hermano es un completo desgraciado.

―Lo sé, ahora me busca para alejarme de Eider. Supuestamente, porque quiere lo mejor para sus hermanos.

Un silencio se forma entre nosotros.

―No te rindas tan fácil. Eider se ve muy feliz a tu lado. De todos sus romances fallidos, sé que tú no le romperás el corazón. -me coloca una mano en el hombro.- No lo arruines. -dice y vuelve a entrar al departamento.

El aire frío de la noche pega en mis rostro y brazos, así que vuelvo al departamento. Fiore está sentado en el sofá viendo la tv.

―Espero no te importe, me puse cómodo aquí. Es un lugar acogedor. -río un poco y me dejo caer a su lado.

―No me importa. -hago una pausa.- ¿Crees que esté haciendo lo correcto? Ya sabes, seguir al lado de Eider.

―¿Cómo fue tu infancia después de que murieron tus padres? -me quedo un poco confuso ante su pregunta.

―Bueno, mi tía Kayla -empiezo a decir, pero me interrumpe.

―¿Cómo te sentías, Vyce? -lo pienso unos segundos.

―Solo, triste.

―¿Cómo te sientes estando con Eider? -despega su cabeza de la tv y me observa.

―Completo, feliz. Me llena de felicidad estar con ella. Me siento amado.

―¿Entonces por qué te cuestionas si está bien estar a su lado? Puede que ambos se pongan en peligro, pero piensa en Romeo y Julieta.

―Mala referencia. Ambos terminan muertos.

―¿Terminan muertos? ¡Oh, joder! No me escuches, estoy divagando. -dice y vuelve a concentrarse en el tv.- Lo que digo es que luches como ellos lo hicieron. Ahora sal de aquí, quiero dormir.

Me despido y vuelvo a la habitación con Eider. Ella está sentada sobre el colchón con sus ojos abiertos al límite.

―¿Qué sucede? -le pregunto y me acerco a ella. Rápidamente se pega a mi cuerpo. Siento el suyo temblar levemente.

―Tuve una pesadilla. -murmura. Me quito la ropa, quedando solo en calzoncillos, y me acuesto a su lado. Arropo nuestros cuerpos con la sábana y la acerco a mí.

Apago las luces y empiezo a cantar una canción suave. Ella rápidamente, alza su cabeza y me observa sorprendida.

―Amor... Cantas hermoso. -susurra. Una sonrisa aparece un mi rostro. Beso su frente.- ¿Por qué nunca me dijiste que cantas así de bien?