El Misterio de los Dagger © [TERMINADA]

Epílogo

Vyce POV

Estoy nervioso. Muy nervioso. Es la primera vez que hago esto sin ella.

Mis hermanos, Alyssa, Minerva, Thiago, Fiore y las gemelas me observan desde una de las mesas. Gael les compró los pasajes para que vinieran a conocer a Aly y a visitar la tumba de Eider.

Las luces pegan en mi rostro y siento mis manos temblar.

Me siento en el banco y me acerco al micrófono frente a mí. La música empieza a sonar y el dolor en mi pecho crece.

Comienzo a cantar nuestra canción. Lucky Ones. Su canción.

Algunas personas detienen lo que están haciendo para prestarme atención. Aprieto las mangas de la sudadera que ella me regaló. Observo a mi familia y todos me sonríen.

Cuando el coro está cerca, cierro mis ojos. Duele como el jodido infierno.

Mi voz se rompe en algunas partes y mis ojos se llenan de lágrimas. Escucho los aplausos, animándome.

Canto lo mejor que puedo. Como a ella le gustaba. Canto con todo el sentimiento que puedo transmitir.

Fui muy afortunado de tenerla.

Me cuesta respirar y las lágrimas no dejan de salir. La extraño.

La canción acaba y escucho los aplausos y gritos de las personas, pero los ignoro. Bajo rápidamente del escenario y, como temía, veo como se acercan muchas personas hacia mí. Las aparto de mí. Necesito aire.

Veo a mi familia acercarse y coloco una mano enfrente, para detenerlos. Ellos frenan y yo sacudo mi cabello con desesperación.

―Vyce... -dice Aisha. Niego frenéticamente con la cabeza.

―Necesito salir. Necesito aire. -digo con un hilo de voz.

Camino hacia la salida. Desesperado, empiezo a buscar alguna escapatoria. Necesito vaciarme, desahogarme.

Empiezo a correr por la larga calle frente a mí. Se me dificulta ver por las lágrimas contenidas. Sin embargo, no dejo de correr. El viento golpea mi rostro y desordena mi cabello.

La calle comienza a hacerse solitaria. Solo una que otra vivienda muy alejadas las unas de las otras. Los árboles ocupan el lugar que dejaron. Aquí es el lugar perfecto.

Me detengo y observo a mi alrededor. No hay nadie. Con la respiración vuelta nada, grito lo más fuerte que puedo. Algunos pájaros vuelan lejos de los árboles y el eco resuena por la solitaria calle. No dejo de gritar. Mi garganta empieza a doler.

Cuando siento que ya he logrado desahogarme un poco, caigo de rodillas y saco la carta de mi bolsillo trasero.

Hola, cariño. Soy Vyce, tu novio.

Ha pasado un mes desde que te fuiste. No sabes como me duele.

No tengo ni idea de cómo he sobrevivido sin ti. Pero aquí sigo, viviendo por ti y por nuestra hija. Aunque hayan pasado unos momentos de debilidad.

Te he dejado flores todos los días. Siempre te dejo las mejores que hay en la floristería. Las más hermosas y únicas. Así como tú.

Mañana voy a cantar en el Woodside. Estoy jodidamente nervioso. Cantaré sin ti. No sé si podré hacerlo. Sin verte al otro lado del local observándome con tus hermosos ojos grises enamorados.