El Misterio de los Dagger © [TERMINADA]

~42

Eider POV

―Y aquí están algunos juguetes. -termina de decir Alaia.

Mi madre carga a Milton mientras mi padre recoge los bolsos y maletas.

―Está bien, cariño. Nosotros lo cuidaremos.

―De eso no cabe duda. Cualquier cosa, llámenme. No voy a tomar mucho. -dice Alaia.

―Por supuesto que vas a tomar mucho. -digo. Va a replicar, pero la interrumpo.- Bueno, ya nos vamos a ir yendo. Volvemos en un par de horas más.

―¡Vyce, cuidalas! -dice papá. Fiore frunce el ceño.

―¿Y a mi no me dices que las cuide? -pregunta.

―No sirves de nada. -dice mamá en broma.

―¿Quién te trae las compras todos los fines de semana, eh? -protesta indignado. Rompo a carcajadas.

―Ya vámonos, continúa tu discusión después. Quiero beber. -digo y lo jalo del brazo.

Mi papá no aceptó que nos llevemos el coche, porque estaríamos todos ebrios cuando tengamos que volver. Así que nos toca ir en taxi.

Al llegar, observo que es un lugar bastante extraño. Es como la entrada de un edificio, pero dentro es una discoteca. Un guardia de seguridad nos detiene en la entrada.

―Vienen conmigo, Ryan. -dice Vyce. Se acerca y lo saluda. El guardia quita su cara de roca y muestra una sonrisa.

―Vyce. Tienes tiempo sin pasar por aquí.

―Sí. -dice Vyce mientras se rasca la barbilla.- ¿Está Carl?

El guardia vuelve a colocar su cara de roca.

―Estos días se ha fijado en la tercera barra. -abre la puerta para nosotros.- Con cuidado, Vyce. No quiero tener que sacarte como las otras veces.

Vyce se frota las manos con una sonrisa y le choca el hombro.

―Gracias amigo. Y claro que tendré cuidado... O al menos trataré. -su sonrisa cambia a una pícara y antes de que el guardia pueda replicar, Vyce entra a la discoteca.

Al entrar, todo quedamos estáticos. El lugar es hermoso. Es parecido a un casino, pero en disco. Tiene luces por todos lados y varias barras a sus costados. Tiene un segundo nivel donde hay menos gente.

—¿Qué les parece? ¿Escogí bien el lugar? -pregunta Vyce.

—¿Esa es cómo una zona VIP o algo así? -pregunto señalando el segundo piso.

—Sí, se pagan como diez de los grandes por estar allí arriba... ¿Quieren subir? -nos pregunta.

—¿Tienes diez mil dólares? -pregunta Fiore.

—No, pero tengo buenos amigos. -responde con una sonrisa pícara, la cual está usando mucho esta tarde y ya empieza a asustarme. ¿Qué será capaz de hacer?

Vyce nos lleva a un lateral de la disco. Abre una puerta y hay un largo pasillo detrás de ella. Caminamos hasta el final y un guardia interrumpe con unas escaleras. Vyce le sonríe y le da una palmada en el hombro cuando el hombre nos deja subir.

Subimos las escaleras y ya nos encontramos en la zona VIP. Es espaciosa y tiene varias mesas con personas que lucen imponentes. Poderosas.

—Aquí es. -dice Vyce sobre la música. Nos señala un espacio con sillones unidos, una forma de medialuna y una pequeña mesa en el centro. Todos nos sentamos, menos Vyce, que observa desde el trozo de vidrio que sirve como barandilla. Desde aquí se puede ver todo el local y a las personas bailando. Vyce se acerca a nosotros.- Em... Esperenme un momento, ya vuelvo. -dice nervioso. Se detiene unos segundos en mis ojos antes de desaparecer por las escaleras.