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Me di cuenta que algunas canciones las repetí jaja. 

Eider POV

El cuerpo de Ryder se acerca velozmente hacia mí. Asustada, empiezo a retroceder.

―¡Eres una mentirosa! -grita. Puedo ver la vena en su cuello crecer. Cada vez que retrocedo, él se acerca más y más.

De repente, siento el borde de la terraza detrás de mis pies. Me detengo en seco. No tengo escapatoria.

Ryder se acerca a mí y mantiene su cara a tan solo centímetros de la mía. Puedo ver en sus ojos la ira.

―¿Sabes qué es lo que más odio?. -niego con la cabeza.- Que después de todo lo que me hiciste y el tiempo que ha pasado, te sigo amando. Por algo los traje a ellos aquí. Para que supieran tu verdad y se alejaran de ti de una vez por todas. Porque siempre has sido mía, y lo seguirás siendo.

―Ellos no se van a alejar de mí. Ellos no son como tú, cobarde.

Sus manos agarran mis hombros. Pierdo un poco el equilibrio. Puedo escuchar los gritos de Vyce, Devon y Erika.

Ryder y yo empezamos a forcejear. Sin embargo, él es el doble de mi tamaño. Me puede manejar a su antojo.

Por encima del hombro de Ryder, puedo ver como Devon viene corriendo hacia mí. ¿Cómo se soltó?

―Si me muero yo, te mueres conmigo. -me susurra al oído. Sostiene mi mano fuertemente y se deja caer al vacío. Siento mi cuerpo temblar de miedo.

Unos fuertes brazos se envuelven en mi cintura antes de caer. Devon y yo perdemos el equilibrio, pero tira fuertemente de mí y ambos caemos sobre nuestros traseros.

Puedo escuchar el horrible sonido que hace el cuerpo de Ryder al chocar con el suelo.

Mi corazón se detiene. Mis ojos se llenan de lágrimas. Un potente grito se forma en mi garganta.

―¡No! -grito, desgarrando mis cuerdas vocales. Intento acercarme al borde, pero Devon me lo impide apretando más sus brazos en mi cintura.

Mi corazón duele. Siento como empieza a faltarme el aire.

Devon pega mi cabeza a su pecho y me acaricia el cabello. Aferro mis manos en su camiseta y lloro desesperadamente.

―Él no merecía morir. Él solo necesitaba amor.

―Ven, vámonos de aquí. -susurra en mi cabeza antes de ayudar a ponerme de pie. Mis piernas tiemblan, no puedo soportar mi cuerpo. Devon me sostiene y me ayuda a caminar.- Espera aquí un momento. -me suelta y pasa a desatar a Vyce. Apenas queda suelto, corre rápidamente hacia mí. Envuelve sus brazos alrededor de mí.

Me aferro a él, a su aroma, a su manera de protegerme, a su manera de decirme que verdaderamente le importo.

―Estás bien, estás bien. Estás a salvo. -dice, pero pareciera que se convence a sí mismo. Lloro en su pecho.- Vamos, llora. Todo estará bien. -me susurra.

Devon desata a Erika y salimos del edificio.

Mis ojos duelen de solo mantenerse abiertos. Vyce en ningún momento me suelta. Tomamos un taxi en camino a mi departamento.

Al llegar, Vyce se dirige a la cocina, después de unos minutos, aparece con un té en sus manos.

―Toma. Te ayudará a calmarte. -se sienta a mi lado en el sofá.

―Gracias. -susurro y tomo un sorbo. Los cuatro estamos en silencio. Erika está sentada en un sillón con la mirada perdida. Devon de pie, recostado en una pared, observándome con una mirada de preocupación y Vyce está a mi lado sosteniendo mi mano temblorosa.

―Creo... Creo que necesito descansar. -dice Erika. Le digo dónde está la habitación donde se estará quedando y desaparece por el pasillo.

Escucho un suspiro de parte de Devon. Se despega de la pared y se sienta a mi otro lado.

―Quédense conmigo, por favor. No me dejen sola. -digo con la voz quebrada.

―Nos quedaremos. -escucho que dice Vyce. Dejo la taza de té sobre la mesa de centro. Recuesto mi cabeza del hombro de Vyce y tomo la mano de Devon que está sobre su muslo.

―Gracias. -susurro. Sin embargo, mi cuerpo sigue manteniendo un peso.- Lo siento. Siento mucho haberles mentido. No lo merecen. No creo que quieran estar con una persona como yo. Por Dios, tenía el hermano de mi novio en mi vientre. -suelto una risa carente de gracia.

Devon jala de mí y agarra mi rostro con sus manos, acercándome a él.

―Escucha con atención lo que te voy a decir. -dice en tono serio. Sus ojos me expresan sus sentimientos. - Nosotros también tenemos manchas en nuestras vidas. Sabemos que somos peligrosos para ti, sin embargo, somos muy egoístas como para dejarte ir. No te dejaremos ir por cicatrices que tengas en tu alma. ¿Entiendes eso? Eres jodidamente perfecta a nuestros ojos. Y esas cicatrices solo te hacen aún más perfecta.

―Aún hay cosas que no saben de mí. -susurro. Me regala una corta sonrisa.

―También hay muchas cosas que no sabes de nosotros, pero ya habrá tiempo para contarlas.

Acerco más mi rostro y termino por unir nuestros labios. Me coloco de pie y tomo las manos de ambos.

―Vamos, quiero descansar. -digo. Los guío hacia mi habitación y cierro la puerta detrás de nosotros.

Vyce se acerca a mi closet y saca un pijama. Camina hacia mí y me acerca a su pecho. Sin dejar de mirarme a los ojos, agarra la parte baja de mi camisa. La saca por mi cabeza. En el fondo, puedo ver como Devon empieza a despojarse de su ropa hasta quedar en calzoncillos.

Vyce toma una profunda respiración. Barre mi torso con su mirada antes de volver a mis ojos. Empieza a arrodillarse ante mí. Nunca abandona mis ojos. Puedo ver como intenta controlar su deseo.

Sus dedos rozan mi abdomen cuando empieza a desabrochar el botón de mi jean. Mi piel se eriza. Baja la cremallera y lo saca por mis piernas, dejándome semidesnuda ante él.

―Eres hermosa. -escucho la voz de Devon. Volteo hacia él. Está recostado en mi cama, con un brazo detrás de su cabeza, y semidesnudo al igual que yo.

Vuelvo la vista hacia abajo cuando siento la mano de Vyce en mi tobillo. Alza mi pie y lo mete en el agujero del pantalón de pijama. Hace lo mismo con el otro y lo sube, poniéndose de pie en el camino. Queda nuevamente frente a mí. Deja un suave y corto beso en mis labios, dejándome con ganas de más, pero entiendo, al igual que él, que no es el momento.

―Alza los brazos, cariño. -me susurra y obedezco. Introduce la camisa. Cuando termina, se aleja un poco y me mira de pies a cabeza. Me sonríe, complacido.- Me gustó ese pijama de unicornio. -dice.

―Es lindo, ¿verdad? -digo y doy una vuelta sobre mi eje.

―Hermoso. -hace que una pequeña sonrisa aparezca en mi rostro.- Ahora ven, vamos a dormir. -agarra mi mano y nos dirige a la cama, dónde Devon ya está esperándonos. Me acuesto sobre el colchón y Vyce se queda de pie. Observo como empieza a sacar su camisa por su cabeza, seguido de sus zapatos y pantalones, quedando igual que Devon.

Se acuesta a mi lado y apaga la luz de la lámpara. Siento su cuerpo moverse hacia el mío y rodearme con uno de sus brazos. Me doy la vuelta hacia él y siento el cuerpo de Devon moverse hacia mí, también. Siento su espalda pegarse a la mía. Sus dedos levantan la tela de mi camisa y deja su mano reposando sobre mi cintura.

Vyce pega su frente a la mía y cierra los ojos.

―Buenas noches, Devon y Vyce. -susurro.

―Buenas noches, Vyce y Eider. -dice Devon.

―Buenas noches, Eider y Devon. -dice Vyce. Los tres soltamos una pequeña risa. Vyce deja un beso en la punta de mi nariz y vuelve a pegar su frente.

Me siento tan bien con estos chicos. Mis chicos. Me siento completa. 

El Misterio de los Dagger ©  [TERMINADA]Where stories live. Discover now