𝑬𝒄𝒍𝒊𝒑𝒔𝒆 | 𝑴𝑨𝑹𝑪𝑶𝑺 𝑹𝑶𝑱𝑶 |

• 03 •

Agustina | Capitulo: Sorpresa

Luego de la noche que pasé con Marcos, volví directamente a mi casa. Me despidió diciendo que le había encantado pasar tiempo conmigo, pero que lo bueno duraba poco.

Dejando de lado ésto, y aunque me muero de ganas de seguir viéndolo o aunque sea escribirle, acepté que las cosas debían ser así y traté de dejar lo que pasó en el olvido. Acompañé a mi mamá al Shopping. Esta noche tenía la fiesta de compromiso de una pareja amiga junto con papá, y quería comprarse zapatos y ropa. Siempre diosa.

- ¿Hija te parece si le llevamos alguna camisa a tu padre? - preguntó mamá luego de pagar mi ropa y la suya, pues necesitaba renovar.

- Si, porque si no lo asesoramos nosotras termina como un linyera. - mamá rió dándome las bolsas y caminamos en dirección al local de hombres que se encontraba en el segundo piso.

Cuando divisamos el local de Versace, a mi mamá se le ocurrió parar por un café. Ya iban a ser las 19:30 y se acercaba el horario de cierre de las tiendas pero a la señora no le importaba.

- ¿Qué habrá ahí Agus? - señaló con su cabeza hacia el centro del piso. El tumulto de gente me impedía ver y la intriga no me iba a quedar.

- Yo no me quiero quedar con la duda, mejor me voy a ver qué es, mira si ahí está el amor de mi vida. - jodí y ella negó con la cabeza mientras mordía su labio. Ya se le fue la ilusión de que le presente algún novio.

Agarré mi cartera y caminé hacia el amontonamiento de personas intentando estirar el cuello para ver. Una gorrita y una sonrisa bastaron para hacerme volar una vez más.

La gente le pedía autógrafos y fotos, y él se prestaba totalmente, sin quejarse. Intenté acercarme pero no me dejaban, y no quería meterme entre medio de todos. Se dió media vuelta luego de firmar todo lo que le pedían y levantó en brazos a una nena muy chiquita, y cuando la gente comenzó a dispersarse me miró. Frunció el ceño y no emitió sonido alguno.

Seguro mi cara era de sorpresa, pero la suya reflejaba miedo. Y lo entendí cuando una mujer de baja estatura agarró su mano y caminaron juntos.

- ¿Que había al final? - mi mamá llegó a mi lado y buscó llamar mi atención. Seguí mirando como se iban juntos caminando, y claro, ¿como nunca se me pasó por la cabeza buscar alguna información sobre él? Era tan evidente que tenía una mujer y una familia.

- Nada mamá, gente pidiéndole autógrafos a un pelotudo que corre atrás de una pelota. - contesté de mala gana y caminé hacia la tienda.

Ja, lindo el viaje con la selección a primera hora de la tarde.

/.../