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 Marcos Rojo | Capítulo: "Lucas"

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Marcos Rojo | Capítulo: "Lucas"

     Es muy difícil explicar lo que estoy sintiendo en este preciso instante. Mi hijo y su mamá descansan placenteramente frente a mi mientras no puedo dejar de mirarlos, porque me explota el corazón de amor, porque la felicidad no me entra en el cuerpo y no puedo creer que esta familia la construimos entre los dos.

     Pasaron tantas cosas, tantos problemas, tantos errores cometidos por ambos, tantos intentos por cerrar el ciclo de la relación, pero claramente fallidos ya que algo nos impedía estar lejos el uno del otro.

    Y hoy, después de tanto, estamos unidos de por vida por lo mas lindo que a dos personas que se aman les puede pasar: un hijo.

     El reloj marca las 15:40, mi hijo tiene tan solo 5 horas de nacido, compartidas en total privacidad con sus padres, cómo decidimos con mi mujer. Además, la cesárea se atrasó un poco y por lo tanto no quedaba mucho tiempo de visitas como para que puedan verlo nuestras familias y amigos.

     Agustina está agotada y muy adolorida, pero me pidió que la despierte un rato antes del horario de visita para poder recibir a todos lúcida. Mi tarea de despertarla se ve opacada por mi hijo que comienza a quejarse y de pronto a llorar, despertando al instante a su mamá.

    Sonreí, notando la conexión que ambos tienen, ya que apenas ella despertó y le acarició la mejilla, mi hijo quedó calmado sobre los brazos de su madre que no quiso soltarlo desde que se lo entregaron.

– ¿Vas a dormir así todos los días de ahora en mas? – pregunté acariciando su cara, haciendo alusión a la manera en que se durmió hace más de una hora: casi sentada y con Luca sobre su brazo derecho.

Me parece que no, este gordo va a superar mi fuerza. – dijo Agus acariciando la cara de mi bebé con su dedo, bajo una sonrisa. El gordo pesó 3,600kg y superó los pesos de todas sus hermanas, que eran unas pulgas al nacer.

Hay que meter cuatro o cinco cambios de ropa por día así usa todo lo de recién nacido las primeras semanas porque ya le queda medio justeli. – dije bromeando.
 
    Mi celular suena interrumpiendo nuestro momento y decido levantarme para buscarlo y atender. El nombre de mi ex mujer aparece en la pantalla, llamando mi atención.

    Me dirijo hacia el pasillo de la clínica para atender, sin dar explicaciones a Agus que tampoco las pidió pero las tendrá cuando vuelva a ingresar.

– ¿Si? – digo apenas atiendo, manteniendo la paciencia y evitando arrancar mal la conversación.

    Las cosas entre nosotros seguían igual o peores que apenas me separé. Eugenia no entendía de ninguna manera que estaba rehaciendo mi vida. Jamás le hablé del embarazo de mi mujer porque siento que son explicaciones que ella no necesitaba, si lo sabe por medio de mis hijas e intentó hablar conmigo para pedir explicaciones, pero claramente no accedí.

 𝑬𝒄𝒍𝒊𝒑𝒔𝒆 | 𝑴𝑨𝑹𝑪𝑶𝑺 𝑹𝑶𝑱𝑶 |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora